Las entidades ocupan un ¨¢tico y un local de los 46 que subasta la Generalitat

La Generalitat tiene previsto este jueves subastar 46 pisos, locales, solares y aparcamientos cuyos propietarios murieron sin herederos (lo que se conoce como intestados). Pero la jornada ha empezado con incidentes Por una parte, la Plataforma Aturem la Subhasta, que considera que las propiedades deber¨ªan pasar a ser vivienda social, ha ocupado dos de las propiedades, un local en el barrio del Farr¨® y un ¨¢tico en el Clot. Por otra, un centenar de manifestantes intenta impedir la celebraci¨®n de la puja en una sala de las dependencias del CTTI, en el pol¨ªgono Pedrosa de L¡¯Hospitalet. La subasta ha empezado sobre las 11.30 con una hora y media de retraso.?

Los activistas han protagonizado varios forcejeos con los m¨¢s de 100 licitadores que quieren optar a los pisos y con los agentes antidisturbios de los Mossos d¡¯Esquadra que custodian los accesos al edificio. Entre los licitadores hay un 60% de particulares y un 40% de empresas, asegura la Generalitat.

En las puertas del CTTI han explicado su caso desde un hombre que representa a una empresa que invierte en reformar y alquilar pisos hasta una familia de Barcelona que son solicitantes de vivienda social y quieren pujar por un piso de Ciutat Vella. Tambi¨¦n hay un grupo de compradores de procedencia asi¨¢tica que est¨¢n interesados en aparcamientos y una familia paquistan¨ª que asegura que busca un piso econ¨®mico en el ¨¢rea metropolitana.

Desde la plataforma, Barbara Roch, ha explicado que los dos inmuebles ocupados han sido elegidos porque en el caso del local lo utilizar¨¢n entidades y el ¨¢tico se ceder¨¢ a alguna familia que lo necesite. ¡°Queremos mostrar que no se puede vender el patrimonio p¨²blico y que si la Generalitat lo hace, haremos lo posible para que vuelva al pueblo¡±, ha afirmado Roch.

De las 46 propiedades, 14 est¨¢n en Barcelona, media docena en el ?rea Metropolitana y otra media docena en las comarcas de Tarragona. Tambi¨¦n hay pisos en Girona, el Pirineo o Castell¨®n. Su precio oscila entre 1.300 euros de una propiedad en Ager o 311.000 de una casa en Molins de Rei.

Ante las acusaciones de los activistas por el derecho a la vivienda, la Generalitat siempre ha contestado que las propiedades que se vende no se ajustan al perfil de los pisos sociales: por sus caracter¨ªsticas o porque necesitan reformas o arrastran deudas que ser¨ªan m¨¢s costosas para la administraci¨®n que utilizar el dinero que saque en comprar pisos. Contra la controvertida subasta tambi¨¦n se ha pronunciado el Ayuntamiento de Barcelona.