Los taxistas: ¡°Nos quedaremos aqu¨ª. No tenemos nada m¨¢s que perder¡±
El colectivo asegura que mantendr¨¢ los paros hasta que el Gobierno central solucione el conflicto
La noche se hizo larga y calurosa para los taxistas en huelga, que protestan para que se limiten las licencias VTC que usan las compa?¨ªas Uber y Cabify, a las que acusan de competencia desleal. Con el aire acondicionado del taxi a toda potencia y una cabezada de vez en cuando, centenares de taxistas han pasado la noche con sus coches parados cortando la Gran Via de Barcelona, una de las principales arterias de la capital catalana. Cansados, pero animados, aseguran que van a ir "a por todas". El pan les va en ello, insisten. "Nos quedaremos aqu¨ª y esperaremos una soluci¨®n del Gobierno. No tenemos nada m¨¢s que perder", asegura Sergi, que llega cargado con botellas de agua y cruasanes para desayunar. ?l, de 24 a?os y dos al volante de un taxi familiar, no se ha quedado a dormir, pero su padre, tambi¨¦n taxista, ha pasado la noche acampado en la confluencia de paseo de Gr¨¤cia con Gran Via.
A media ma?ana, un grupo de taxistas charla animado a los pies de la fuente de paseo de Gr¨¤cia. Los grupos de whatsapp y Twitter echan humo. Comparten art¨ªculos, fotograf¨ªas e informaci¨®n sobre los paros, que poco a poco van secundando taxistas de otros puntos de Espa?a. "No estamos luchando por los taxistas; estamos luchando por todos los ciudadanos de Espa?a. Esto es un servicio p¨²blico y nuestras tarifas las pone el Ayuntamiento. Uber y Cabify cobran seg¨²n la oferta y la demanda. Mira, el mi¨¦rcoles, durante la huelga, un trayecto que nosotros cobramos a 30 euros como mucho, ellos lo estaban cobrando a 73 euros. Esto es lo que pasa cuando no hay taxis", se lamenta Antonio Gonz¨¢lez, de 60 a?os, mientras muestra una captura de pantalla de la tarifa de un recorrido de Cabify. Lleva 36 a?os de taxista, tiene tres veh¨ªculos y dos trabajadores contratados. "Est¨¢n bien contratados. Los quiero. Son mi familia", matiza, en alusi¨®n a las malas condiciones que asegura que tienen los conductores de las aplicaciones como Uber o Cabify. Ayer empezaba las vacaciones y viaj¨® hasta Murcia con su familia, pero esta ma?ana volvi¨® a Barcelona. "Acabo de llegar. Cog¨ª vacaciones ayer y hoy he vuelto. Me sent¨ªa mal... Yo all¨ª y mis compa?eros aqu¨ª. No pod¨ªa ser. Y me vine", relata.
Los taxistas insisten en que el movimiento es espont¨¢neo, que han logrado m¨¢s que cualquier otro sindicato. Se juegan mucho, dicen. Jos¨¦ Lozano mam¨® el taxi desde peque?o, literalmente. "Mis padres eran taxistas de toda la vida. Mi madre estuvo 34 a?os con el taxi. Yo nac¨ª en el taxi, me amamantaron en el taxi", explica el joven, que se licenci¨® en Inform¨¢tica y, tras unos a?os trabajando en el sector, lo dej¨® todo por el taxi. "Es mi vida. Aqu¨ª soy libre, feliz. Es duro y el sueldo es como el de un camarero, pero estoy tranquilo, no tengo que rendir cuentas a nadie", dice emocionado.
Antonio y Jos¨¦ se afanan en explicar que el conflicto trasciende al sector del taxi. "Regular las tarifas protege a los trabajadores. Si hay un festival de m¨²sica, por ejemplo, las tarifas de estas aplicaciones suben much¨ªsimo porque hay mucha demanda. Y t¨², por ejemplo, que eres un vecino que vives al lado de ese festival, y te est¨¢ dando un infarto, tienes que poder tener un veh¨ªculo que te lleve sin que el precio dependa de la oferta y la demanda", apunta Jos¨¦. "Esto no es un monopolio. A m¨ª no me han regalado nada. Soy taxista y todos estos compa?eros son mi competencia", zanja otro taxista que se une al grupo. "De hecho, este conflicto fastidia tambi¨¦n a las VTC tradicionales, las que funcionan como veh¨ªculos de lujo de verdad, y no como conductores de bajo coste", agrega Antonio.
Jagoba descansa en una acera, junto a la calzada. Tiene 32 a?os y ayer por la noche lleg¨® a Barcelona desde Bilbao. "All¨¢ a¨²n no tenemos ning¨²n problema, pero todo llegar¨¢. Desde el momento en que entren en un sitio, acabar¨¢n extendi¨¦ndose por todas partes. No quiero que se juegue con mi trabajo", se?ala. No tiene d¨ªa de retorno a su ciudad. "Nos quedaremos aqu¨ª. No hay uve de vuelta", sentencia.
Los taxistas aseguran, adem¨¢s, que sienten el apoyo de la ciudadan¨ªa. Y rechazan los casos de violencia de manos, presuntamente, de taxistas hacia conductores de las plataformas VTC. "F¨ªjate la desesperaci¨®n a d¨®nde lleva, que confundes al enemigo y acaban enfrent¨¢ndose trabajadores con trabajadores", apunta Jos¨¦, en referencia a los desencuentros producidos entre taxistas y conductores de Uber y Cabify. Adem¨¢s, aseguran los huelguistas, hay grupos antisistema infiltrados que intentan desvirtuar la actitud de la huelga. "El ciudadano est¨¢ con nosotros. No somos violentos. Si no, ?te crees que vamos a traer a los ni?os aqu¨ª?", apunta Javier Portales, 43 a?os y media vida al volante de un taxi.
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