El pulso de los repartidores de prensa afecta a los quioscos

El pulso entre los repartidores de prensa y la empresa Boyac¨¢ est¨¢ afectando desde el pasado viernes a la distribuci¨®n de peri¨®dicos y revistas en Madrid. Desde entonces, los quioscos de la capital est¨¢n teniendo problemas para recibir la prensa diaria. La mayor¨ªa de los 240 aut¨®nomos que prestan sus servicios para la empresa distribuidora DIMA (filial del Grupo Boyac¨¢) ha participado en los paros. Los aut¨®nomos piden que la compa?¨ªa negocie la renovaci¨®n de su contrato, que termina el 30 de agosto. La empresa denuncia agresiones, amenazas y piquetes por parte de los distribuidores. Los quiosqueros lamentan las p¨¦rdidas ocasionadas por el conflicto y critican actos de violencia por parte de los repartidores.

Este martes a media ma?ana muchos quioscos de la capital no ten¨ªan peri¨®dicos. Solo les quedaban ejemplares de revistas que salieron la semana anterior y de algunas publicaciones mensuales. Los paros comenzaron en la madrugada del jueves al viernes, cuando los repartidores descargaron toda la mercanc¨ªa ¡°ante la negativa de la empresa a negociar¡±. Desde entonces se re¨²nen todas las ma?anas en la nave de carga de Torrej¨®n de Ardoz.

¡°La empresa ha impuesto el despido del 50% en la plantilla, que son unas 130 personas, y bajar el sueldo un 50% a los restantes¡±, explica un portavoz del sindicato CNT. ¡°Nosotros lo ¨²nico que queremos es hablar con la compa?¨ªa. Llevamos un a?o intentando negociar y ellos no quieren, no nos ha quedado m¨¢s remedio que cesar el servicio y negarnos a repartir¡±, explica Juli¨¢n Moreno, uno de los distribuidores que est¨¢ en huelga.

Boyac¨¢ asegura que los aut¨®nomos dejaron de prestar el servicio de reparto sin avisar con el objetivo de ¡°coaccionar a la empresa distribuidora para imponer la firma de nuevos contratos en condiciones privilegiadas¡±. ¡°Iniciado el reparto con medios alternativos por parte de la empresa en la madrugada del s¨¢bado se produjeron persecuciones de veh¨ªculos, amenazas, agresiones, bloqueos, golpes y otros actos para impedir el reparto de la prensa¡±, denuncian. Mientras los aut¨®nomos defienden que solo se han dedicado a realizar ¡°piquetes informativos¡± para los conductores de los camiones de reparto y los quiosqueros. ¡°En cualquier huelga siempre hay tensi¨®n, pero no hay violencia, es una manera de desacreditar a los compa?eros¡±, explica un portavoz de CNT.

Boyac¨¢ argumenta que ha avisado a los ruteros con suficiente antelaci¨®n. ¡°Los contratos contemplan indemnizaciones de 90.000 euros por resoluci¨®n anticipada y sin indemnizaci¨®n si llegan a t¨¦rmino¡±, explican en un comunicado. Boyac¨¢ sostiene que las condiciones econ¨®micas de los repartidores ¡°son privilegiadas y fuera del mercado¡±, ya que algunos vienen de la concatenaci¨®n de contratos desde hace m¨¢s de 30 a?os. ¡°No son acordes a la nueva situaci¨®n que vive el sector de la prensa y revistas que lleva m¨¢s de 10 a?os con ca¨ªdas de ventas continuadas y que ha obligado a los propios editores a llevar a cabo profundos procesos de reestructuraci¨®n¡±, sostienen.

Los repartidores tienen una retribuci¨®n de 4.500 euros mensuales por 15 d¨ªas de servicio nocturno en rutas de Madrid y un m¨¢ximo de cuatro horas por cada una de las jornadas. Sin embargo, los repartidores justifican que son falsos aut¨®nomos porque la empresa les hace las facturas y las rutas, y explican que con el sueldo tienen que hacer frente a muchos gastos. ¡°Pagamos cuota de aut¨®nomos, Seguridad Social, el veh¨ªculo, la gasolina¡­ y si hay alguna aver¨ªa tenemos que hacernos cargo nosotros. Al final el sueldo se queda en menos de la mitad¡±, afirma Moreno, que lleva 25 a?os en el negocio.

¡°Somos conscientes de que hay que bajar los sueldos y que se tiene que ir gente. Pero necesitamos una negociaci¨®n por parte de Boyac¨¢ y no una imposici¨®n¡±, comentan. Fuentes de CNT explican que hay ¡°unos 75 trabajadores¡± que quieren irse de la empresa de manera voluntaria. La empresa prefiere no hacer comentarios y se remite al ¨²ltimo comunicado.

Los quioscos, afectados

¡°?Hoy tampoco hay peri¨®dico?¡±. Esta es la frase que durante los ¨²ltimos cinco d¨ªas han estado escuchando de sus clientes los quiosqueros de Madrid. La Asociaci¨®n de Vendedores Profesionales de Prensa de Madrid ha denunciado que ha habido violencia por parte de los repartidores y se queja de que se encuentran en medio de un conflicto que no tiene que ver con ellos.

¡°La prensa es el 75% de las ventas diarias de nuestros establecimientos, nos est¨¢n llevando a la ruina¡±, denuncian fuentes de la asociaci¨®n, que explican que la polic¨ªa ha habilitado comisar¨ªas cercanas a los barrios para que puedan ir a recoger los peri¨®dicos. ¡°Seguimos abriendo aunque sea para vender pipas. Nos est¨¢n hundiendo y la gente est¨¢ muy rebotada, no pueden bloquear as¨ª el derecho a la informaci¨®n de la poblaci¨®n¡±, concluyen.

En los quioscos de la Gran V¨ªa el problema es menor, ya que la mayor¨ªa pueden sobrevivir gracias al turismo. ¡°La prensa supone el 40% de nuestras ventas. Vendemos muchas botellas de agua, tiques para los tours por la ciudad, tabaco y chicles¡±, comenta un quiosquero de la avenida. En cinco minutos se han acercado diez clientes a su puesto, ocho de ellos turistas. ¡°El cliente del quiosco habitual es un cliente muy fiel. Todos los d¨ªas pasan a preguntarme si ya tenemos prensa y yo no tengo nada que ofrecerles¡±, comenta el mismo trabajador.

Sin embargo, los quioscos que se encuentran m¨¢s alejados de las calles principales no tienen la misma suerte. ¡°Si no tienes prensa espantas a los clientes, no compran nada m¨¢s¡±, se queja otro quiosquero, que explica que los primeros d¨ªas le preguntaban si ten¨ªa peri¨®dicos y ya no se acercan a mirar. ¡°La empresa no nos ha comentado nada de la situaci¨®n, solo se han acercado los repartidores. Es un insulto al trabajo de muchos a?os¡±, critica.

La Asociaci¨®n de Medios de Informaci¨®n (AMI), a la que pertenece EL PA?S, expres¨® ayer en un comunicado su m¨¢s ¡°contundente rechazo hacia los paros¡±, conden¨® de forma en¨¦rgica la violencia ejercida por los repartidores para impedir la distribuci¨®n a los puntos de venta y lament¨® el grave perjuicio que genera tanto al sector como a la sociedad civil.