Salvados por las voces
El Liceo repone un montaje de 2002 de ¡®La favorite¡¯ de Donizetti, tan aburrido en escena como atractivo en lo musical
El Liceo cierra su temporada con la reposici¨®n de un montaje de La favorite,de Gaetano Donizetti, tan aburrida en su vertiente esc¨¦nica como atractiva en lo musical, con voces de gran calidad. B¨¢sicamente, lo que vemos en escena durante m¨¢s de dos horas y media es una inmensa roca negra que gira sobre misma y va cambiando su aspecto para enmarcar la acci¨®n de los cuatro actos de esta ¨®pera de m¨¢ximo lucimiento vocal que Donizetti estren¨® en Par¨ªs en 1840 en su versi¨®n original francesa y que se hizo mucho m¨¢s popular en su versi¨®n italiana, La favorita. La roca mutante sepulta como una pesada losa cualquier atisbo de vida teatral.
El montaje fracas¨® en su estreno, en 2002. Entonces, su director teatral, Ariel Garc¨ªa Vald¨¦s, de cuyo nombre no queda ni rastro en la reposici¨®n, hablaba de la roca como si fuera un diamante negro en cuyo interior est¨¢n esculpidos los sentimientos de los personajes. Como referente visual, su propuesta se inspira en los acantilados del pintor rom¨¢ntico Caspar David Friedrich. Pero el mamotreto visual resultante no tiene arreglo y, en su regreso al Liceo, con direcci¨®n esc¨¦nica del alem¨¢n Derek Gimpel, sigue siendo un pe?azo.
LA FAVORITE
De Gaetano Donizetti. Cl¨¦mentine Margaine, Michael Spyres, Markus Werba, Ante Jerkunica, Roger Padull¨¦s, Miren Urbieta-Vega, Jos¨¦ Luis Casanova. Coro y Orquesta Sinf¨®nica del Gran Teatro del Liceo. Direcci¨®n musical: Patrick Summers. Direcci¨®n de escena: Derek Gimpel. Coproducci¨®n del Liceo y el Teatro Real de Madrid. Teatro del Liceo. Barcelona, 8 de julio.
En lo musical, el Liceo hace trampas al presentar la ¨®pera en versi¨®n francesa en una edici¨®n de andar por casa. Para ahorrarse una pasta, en lugar de usar la edici¨®n cr¨ªtica de la music¨®loga Rebbeca Harris-Warrick (Ricordi), que recupera la versi¨®n original, ofrece una ¡°edici¨®n¡± propia que, entre otros apa?os, mantiene el final de la versi¨®n italiana, con la muerte de L¨¦onor de Guzm¨¢n, la ¡°favorita¡± del rey Alphonse XI de Castilla, cuyas maniobras para burlar el castigo de la Iglesia urdiendo la boda de su amante con el novicio Fernand desencadena este dram¨®n de honores mancillados y tr¨¢gico final.
Tambi¨¦n para ahorrar, no hay bailarines pero, en una soluci¨®n poco afortunada, optan por intercalar entre cuadros m¨²sica del ballet, que pierde as¨ª su gracia. Lo dicho, un apa?o que defiende en el foso con buen oficio el estadounidense Patrick Summers en una lectura contundente, de sonido orquestal denso y algo r¨ªgida en el acompa?amiento de las voces.
Por fortuna, los cantantes salvan la funci¨®n. La pareja protagonista es excepcional, dado el dominio del estilo belcantista, la exquisita musicalidad y la calidad vocal de la mezzosoprano francesa Cl¨¦mentine Margaine y el tenor estadounidense Michael Spyres. Lecci¨®n de estilo que Margaine acompa?¨® con una voz de c¨¢lidos matices y firmes agudos y una l¨ªnea sin truculencias ni excesos temperamentales; Spyres, con el tipo de voz y la l¨ªnea que pide el personaje, fue un Fernand sensacional que si no levanta m¨¢s pasiones es porque el color se blanquea en los agudos. Pero cantar, canta con gran clase.
El bar¨ªtono austriaco Markus Werba fue un atractivo y demasiado l¨ªrico rey Alphonse XI y el bajo croata Ante Jerkunica impresion¨® con la rotundidad de sus medios en un poderos¨ªsimo prior Balthazar. En el resto del reparto rindieron a muy buen nivel la soprano Miren Urbieta-Vega y los tenores Roger Padull¨¦s y Jos¨¦ Luis Casanova. El coro, reforzado para la ocasi¨®n opt¨® m¨¢s por la contundencia que por los matices en sus intervenciones.
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