Discreci¨®n forzosa para los migrantes acogidos en Barcelona
El Ayuntamiento, la Cruz Roja y las entidades sociales atienden a un creciente n¨²mero de sin papeles manteniendo su privacidad y evitando malestar vecinal
El pasaje Dos de Mayo es una v¨ªa poco transitada cerca del Hospital de Sant Pau. En unas instalaciones para personas sin techo, el Ayuntamiento de Barcelona ha alojado a 70 de los 300 migrantes que en junio llegaron en autocares procedentes de Andaluc¨ªa, tras desembarcar en pateras. Cuando cae el sol, estos j¨®venes salen a dar una vuelta en grupos peque?os. El paso por Barcelona de los extranjeros sin papeles es discreto, alejado de la atenci¨®n medi¨¢tica recibida recientemente. El objetivo de la mayor¨ªa es continuar hacia el norte. Los que se queden en Espa?a, deben adaptarse a contrarreloj.
Mamadou Massi¨¦ tiene 19 a?os y es de Guinea Conakry. A las siete de la tarde sale del centro de emergencias del pasaje Dos de Mayo. Toma un poco el aire y baja a pie hasta el otro espacio de emergencias sociales que el Ayuntamiento tiene en la calle Llacuna, en el Poblenou. All¨ª tiene amigos, compa?eros de periplo; quieren viajar hasta Francia, donde tienen conocidos que les recibir¨¢n. A las puertas del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales (CUESB) de Llacuna se concentran una decena de chicos subsaharianos, todos mirando v¨ªdeos con los m¨®viles o hablando con sus familias. Los vecinos los saludan y con los camareros del restaurante de enfrente hablan y r¨ªen.
El CUESB, como el centro de acogida en Dos de Mayo, se ubica en una calle con poca densidad de vecinos. La mayor¨ªa de los 60 migrantes que la ONG Proactiva Open Arms desembarc¨® el 8 de julio en Barcelona, fueron alojados en la residencia Joaquim Blume, en la periferia de Esplugues de Llobregat, tambi¨¦n en una zona menos densa en habitantes. La Cruz Roja supervisa la estancia en estos centros y establece unas normas de residencia: a las 23.30 se cierran las puertas y quien no est¨¦ antes, pierde aquella noche la plaza para dormir. Tambi¨¦n se han contratado a guardias de seguridad para custodiar los accesos a los centros de acogida.
Servicios saturados
El n¨²mero de inmigrantes atendidos por el Ayuntamiento de Barcelona ha pasado de los 11.369 en 2015 a 16.936 en 2017, un 48% m¨¢s. La llegada de pateras a Espa?a se duplic¨® en 2017 hasta las 28.349 personas, seg¨²n la Comisi¨®n Europea. Las ONG aseguran que sus plazas de acogida en Barcelona est¨¢n saturadas. El Ayuntamiento informa que tiene una red de 100 camas en pisos para la recepci¨®n de migrantes. Benallar explica que la Cruz Roja les solicit¨® si pod¨ªan atender a cuatro personas rescatadas por la ONG Proactiva Open Arms, pero no fue posible porque tienen completos sus siete pisos de acogida, con 20 personas en lista de espera. ¡°Cada semana recibimos tres o cuatro llamadas preguntando si tenemos plazas libres¡±, dice Merc¨¨ Bros, de Benallar. El Ayuntamiento estima que el pasado mes de junio llegaron a Barcelona 900 sin papeles. Mireia Aguado, de Bayt, explica que regularmente reciben avisos de la llegada de grupos de inmigrantes procedentes de Andaluc¨ªa con billetes de autocar sufragados por consistorios de esta comunidad.
Josep Vasco vive en el pasaje Dos de Mayo desde hace 47 a?os. Mec¨¢nico jubilado, emigr¨® a Barcelona con 18 a?os procedente de Camarasa (Lleida). Vasco explica que la presencia de los inmigrantes en la calle es una novedad pero sin conflicto alguno: ¡°Alg¨²n vecino se ha quejado porque se sientan en la calle, pero no hacen nada que incomode. Todo el mundo debe ser comprensivo¡±. Las administraciones colaboran con entidades del tercer sector para asumir la llegada de migrantes, sobre todo para los demandantes de asilo. Bay-Al-Thaqafa (Bayt) es una organizaci¨®n que atiende y forma a inmigrantes, un 70% reci¨¦n llegados. Bayt tiene quince pisos de acogida en la provincia de Barcelona. Su coordinadora, Mireia Aguado, cree que las viviendas de acogida no pueden estar concentradas en pocos edificios: ¡°No puedes tener cinco pisos en el mismo bloque porque es cuando puede haber problemas¡±.
Bayt organiza encuentros con las comunidades de vecinos para explicar las circunstancias de los inmigrantes, y al mismo tiempo presiona a los reci¨¦n llegados a adaptarse a la sociedad: adem¨¢s de las clases de castellano y de oficios que reciben, se les alienta a que participen en la vida del barrio, que utilicen el deporte como herramienta de integraci¨®n o la vida escolar de sus hijos. Propuestas similares a las que ofrece en sus oficinas el Servicio de Atenci¨®n a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER), organismo municipal que asiste a los extranjeros en Barcelona. La fundaci¨®n Benallar, dedicada la integraci¨®n de los sin papeles y al acompa?amiento de demandantes de asilo, imparte cursos de cultura general para que obtengan el certificado de integraci¨®n que expide la Generalitat. Este documento facilita el proceso burocr¨¢tico de asentamiento, dice Merc¨¨ Bros, jefa del programa de solicitantes de asilo de Benallar. Bros y Aguado subrayan que los inmigrantes requieren un tiempo de adaptaci¨®n en el que lo m¨¢s efectivo es que est¨¦n acompa?ados. ¡°Son cosas tan b¨¢sicas como coger el transporte p¨²blico. Hay personas que vienen de entornos rurales y nunca han visto un metro¡±, ilustra Aguado.
El bar¨®metro del Centro de Estudios de Opini¨®n de la Generalitat (CEO) de este julio indica que solo un 4,8% de los catalanes ve la inmigraci¨®n como uno de sus principales problemas. Aunque el porcentaje sube ligeramente: en el bar¨®metro de enero de 2018 era del 3,1% y en el ¨²ltimo de 2017, del 2,7%. El Ayuntamiento de Barcelona niega que mantenga en espacios separados a los migrantes acogidos pero a?ade que ¡°la m¨¢xima prioridad es asistirlos y mantener su privacidad¡±. El gobierno municipal ¡°apuesta por la dispersi¨®n¡± de los solicitantes de asilo, porque as¨ª ¡°el impacto en el territorio no ser¨¢ tan elevado¡±.
?ngels Pont, directora del centro de estudios sociales GESOP, cree que ¡°la imagen de la inmigraci¨®n como un problema ha retrocedido en los ¨²ltimos a?os¡±. Pont avisa que los ciudadanos pueden responder a partir de lo que creen ¡°pol¨ªticamente correcto¡±, pero que en su d¨ªa a d¨ªa mantienen prejuicios contra los extranjeros: ¡°Esta cuesti¨®n aparece frecuentemente de forma espont¨¢nea y genera m¨¢s consenso (y cierta crispaci¨®n) de lo que se podr¨ªa pensar: ¡®Reciben m¨¢s ayudas que los de aqu¨ª, les facilitan la apertura de comercios, se quedan con las becas comedor¡¯. Algunos hablan de cambios en su comportamiento: buscan otro barrio para vivir, llevan a sus hijos a escuelas fuera del barrio¡±.
El Ministerio del Interior ha concedido 30 d¨ªas para regularizar su situaci¨®n a los inmigrantes en Barcelona procedentes de Andaluc¨ªa y a los rescatados por Proactiva Open Arms. Pasado este periodo se iniciar¨¢ el proceso de expulsi¨®n de los que contin¨²en como ilegales. Un portavoz de Interior da por hecho que la mayor¨ªa continuar¨¢n su viaje previsto hacia otros pa¨ªses europeos.
Bros valora que la atenci¨®n medi¨¢tica de estos casos puede servir ¡°para sacar a la gente de su zona de confort¡±. Aguado indica que la ciudadan¨ªa debe asumir que por muchas dificultades que las autoridades pongan en las fronteras de la UE, los migrantes continuar¨¢n llegando.
La mayor parte de los solicitantes de asilo son venezolanos
El Servei d'Atenci¨® a Immigrants, Emigrants i Refugiats de Barcelona (SAIER) ha atendido a 8.500 personas hasta el mes de mayo. El a?o pasado fueron 16.936, frente a las 13.347 de 2015. De estos, 3.589 pidieron asilo hast amayor (en 2017 fueron 4.405 frente a las 2.292 de 2016).
La mayor¨ªa de las personas que han pedido la protecci¨®n son personas venezolanas (1.045), seguidas de Colombia (449), Honduras (375), el Salvador (297), G¨¨orgia (273), Ucra?na (244), Pakist¨¢n (157), Rusia (85), Siria (54), Per¨² (49) y Marruecos (48).
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