Hallados 358 esqueletos de soldados de la Guerra dels Segadors en Barcelona

Los trabajos arqueol¨®gicos que se llevan a cabo en las obras de la nueva estaci¨®n del AVE de La Sagrera en Barcelona han puesto al descubierto 68 fosas con 358 esqueletos que se baraja que sean soldados de la Guerra dels Segadors (1640-1652). Una cifra que sube semana a semana desde el pasado mes de abril cuando se reanudaron las obras ferroviarias: "Es normal porque se trata de una necr¨®polis y a medida que se avanza salen m¨¢s", explica Josep Pujades, director del Servicio de Arqueolog¨ªa del Ayuntamiento de Barcelona.? A falta de realizar las pruebas del carbono-14 para ubicar los restos en el tiempo, el Servicio de Arqueolog¨ªa de Barcelona trabaja con la hip¨®tesis de que sean fosas de soldados de las tropas de Felipe IV que participaron en el cerco de Barcelona en 1651 y que probablemente murieron por la peste: "Lo deducimos porque no se han encontrado indicios que apunten a una muerta violenta, por heridas. Y por la constancia de que fueron unos a?os en los que la peste azot¨® Barcelona". El equipo liderado por Pujades ya document¨® esta necr¨®polis en una primera campa?a que se realiz¨® entre 2011 y 2012 y sospechan que se extiende m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de estas obras. Est¨¢n convencidos de que si se sigue trabajando hacia la Rambla Prim, donde se construir¨¢ un nuevo colector, se encontrar¨¢n m¨¢s restos.?

Los arque¨®logos, que esperan acabar sus trabajos en unas semanas, han hallado, en esta campa?a de trabajo, 68 fosas, de las cuales han abierto 65. De los esqueletos que se han hallado hasta ahora, la mayor¨ªa corresponden a hombres de entre 15 y 35 a?os, solo hay algunas mujeres, seg¨²n ha avanzado La Vanguardia. A pesar de que los especialistas creen que los hombres murieron infectados por la peste, alg¨²n esqueleto presenta se?ales de peque?as fracturas: "pero no como los desencadenantes de la muerte, seg¨²n los primeros indicios".

La necr¨®polis, seg¨²n han reconstruido los especialistas, estuvo ubicada en terrenos de lo que entonces era el municipio de Sant Mart¨ª de Proven?als y se situ¨® en la retaguardia, entre 500 ¨® 600 metros por detr¨¢s de lo que fue el asentamiento militar que avanzaba hacia Barcelona:? "En algunos casos, los cuerpos aparec¨ªan colocados de forma capitular. Pero en otras fosas estaban alineados sin orden alguno. Cabe suponer que esos enterramientos se hac¨ªan con cierta premura. No es lo mismo que los enterramientos que se hac¨ªan en los camposantos dentro de la ciudad y probablemente por eso tampoco hay indicios de que se enterrasen con cal, una precauci¨®n que s¨ª se tomaba en la ciudad para acelerar la descomposici¨®n y anular los riesgos de expansi¨®n de la peste. Tambi¨¦n se ha descartado que se trate de una necr¨®polis cercana a alg¨²n hospital de campa?a del ej¨¦rcito invasor porque de ser as¨ª hubi¨¦ramos encontrados cuerpos con otro tipo de patolog¨ªa causante de la muerte, o heridas evidentes del campo de batalla y no es el caso". Igualmente, la necr¨®polis, que se descubri¨® en 2012 y que sigue aflorando a poca profundidad de la superficie, no se relaciona con centros de culto ya que en esa ¨¦poca no hab¨ªa ninguna, la m¨¢s cercana ser¨ªa la de Sant Andreu, a bastante distancia de la necr¨®polis.

Pujades ha explicado que probablemente el camposanto era m¨¢s extenso porque algunas fosas ya estaban arrasadas cuando este ¨¢rea situada ahora en plena ciudad eran tierras de cultivo. Adem¨¢s de los esqueletos, los arque¨®logos tambi¨¦n han encontrado restos materiales y de indumentaria, y alg¨²n fragmento de cer¨¢mica que esperan que confirme que se trata de la ¨¦poca y de los individuos de la Guerra dels Segadors.

Todos los restos hallados est¨¢n siendo trasladados al almac¨¦n del Museo de Historia de Barcelona en la Zona Franca, donde ser¨¢n sometidos a estudios exhaustivos para confirmar las hip¨®tesis de los arque¨®logos, que han documentado a trav¨¦s de planos de la ¨¦poca que junto a este lugar, en Sant Mart¨ª de Proven?als, hubo un campamento militar enorme de las tropas de Felipe IV.