Un a?o de silencio por el 17-A

¡°Hay un momento en que tienes que dejar de pensar¡±. Elisabet Caritg perdi¨® a su madre, Pepita Codina, en La Rambla de Barcelona el 17 de agosto de 2017. Pepita fue arrollada por la furgoneta de los terroristas. Caritg, que sufri¨® fracturas m¨²ltiples y un golpe en la cabeza que le ha causado un leve v¨¦rtigo cr¨®nico, sigue bajo terapia psicol¨®gica: ¡°Cuesta mucho hablar de todo aquello¡±.

Alicia Su¨¢rez fue atropellada en Cambrils (Tarragona) en el segundo atentado, el 18 agosto. Su¨¢rez volv¨ªa de tomar un helado con su familia, despu¨¦s de cenar, cuando la arroll¨® en el paseo mar¨ªtimo el segundo veh¨ªculo de la c¨¦lula del Estado Isl¨¢mico que atac¨® en Catalu?a. ¡°No quiero hablar de este tema¡±, dice Su¨¢rez por tel¨¦fono desde su domicilio en Zaragoza. Su hermana Ana muri¨® tras ser apu?alada por los terroristas.

La dificultad de encarar el trauma es el com¨²n denominador entre las v¨ªctimas supervivientes y los allegados de los 16 fallecidos. Son pocos los que tienen fuerzas para afrontar en p¨²blico el duelo. EL PA?S ha contactado para este reportaje con los allegados de nueve de los fallecidos en los atentados, y solo en dos casos alguien ha accedido a explicar su purgatorio. En la mayor¨ªa de respuestas se argumenta que el dolor es todav¨ªa demasiado intenso. La ¨²nica fallecida en La Rambla que era residente en Barcelona fue Silvina Pereyra, una ciudadana de origen boliviano que trabajaba en el mercado de la Boqueria. Pereyra estuvo empleada en la parada de frutas y zumos Vidal Pons. Un representante de esta empresa prefiere no comentar aquellos hechos porque asegura que ¡°la experiencia fue muy bestia y todav¨ªa tenemos trabajadores an¨ªmicamente afectados¡±.

Alicia Su¨¢rez sufri¨® en Cambrils una fractura de pelvis y de cadera, y perdi¨® parte de la dentadura, seg¨²n explic¨® en junio al diario Heraldo de Arag¨®n su cu?ado, Roque Oriol, marido de Ana y tambi¨¦n herido en el ataque. Oriol contin¨²a en tratamiento psicol¨®gico y asegura que tiene secuelas de la hemorragia que sufri¨® en la cabeza. Oriol tampoco quiere aparecer en los medios.

Hay un momento en que tienes que dejar de pensar¡±, dice una afectada?

La principal excepci¨®n es Javier Mart¨ªnez, padre de Xavi, el ni?o de 3 a?os de Rub¨ª que perdi¨® la vida en Las Ramblas junto a su t¨ªo Francisco L¨®pez. Mart¨ªnez ha concedido varias entrevistas; en su ¨²ltima aparici¨®n, el 28 de julio en TV3, asegur¨® que la prensa no les ha dejado tener un duelo apropiado: ¡°Hay periodistas que hacen da?o, han de entender que somos personas que sufrimos. No nos han dejado tener el duelo¡±.

Mart¨ªnez tambi¨¦n ha insistido en que debe mejorarse el protocolo de atenci¨®n a los familiares: en su caso, no pudo enterrar al hijo hasta cuatro d¨ªas despu¨¦s de su muerte. Mart¨ªnez repite que lo que busca es que la muerte de Xavi ¡°sirva para algo¡±. Mart¨ªnez se ha interesado por los problemas de integraci¨®n de los terroristas de Ripoll e incluso ha querido conocer, sin conseguirlo, a los padres de estos. ¡°Yo quer¨ªa conocer a la familia. Como padre s¨¦ lo que es perder un hijo, pero perder un hijo, sabiendo lo que ha hecho, debe ser m¨¢s duro¡±.

Asumir la p¨¦rdida

Juan Zapatero es sacerdote y es primo de Conchita Vill¨¢n, la madre de Pau P¨¦rez, secuestrado y asesinado por el terrorista Yones Abouyaaqoub en su huida de Barcelona. Zapatero ofici¨® una misa por P¨¦rez y escribi¨® varios textos dedicados a su sobrino. Da apoyo emocional a los padres, residentes en Vilafranca del Pened¨¨s, para aceptar la muerte de Pau: ¡°Contin¨²an pasando por momentos de no cre¨¦rselo. No hay tiempo previo para asumir la p¨¦rdida. Yo les digo que no le den m¨¢s vueltas, porque se volver¨¢n locos¡±, explica Zapatero. Este familiar de Pau P¨¦rez destaca, como Garc¨ªa, que tardaron muchos d¨ªas en poder ver el cad¨¢ver y enterrarlo. Sus padres tambi¨¦n pasaron por un momento de obsesi¨®n, seg¨²n Zapatero, para saber exactamente c¨®mo muri¨® Pau, hasta que su abogado les convenci¨® de que lo mejor era no seguir insistiendo por el bien de su salud y recuperaci¨®n.

Fiona Wilson, inspectora de polic¨ªa de Vancouver (Canad¨¢) e hija de una de las v¨ªctimas extranjeras, Ian Moore Wilson, emiti¨® en agosto de 2017 un comunicado en el que ped¨ªa a los medios de comunicaci¨®n que no contactaran m¨¢s con la familia. Un a?o despu¨¦s sigue sin estar disponible.

Wilson describi¨® en aquel comunicado el perfil de su padre y tambi¨¦n agradeci¨® a varias personas la atenci¨®n dedicada a la familia durante el ataque, en especial a un ciudadano de Barcelona de nombre Albert que traslad¨® en su moto al hospital a un miembro de la familia. Heidi Nunes Tucker, mujer de Jared Tucker, estadounidense arrollado por los terroristas en Barcelona, tampoco ha respondido a la solicitud de este peri¨®dico. El a?o pasado explic¨® a la agencia Associated Press que quer¨ªa identificar y contactar con la ¨²ltima persona que habl¨® con su marido, un camarero de La Rambla que intent¨® salvarle la vida, seg¨²n vio en v¨ªdeos del atentado.

Caritg y su madre se trasladaron el d¨ªa del atentado en La Rambla de Sant Hip¨°lit de Voltreg¨¤ (Barcelona) a la capital catalana para hacer unas compras. ¡°Todav¨ªa hoy te haces muchas preguntas¡±, explica Caritg: ¡°Por qu¨¦ se permiti¨® si sab¨ªan que hab¨ªa riesgo; por qu¨¦ hay gente que tiene relaci¨®n con esta gente; por qu¨¦ perdimos a lo que m¨¢s queremos¡±. Caritg solo ha vuelto una vez a Barcelona, para visitar a un m¨¦dico, y no se imagina de nuevo visitando La Rambla: ¡°Ahora solo quiero tranquilidad, la naturaleza, evitar aglomeraciones. Ojal¨¢ vuelva a ser yo, en un tiempo¡±. Insiste: ¡°Hay que dejar de pensar¡±.