Goya ya retrat¨® nuestras guerras
El artista Daniel G. And¨²jar utiliza la serie ¡®Los desastres de la guerra¡¯ del pintor como protesta visual contra los conflictos b¨¦licos que vinieron despu¨¦s
Est¨¢ la sangre, la huida, el terror civil, la muerte. Goya ya estaba sordo cuando los pint¨®. Quiz¨¢s por eso los 82 grabados sobre la guerra de la Independencia espa?ola (1804-1814) que componen la serie Los desastres de la guerra son tan precisos, crueles, oscuros, pintados sin distracciones. ¡°Despu¨¦s de esos grabados ya no hacen falta m¨¢s im¨¢genes para narrar la esencia de la guerra. Por eso todas las representaciones sobre conflictos que vinieron despu¨¦s son ret¨®ricas. Goya ya nos lo explic¨®¡±, explica Daniel G. And¨²jar (Almorad¨ª, Alicante, 1966). Partiendo de esta idea, el artista visual llev¨® a la ¨²ltima Documenta de Kassel (Alemania) una protesta visual sobre los conflictos armados expuesto a dos bandas entre esta ciudad alemana y Atenas. Un a?o despu¨¦s, And¨²jar trae a Barcelona un resumen de ambas exposiciones: Daniel G. And¨²jar. Los desastres de la Guerra, que podr¨¢ verse hasta el 15 de septiembre en la Fundaci¨®n Su?ol de Barcelona.
En 1955 naci¨® la Documenta con la intenci¨®n de recuperar el di¨¢logo entre Alemania y el resto del mundo tras la barbarie nazi. Un pretexto que And¨²jar utiliz¨® para exponer parte de la muestra tambi¨¦n en Grecia, ¡°un pa¨ªs que hoy sufre las recetas de austeridad impuestas desde Alemania, el drama de los refugiados y las voces que piden la restituci¨®n de las obras expoliadas durante la ocupaci¨®n alemana¡±, a?ade And¨²jar, que hasta el 22 de junio tambi¨¦n est¨¢ presente en la galer¨ªa ?ngels Barcelona con la exposici¨®n El gato de Schr?dinger.
La parte resumida de Atenas expuesta en la Su?ol alude a la idea del canon y la de Kassel a la guerra. El nazismo compone una parte esencial de esta muestra, que arranca con un v¨ªdeo de lo que fue la culminaci¨®n del trabajo presentado en la ciudad alemana: la quema (con aires falleros) de representaciones de esculturas cl¨¢sicas. La intenci¨®n era simbolizar las evacuaciones en museos durante la II Guerra Mundial. La quema, explica And¨²jar, fue especialmente delicada en Alemania. ¡°El fuego tiene una connotaci¨®n fascista y recuerda al pasado oscuro del pa¨ªs. Explicar a la organizaci¨®n mi intenci¨®n no fue sencillo. Pod¨ªa generar pol¨¦mica¡±. La propuesta del tambi¨¦n activista se abastece tambi¨¦n de referencias a la Guerra Civil Espa?ola.
La biblioteca de Sarajevo ardi¨® durante la guerra de los Balcanes. En el Louvre (Francia), la amenaza nazi provoc¨® a gran escala la evacuaci¨®n de sus colecciones. ¡°Todos los museos de Europa tuvieron que tomar decisiones r¨¢pidas sobre qu¨¦ obras salvar¡±, explica el artista. Uno de los platos fuertes es la composici¨®n de un atlas humano, representado a trav¨¦s de fotograf¨ªas rescatadas de la literatura antropol¨®gica nazi de los a?os treinta y cuarenta, obsesionada con representar la fisionom¨ªa superior de lo ario y tipificar a jud¨ªos y gitanos. Frente a la composici¨®n fotogr¨¢fica se exponen los resultados de los estudios gen¨¦ticos, en auge en Estados Unidos, a trav¨¦s de los cuales se puede obtener un perfil sobre la procedencia racial a trav¨¦s del ADN. ¡°?Os imagin¨¢is qu¨¦ hubiera ocurrido si el nazismo hubiera contado con estos medios?¡±, se pregunta And¨²jar.
Canon est¨¦tico
La sala m¨¢s grande cuenta con un ej¨¦rcito de peque?as esculturas impresas en 3D que pertenecen a la cultura cl¨¢sica pero que, a medida que avanzan, se muestran deformadas, en pose sexual, con los genitales al aire. La intenci¨®n de And¨²jar es ¡°romper el canon est¨¦tico que a lo largo de la historia han representado¡±. A partir de ah¨ª, se alude, nunca mejor dicho, a los desastres de la guerra: dibujos de ni?os sobre los bombardeos italianos en Barcelona o los de Israel en la franja de gaza, fotograf¨ªas del traslado de obras del Prado en 1938, el infierno representado por una pintura del Bosco, una recopilaci¨®n de canciones de resistencia b¨¦licas como el ?No pasar¨¢n! o un cartel de Trump, en alusi¨®n a los nuevos artes de la guerra del siglo XXI. Es en esta parte donde And¨²jar recicla im¨¢genes, pero tambi¨¦n dibuja, a partir de los propios grabados de Goya, representaciones de torturas documentadas con nombre y apellidos por Amnist¨ªa Internacional en Guant¨¢namo y Oriente Pr¨®ximo.
Y en medio de la sala, el punto de partida: uno de los grabados de Goya que retrata la huida en masa de la poblaci¨®n civil de un pueblo derruido y en el que el pintor ya nos lo dej¨® por escrito: ¡°Yo lo vi¡±.
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