Una necr¨®polis sin l¨ªmites
Las obras de la Sagrera dejan al descubierto 358 esqueletos de 68 fosas y los arque¨®logos creen que habr¨¢ m¨¢s
Las obras de la nueva estaci¨®n del AVE de La Sagrera en Barcelona que ha descubierto 68 fosas con 358 esqueletos podr¨ªa dar lugar ¡ªconforme avance la construcci¨®n de la infraestructura ferroviaria¡ª a la aparici¨®n de m¨¢s cuerpos. El responsable de intervenciones arqueol¨®gicas del Ayuntamiento, Josep Pujades, se mostr¨® cauteloso: ¡°Todav¨ªa no se ha encontrado los l¨ªmites de esta necr¨®polis¡±.
Seg¨²n las investigaciones que baraja el equipo de arque¨®logos de Pujades, los cad¨¢veres podr¨ªan pertenecer a algunos soldados de las tropas de Felipe IV que participaron en el asedio de Barcelona, de 1651, en la Guerra dels Segadors y que murieron como consecuencia de la peste. Ninguno de los cuerpos encontrados tiene indicios de haber fallecido de una muerte violenta y en la gran mayor¨ªa de casos se trata de hombres de entre 15 y 35 a?os.
Las obras de la estaci¨®n de la Sagrera son, a d¨ªa de hoy, casi testimoniales. En la confluencia de la Rambla Prim y la v¨ªa Trajana es donde los operarios han instalado su centro de operaciones. Una caseta desde la que proseguir unas obras que no tienen fecha final y que se realizan de forma casi intermitente. Lo que llev¨® ayer a los medios de comunicaci¨®n hasta la gran brecha urbana, que lleva a?os esperando cicatrizar en esta zona de Barcelona, no fue ninguna novedad en la infraestructura sino la imagen al descubierto ¡ªentre hist¨®rica y macabra¡ª de decenas de cuerpos amontonados y enterrados hace m¨¢s de 350 a?os y que las obras han sacado a la luz.
¡°Desde 2008, en todas las intervenciones de la zona ha habido arque¨®logos trabajando. En el a?o 2011 se localiz¨® una primera fosa y en meses encontramos doce fosas con 182 cad¨¢veres. Est¨¢bamos delante de enterramientos m¨²ltiples en algunas de las cuales hab¨ªa m¨¢s de 60 cuerpos¡±, aseguraba ayer Pujades.
El jefe de arqueolog¨ªa desnud¨® la hip¨®tesis con la que trabajan sus t¨¦cnicos a sabiendas de que en cualquier momento se puede desmontar con el hallazgo de una nueva pista. ¡°Cuando vemos cad¨¢veres amontonados es sintom¨¢tico de una crisis de mortalidad importante. Encontramos restos de cer¨¢micas que clar¨ªsimamente apuntaban a que se trataba de una necr¨®polis de mediados del siglo XVII. Estudiando la cartograf¨ªa hist¨®rica, observamos que entre este punto y el centro de la ciudad hab¨ªa un gran campamento de las tropas que estaban realizando el asedio de Barcelona. Sabemos que en esta ¨¦poca hubo peste y creemos que esa es la causa de la muerte de estos hombres de entre 15 y 35 a?os¡±, sostiene el jefe de arque¨®logos.
Los cuerpos ser¨¢n ahora analizados con la t¨¦cnica del carbono 14 para acotar la ¨¦poca de la que datan. ¡°Es dif¨ªcil saber si murieron de peste. No hay cepas de aquella ¨¦poca¡±, puntualiz¨®. La excavaci¨®n se alargar¨¢ durante unos d¨ªas, en la que pueden aparecer m¨¢s cuerpos.
El futuro de los cad¨¢veres enterrados
El futuro de los cuerpos de soldados que participaron en el asedio de Barcelona durante la Guerra dels Segadors es protocolario. Los cad¨¢veres se llevar¨¢n al almac¨¦n del Museu d'Hist¨°ria de Barcelona (Muhba) en la Zona Franca, donde los t¨¦cnicos del Consistorio realizar¨¢n un estudio antropol¨®gico ¡ªlas relaciones de filiaci¨®n, sexo, edad biol¨®gica y qu¨¦ enfermedad pudieron padecer¡ª, y despu¨¦s se guardar¨¢n en el Archivo Arqueol¨®gico.
Hay cad¨¢veres que han aparecido perfectamente colocados en osarios comunes, mientras que en las fosas m¨¢s grandes estaban tendidos y amontonados como si hubiesen sido descargados con cierta prisa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.