Ullate compone una figura de origami con lo mejor de su obra

Historias como Copp¨¦lia, Samsara y Wonderland se dan la mano bajo los mismos focos y sobre las mismas tablas durante casi tres horas. En total, 18 fragmentos de coreograf¨ªas creadas por el mismo Ullate y Eduardo Lao, actual director art¨ªstico, que tras este espect¨¢culo abandona despu¨¦s de 18 a?os el puesto. ¡°El objetivo era seleccionar un n¨²mero de piezas que han significado diferentes cosas durante varios momentos de mi vida. Tanto euf¨®ricos como melanc¨®licos¡±, cuenta Lao.

Lao reconoce vivir un d¨¦j¨¤ vu cuando, en este show, vuelve a bailar de nuevo junto a Luc¨ªa Lacarra, bailarina que le sustituir¨¢ como directora a partir de la nueva temporada teatral. ¡°La verdad es que va a ser muy agradable. Va a ser un baile lleno de emoci¨®n por todo lo que significa¡±, afirma.

Rodeados por espejos c¨®ncavos y envueltos en la m¨²sica de autores como Bach, Beethoven, Georges Bizet, John Williams y Max Richter, los bailarines transmutan constantemente la atm¨®sfera de la sala con cada paso. Del erotismo que transmiten los movimientos de Carmen hasta los gui?os autobiogr¨¢ficos de 2 you maestro. ¡°No es una de esas galas donde van pasando los numeritos¡±, dice Lao. En 30 a?os de danza, las diferentes historias se enlazan bajo un mismo hilo conductor que permite al espectador acomodarse durante el transcurso del espect¨¢culo sin notar ning¨²n atisbo de forcejeo y artificialidad entre cada extracto.

Ullate, que ya ha anunciado que se apartar¨¢ de la direcci¨®n de la compa?¨ªa para centrarse en la creaci¨®n de una casa de acogida para ni?os en situaci¨®n de exclusi¨®n, vuelve a demostrar que la danza es un veh¨ªculo para contar sentimientos, sensaciones e historias. Ya sea en silencio o vestida con la melod¨ªa de las pisadas de los bailarines o de los aplausos del p¨²blico.