Dos visiones opuestas de la Diada
Una familia que nunca falta a la manifestaci¨®n independentista y amigos de Tarragona que no se identifican con las movilizaciones
Dos visiones opuestas de una misma jornada. Hablamos con una familia de Arenys de Munt (Barcelona) que nunca falta a la manifestaci¨®n independentista y amigos de Tarragona que no se identifican con las movilizaciones. Estos son sus argumentos.
¡°Esto es picar piedra, pero no hay que bajar los brazos¡±
No fallaron. Como cada a?o desde el inicio del proc¨¦s.?11 de septiembre? A Barcelona. A la manifestaci¨®n independentista. La familia Roig-Riera, de Arenys de Munt ¡ªel primer municipio que celebr¨® una consulta sobre la independencia de Catalu?a, en 2009¡ª tampoco falt¨® este a?o. Tres generaciones. Este martes, por primera vez, se quedaron en casa los mayores. Con todo, en total, sumando familia y amigos, eran una veintena.
¡°Alcanzar la independencia costar¨¢ mucho, pero cada a?o somos m¨¢s¡±, afirmaba Santi Roig: ¡°Esto es picar piedra, quien piense que ser¨¢ de un d¨ªa para otro se equivoca. Ser¨¢ largo, pero no hay que bajar los brazos¡±. De hecho, se interrumpi¨® Roig, s¨ª faltaron a la movilizaci¨®n de una Diada, la del a?o pasado: ¡°Pero para compensar, nos fuimos a la manifestaci¨®n de Bruselas¡±, se disculp¨®.
Ayer, al kit de la manifestaci¨®n (comida, bebida, senyeres estelades, la camiseta reglamentaria), sumaron bolsas de pl¨¢stico amarillas para responder a la llamada de colgar lazos exigiendo la libertad de los l¨ªderes independentistas presos. ¡°Llevan un a?o en la c¨¢rcel porque defendieron lo que nosotros les pedimos que hicieran¡±, se emocionaba Xavi, otro integrante del grupo. Cree que hay motivos para desear m¨¢s que nunca la independencia de Catalu?a. Es de los que estar¨ªa dispuesto a ir a la c¨¢rcel... ¡°si no fuera por la familia¡±.
La mujer de Roig, Anna Riera, celebraba los cambios que ha observado en seis a?os de manifestaciones independentistas: ¡°La gente va cambiando, hemos visto catalanes que no son independentistas pero que se han dado cuenta de que no somos tan malos y tambi¨¦n ven c¨®mo nos tratan en el pa¨ªs donde viven sus hijos¡±.
Casi un a?o despu¨¦s del refer¨¦ndum (que vivieron con emoci¨®n por la movilizaci¨®n y con rabia por la actuaci¨®n policial); y de la fallida declaraci¨®n de independencia, estos fieles independentistas solo lanzan una cr¨ªtica a los l¨ªderes del proc¨¦s: ¡°La incapacidad para ir todos los partidos a una¡±. Por lo dem¨¢s, aseguran que el independentismo ha actuado correctamente: ¡°No sabemos todo lo que pas¨®. Si llegan a saber que estar¨ªan como ahora, presos y exiliados, quiz¨¢s no hubieran dado marcha atr¨¢s¡±.
Los Roig-Riera y sus amigos descartaban ayer que la soluci¨®n al conflicto pol¨ªtico entre Catalu?a y Espa?a llegue de Madrid. ¡°La ¨²nica diferencia entre el PP y PSOE es el color del logotipo¡±, precisaba Santi. Su amigo Ricard a?ad¨ªa que la soluci¨®n, si llega, lo har¨¢ ¡°porque interviene Europa¡±. El grupo subrayaba el ambiente festivo de las movilizaciones y lamentaba que ¡°la represi¨®n y la violencia siempre viene del otro lado¡±. ¡°1-O, agresiones a los que retiran lazos... si nos quieren en Espa?a, ?por qu¨¦ nos pegan?¡±, preguntaba Roig.
¡°No es una manifestaci¨®n para todos los catalanes¡±
A la misma hora que la manifestaci¨®n de la Diada arrancaba en Barcelona, cuatro amigos remataban su almuerzo en una terraza de Tarragona. Dani, de Castellvell del Camp, un peque?o pueblo pegado a Reus, y Elisabet, de Tarragona con ascendencia cordobesa, comparten mesa con Francisco, de Barcelona y con ra¨ªces en Sant Boi de Llobregat, y con su acompa?ante, una chica de nacionalidad ucraniana atenta a la conversaci¨®n y que apenas mascullar¨¢ unas palabras para pedirle a Francisco que baje la voz.
¡°Nunca¡±, responden sobre si alguna vez han asistido a la manifestaci¨®n de la Diada. ¡°No es una manifestaci¨®n para todos los catalanes, solo para unos cuantos¡±, alega Francisco. ¡°Huyo de los extremismos¡±, apostilla Dani, antes de desplegar una conocida teor¨ªa sobre el auge del independentismo: ¡°Ha servido para tapar la corrupci¨®n de Pujol y compa?¨ªa¡±. Francisco abunda en las conjeturas sobre el influjo de la escolarizaci¨®n y dice que es en los colegios donde se siembra la semilla para hacer florecer independentistas: ¡°En las escuelas catalanas a los ni?os se les ense?a que Crist¨®bal Col¨®n fue catal¨¢n¡±.
Los dos se declaran ¡°buenos amigos¡±. Francisco define a Dani como ¡°muy catal¨¢n¡± porque domina el idioma. ¡°Puede ser, pero me siento m¨¢s c¨®modo entre gente que ha llegado de fuera, de Andaluc¨ªa, por ejemplo, que entre catalanes de pura cepa¡±, cuenta Dani. Cuando se le preguntan los motivos de tal sentimiento, esgrime que el perfil independentista tipo denota ¡°prepotencia y superioridad¡±.
Francisco agrega que la supuesta supremac¨ªa no va asociada a la pureza del linaje: ¡°Los peores, los m¨¢s radicales, son los que provienen de familias castellanas, se averg¨¹enzan de los suyos¡±, sentencia. Elisabet les desmiente: ¡°No estoy de acuerdo¡±. Se siente igualmente lejos del independentismo, pero pide ¡°respeto¡± por las opiniones de los dem¨¢s: ¡°Mi mejor amiga es independentista, y sus padres son extreme?os, para nada siente verg¨¹enza de su familia¡±, asegura. El camarero llega para retirar los platos y aprovecha para deslizar una nota de lo que han tomado que roza los 80 euros. ¡°Aqu¨ª somos espa?oles, pero lo respetamos todo¡±, dice cuando advierte el tono de la charla.
Al introducir en el debate la situaci¨®n de los pol¨ªticos presos, Dani y Elisabet muestran coincidencias de criterio: ¡°Me parece muy mal que se meta en la c¨¢rcel a la gente por defender sus ideas, la libertad de expresi¨®n es fundamental¡±, opina ¨¦l. ¡°Hubiera sido necesario resolver las cosas de una manera m¨¢s sutil, sin llegar tan lejos¡±, considera ella. Francisco, en cambio, cree que la c¨¢rcel es justa y necesaria: ¡°Fue un golpe de Estado, y Tejero bien que pag¨® lo suyo¡±. Las consecuencias del proc¨¦s generan controversia. Para Francisco, el ¡°enfrentamiento civil¡± est¨¢ al caer; Elisabet y Dani abogan por el di¨¢logo.
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