Colau pide ayuda a los Mossos para poner freno al ¡®top manta¡¯

Ortiz se estrenaba ayer como alcaldesa accidental con una de las crisis que se repite cada verano. Una agresi¨®n en la que est¨¢n involucrados un grupo de manteros y la v¨ªctima, esta vez, es un turista. La teniente de alcalde sentenci¨®: ¡°Condenamos los hechos. M¨¢s all¨¢ de que sean puntuales o aislados, son inaceptables¡±.

La oposici¨®n acus¨® al equipo de gobierno de permitir que los manteros act¨²en impunemente. Las formaciones culparon a Colau de dar ¨®rdenes a los agentes de la Guardia Urbana para que no act¨²en contra los vendedores ilegales creando, as¨ª, un efecto llamada. Ortiz lo neg¨® poniendo estad¨ªsticas sobre la mesa. El pasado 2017 la Guardia Urbana de Barcelona interpuso 70.000 sanciones a manteros por vender sin permiso en las calles de la capital catalana. Una cifra de multas que seg¨²n Ortiz es muy similar a las impuestas este a?o. EL PA?S ha preguntado al Consistorio cu¨¢ntas de estas multas se han llegado a cobrar y fuentes del Ayuntamiento han admitidos que son ¡°muy pocas¡±. La misma fuente destaca que los agentes, el pasado a?o, requisaron cerca de un mill¨®n de productos falsificados. Adem¨¢s, se?al¨® que cuando los manteros venden productos piratas se les abre un proceso judicial encaus¨¢ndoles por delitos contra la propiedad industrial. Una estad¨ªstica que realiza la autoridad judicial.

La alcaldesa accidental admite que la acci¨®n del Consistorio con los manteros es ¡°limitada¡±. ¡°Es un problema que no es solo de Barcelona, sino que es un fen¨®meno global que afecta a muchos municipios, especialmente del litoral de la costa catalana¡±, argument¨®. Ortiz justific¨® que el Consistorio est¨¢ en diferentes foros con otras administraciones intentando solucionar el problema ¡°global¡± pero se defendi¨®: ¡°El Ayuntamiento de Barcelona ha destinado 12 millones de euros para las horas extra de los agentes de la Guardia Urbana debido a la falta de personal¡±. Ortiz reclam¨® ¡°mayor esfuerzo econ¨®mico y de recursos de todas las administraciones¡± y exigi¨® ¡°responsabilidad y lealtad institucional¡±.

De hecho, que no se iban a destinar m¨¢s Mossos a la capital catalana. Ya lo anunci¨® el propio consejero de Interior, Miquel Buch, tras la primera reuni¨®n con la alcaldesa en la junta de seguridad local celebrada a mediados de junio en el Consistorio. Pese a la negativa, Colau reclam¨® entonces m¨¢s efectivos a un Buch que acababa de llegar a la consejer¨ªa y que no dio su brazo a torcer.

La limitaci¨®n de efectivos de Mossos es una decisi¨®n que repercute, entre otros, en el control del top manta y m¨¢s desde que BCom¨² impusiera en 2015 la orden que imped¨ªa a la Guardia Urbana realizar intervenciones de orden p¨²blico.

Poco despu¨¦s de que Ada Colau llegara al Ayuntamiento, el intendente mayor de la Urbana, Evelio V¨¢zquez, dise?¨® un protocolo que establec¨ªa directrices de actuaci¨®n de los agentes con los manteros. La directriz se bautiz¨® como V¨ªctor Alfa y aconsejaba a los urbanos ponerse en contacto con los Mossos d¡¯Esquadra siempre que en una intervenci¨®n hubiera problemas de orden p¨²blico. El protocolo apostaba por desgastar las zonas realizando patrullajes continuos en los lugares donde vend¨ªan los manteros para que se cansaran y abandonaran el lugar.

El desgaste no siempre funcion¨®. El 15 julio de 2016, tras meses de pol¨¦micas por la presencia de centenares de vendedores ilegales en la zona litoral de Barcelona los Mossos se plantaron en la explanada del paseo Joan de Borb¨®. Un lugar que se hab¨ªa convertido en un mercadillo ilegal cronificado.??

[Furgonetas y agentes de la polic¨ªa auton¨®mica con armas largas y vestidos de antidisturbios permanecieron en la explanada de Joan de Borb¨® en el barrio de la Barceloneta, y en la zona del Maremagnum, en jornadas que iban de nueve de la ma?ana a 21.30 horas de la noche. Los manteros desaparecieron de esta zona tur¨ªstica mientras desde la consejer¨ªa de Interior se negaba que los polic¨ªas estuvieran all¨ª para impedir que se colocaran los manteros. Los sindicatos de los Mossos denunciaron que la Generalitat aseguraba que los agentes realizaban vigilancias est¨¢ticas vinculadas a la alerta terrorista cuando en realidad estaban all¨ª para que no se colocaran los manteros.

Lo cierto es que tras el atentado, del pasado 17 de agosto, los Mossos desaparecieron de la Barceloneta y no han regresado jam¨¢s. El paseo Joan de Borb¨® ha vuelto a convertirse en un verdadero mercadillo ilegal de mil y un art¨ªculos: camisetas de equipos de f¨²tbol, zapatillas deportivas, palos selfies, fruteros, juguetes e incluso calzoncillos. Todo falsificado.

A las 13.00 horas de ayer, decenas de manteros regresaban a la explanada de la Barceloneta. Los comerciantes, legales, no s¨®lo protestan por la competencia desleal que suponen el top manta sino porque los turistas han cambiado su trayecto hacia la playa. Ahora siguen las mantas en lugar de los comercios del barrio marinero. Ayer uno de los manteros reclamaba dinero a otro vendedor ilegal para instalarse. Controlan zonas y entre ellos se cobran un impuesto ilegal.

Mientras, a la misma hora, Jos¨¦ Bravo, el turista norteamericano que fue agredido el mi¨¦rcoles por un grupo de manteros en plaza Catalu?a regresaba al lugar donde ocurrio el suceso. ¡°Estaban atacando a una mujer blanca y yo, como americano, tengo la obligaci¨®n de defenderla¡±, declar¨® Bravo a los medios. El turista mostr¨® su rostro herido y asegur¨® que sus agresores hab¨ªan intentado matarlo. Pese a ello, todav¨ªa no hab¨ªa interpuesto ninguna denuncia. ¡°Barcelona se est¨¢ convirtiendo en el tercer mundo. Culpo a los pol¨ªticos por permitir que los ilegales se burlen de las leyes¡±, denunci¨® despu¨¦s de afirmar que se dispon¨ªa a informar a su embajada. Los Mossos han abierto una investigaci¨®n para aclarar la agresi¨®n.

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