Serrat trae el Mediterr¨¢neo a la meseta caliente
El cantautor catal¨¢n celebra casi medio siglo de m¨²sica y autobiograf¨ªa durante tres noches en el Bot¨¢nico
Joan Manuel Serrat no s¨®lo ha hecho m¨²sica. Su canci¨®n, la que ¨¦l ha compuesto, pero tambi¨¦n la que le viene de poetas como Antonio Machado o Miguel Hern¨¢ndez, es tambi¨¦n autobiograf¨ªa, desde la cuna al tiempo que ahora lo sit¨²a en la madurez absoluta, los 75 a?os. Con ese bagaje, y su alegr¨ªa, Serrat afront¨® anoche el principio de su actuaci¨®n madrile?a, tres d¨ªas con todo vendido en el Bot¨¢nico de la Complutense. Calor t¨®rrido a las diez de la noche, butacas llenas de seguidores de todas las edades, su orquesta resumiendo sus temas, y ¨¦l trayendo a la meseta sin brisa el s¨ªmbolo mayor de su inspiraci¨®n y su garganta, Mediterr¨¢neo.
Esa canci¨®n es el diapas¨®n de su primer disco, escrito en 1971 en un hotel de la Costa Brava. Y Da Capo Mediterr¨¢neo es la serie de conciertos con los que el Noi del Poble Sec pasea ahora todas las canciones que le nacieron con aquella edad, hace 47 a?os, y con las distintas pasiones, el amor, el desenga?o, que le recibieron cuando aun ten¨ªa pegada en la guitarra la memoria de su adolescencia de chico de barrio.
Vestido de caballero de los escenarios, Serrat se present¨® de negro y gris. Su guitarra y sus m¨²sicos borraron desde el principio el casi medio siglo que dista entre aquella voz enamorada y esta que ahora ya sabe de qu¨¦ colores fueron todas sus edades, tambi¨¦n las del compromiso y el miedo, la guerra y el exilio, que le sirvieron sus poetas mayores y que aprendi¨® de sus padres y de sus amigos desterrados. Desde el principio, junto a las bromas que lo llevaron a las canciones m¨¢s alegres de aquella ¨¦poca, este ir¨®nico de la melancol¨ªa se trajo tambi¨¦n al bot¨¢nico mesetario su modo de detener la edad de su madre y de su mar: el Mediterr¨¢neo ¡°amargo del llanto eterno¡±.
En sus canciones el oto?o se hace primavera. En el oto?o de su vida estas canciones son el verano, el calor de las tardes, el olor y los mosquitos, su vuelta a la cuna de la calle y del campo, su canci¨®n de cuna para el ni?o que fue. All¨¢ arriba, en el escenario, estaba tambi¨¦n el showman que une en su verbo golfo y educado al Quijote con Almod¨®var e Iniesta, dos manchegos, como Sara Montiel. Recitador cachondo, el hombre que ya no es el Noi pero lo guarda trajo a la meseta, junto al Mediterr¨¢neo, esa figura que hizo que La Mancha sea un paisaje universal, como el de su mar herido y feliz, de verano y muerte. El Quijote, perdido en las playas de Barcino, tantas horas de desaliento, este s¨ªmbolo mayor del hombre que no quiere lugar sino sue?o. ¡°Hazme un sitio en tu montura que yo tambi¨¦n voy cargado de amargura y no puedo batallar¡±.
Este que cant¨® anoche Serrat es el canto general de la primera edad de su vida, la que lo inaugur¨® para la inspiraci¨®n y para la m¨²sica, el que le llev¨® a la teor¨ªa y la pr¨¢ctica de aquellas peque?as cosas que nos contamos cuando nadie nos ve¡
Mediterr¨¢neo Da Capo es ahora el resumen que lo devuelve al origen. Su pueblo, su costa, su cuna, su primer amor, su madre, el cementerio. Los que le aplaud¨ªan, algunos de los que hace 47 a?os le escucharon lo mismo, hicieron el mismo viaje. Para ellos tambi¨¦n es autobiograf¨ªa de juventud lo que les cant¨® anoche el noi de 75 a?os. Quienes se sintieron aquellas frutas jugosas, las que burlaban la vigilancia paterna de las diez de la noche, los que celebraban la vida del T¨ªo Alberto, la mujer que yo quiero y la que me abandon¨®¡ Como si les cantara al o¨ªdo, Serrat se hizo el m¨¢s ¨ªntimo de los confidentes de los que rozan su edad o de los que descubrieron con ¨¦l las confidencias que contienen sus letras. Para que ese veh¨ªculo que va de la canci¨®n al alma cuenta Serrat, desde a?os, con Ricard Miralles, que ha hecho desde el piano que la Luc¨ªa Serrat suene como si su nombre contuviera todos los nombres del mundo.
Su m¨²sica de hace tantos a?os se reprodujo anoche en el Bot¨¢nico con la misma brisa veraniega en que la hizo nacer hace 47 a?os. Qu¨¦ le vas a hacer, si ¨¦l naci¨® en el Mediterr¨¢neo.
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