El ¡®top manta¡¯, un problema sin soluci¨®n y un arma arrojadiza

El pasado 8 de agosto, la oposici¨®n en el Ayuntamiento de Barcelona reprob¨® a Colau al frente del Consistorio. PDeCAt, Ciudadanos, ERC, PSC y PP se unieron de nuevo contra BCom¨². Solo dos partidos de la oposici¨®n han gobernado la ciudad. El PSC, desde la restauraci¨®n de la democracia hasta 2011, y CiU (ahora PDeCAT) entre 2011 y 2015. Ambas formaciones toparon con el problema del top manta que ahora echan en cara a Colau.

Semanas antes de que comenzara la campa?a de Navidad de 2003, y con Joan Clos en la alcald¨ªa, el entonces concejal de seguridad, Jordi Hereu, se comprometi¨® a destinar medio centenar de agentes de la Guardia Urbana a controlar la venta ambulante ilegal. Un fen¨®meno que iba con toda claridad en aumento. Seg¨²n las estad¨ªsticas del propio Consistorio, en el 2000 la Guardia Urbana hab¨ªa realizado 19.159 intervenciones; en 2001, 22.703 y en 2002, 25.124.

En agosto de 2010, con Hereu ya como alcalde, el fen¨®meno de la venta ilegal segu¨ªa creciendo y el socialista defend¨ªa la acci¨®n policial como principal aliado para luchar contra los manteros. ¡°Estamos a favor del estricto cumplimiento de la legalidad y por ello intensificaremos la lucha policial, siempre lo hemos hecho as¨ª¡±, aseguraba Hereu. Pese a ello, el discurso del primer edil comenzaba a tener peros: ¡°A pesar de todo, este es un fen¨®meno que nunca se consigue erradicar del todo¡±, se justificaba. En 2007, la Guardia urbana interpuso 32.913 denuncias por venta ambulante; en 2008, 39.442, en 2009, 54.020, en 2010 fueron 60.964 y en 2011, 66.107.

En junio de 2011, Xavier Trias lleg¨® a la alcald¨ªa en plena crisis del PSC y prometiendo, entre otros, acabar con el top manta que se hab¨ªa cronificado en las calles. Las denuncias fueron creciendo, pero tambi¨¦n los enfrentamientos entre agentes de la Guardia Urbana y vendedores ilegales. En agosto de 2014, el convergente admit¨ªa: ¡°Controlar esta venta es dif¨ªcil¡±. Pese a ello, prometi¨® ser constante para hacer llegar un mensaje a los manteros: ¡°No les queremos aqu¨ª¡±. Ante los enfrentamientos entre agentes y vendedores ilegales, el alcalde convergente asegur¨® que eran hechos ¡°inadmisibles¡±, defendi¨® a los agentes de la Urbana y anunci¨® que actuar¨ªa, ante cualquier agresi¨®n de los manteros, ¡°con toda contundencia¡±. En 2012 los agentes realizaron 69.974 denuncias, en 2013, 74.172, en 2014, 75.237 y en 2015, 63.193.

Colau llega al Consistorio en mayo de 2015 en plena crisis, como cada verano, de la venta ilegal. Fue entonces cuando se encarg¨® al intendente mayor de la Urbana, Evelio V¨¢zquez, dise?ar un protocolo que prohib¨ªa a los agentes acceder al interior del metro persiguiendo a manteros para no ponerles en riesgo. El documento recomendaba contactar con los Mossos si una intervenci¨®n se convert¨ªa en un problema de orden p¨²blico. El protocolo apostaba por desgastar las zonas con patrullajes continuos. Cuando las directrices pol¨ªticas de los Mossos apostaron por apoyar la lucha contra la venta ilegal el protocolo funcion¨® en algunos puntos. Crearon mesas con el resto de administraciones e intentaron trabajar de forma coordinada. De hecho, no solo se actu¨® policialmente, En 2016 la Urbana interpuso la cifra r¨¦cord de 79.255 multas. El a?o pasado fueron 63.971.

El gobierno de Ada Colau ha dise?ado planes de trabajo y financiado una cooperativa que ha dado, en total, trabajo a 69 vendedores. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, sostiene que el problema del top manta?¡°pasa por permitir, m¨¢s all¨¢ de las restricciones absurdas de la normativa de extranjer¨ªa, que las personas que est¨¢n en la calle puedan trabajar de forma legal¡±.