Vivir siempre en dieta
La persona que est¨¢ delgada es la que tiene suficiente voluntad de comerse s¨®lo un trocito, de comer en un plato de postres, hacer ejercicio y beber un litro m¨¢s de agua
Hay personas especiales. Hombres y mujeres an¨®nimas que brillan en los lugares menos esperados. Personas que ves pocas veces al a?o, pero cuando las ves, conectas y ya te r¨ªes. Ella, Juana (nombre ficticio), trabaja en una consulta m¨¦dica, es enfermera, tiene 50 a?os y dos hijos. Llevo meses pensando que ella se merece que alguien cuente su guerra personal. Y claro, respetando su punto de vista: el humor. Mientras esperamos al doctor, Juana me explica que su nueva dieta le lleva a ponerse unos audios cuando se mete en la cama para evitar que su hambre vaya a m¨¢s. Y no podemos parar de re¨ªr pensando en la cara que pone su marido. ¡°Yo me duermo antes de acabar¡±, confiesa. ¡°Dura un rato, 18 minutos¡±. Hay que relajarse, indica el audio, elegir un punto de concentraci¨®n, realizar respiraciones profundas y dejar ir las preocupaciones.
La ¨²ltima dieta de Juana es el M¨¦todo Navarro. ¡°Empec¨¦ muy bien y perd¨ª peso. No es una dieta, sino un cambio de actitud ante la comida. Te ense?a a controlar las emociones y a saber qu¨¦ es lo que te hace comer. Te ense?a a comer despacio y te obliga a no hacerlo ante la tele o el tel¨¦fono m¨®vil. ?l te dice que te sientes, te pares a comer y seas consciente de lo que est¨¢s saboreando¡±. Saca su m¨®vil y me pone uno de los audios.
Juana es una experta en la materia. Lo ha probado todo. Lleva 15 a?os en dieta permanente. Cuando no es la Dunkan, es otra, acupuntura o separar alimentos por colores o propiedades. Siempre est¨¢ atacando el peso y, lo peor, siempre est¨¢ pensando en ello. Hoy, me cuenta con orgullo, no ha tocado ni una tortita de ma¨ªz del paquete que tiene en la taquilla y ha bebido mucha agua. ¡°Esto no lo pongas¡, pero me sobran 30 kilos, estoy hecha una vaca andante, pero estoy contenta porque estoy aqu¨ª¡±. Una injusticia, proclama hablando de la comida. Y recuerda a su padre, un hombre de la posguerra que siempre le dec¨ªa: ¡°Yo he pasado mucha hambre, antes no com¨ªamos porque no ten¨ªamos para comer y ahora que puedo comer no me dejan porque me sube la presi¨®n o el az¨²car¡±.
Juana no est¨¢ sola. Todos los miembros de su familia, todos ellos delgados, le apoyan. Pero lo hacen porque quieren que est¨¦ bien de salud. ¡°Yo disfruto comiendo, me gusta todo. Es un castigo de la vida. Me siento dependiente; como el que se engancha al alcohol o al tabaco, yo lo estoy a la comida¡±. Son muchos los hombres y mujeres que batallan contra el peso. ¡°Respecto al n¨²mero de personas que quieren perder peso y hacen cambios puntuales de la dieta para conseguirlo, las encuestas nos dicen que va por rachas. Antes del verano se pone a dieta el 80% de la poblaci¨®n, durante el a?o pr¨¢cticamente todas las personas con exceso de peso, que son un 60%, lo han intentado en alg¨²n momento¡±, explican en la SEEDO (Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Obesidad). ¡°Por lo general, todas las personas que se ponen a dieta, sea cual sea la opci¨®n a corto plazo, pierden peso. Otra cosa es cu¨¢nto tiempo son capaces de mantenerlo. La p¨¦rdida de peso suele durar unos 6 meses y a partir de ah¨ª el peso se recupera y al a?o pr¨¢cticamente el 80% lo han recuperado. Las claves para mantenerse delgado son que la dieta te ense?e a comer, que te ayude a cambiar el patr¨®n que te hizo engordar y que aumentes y mantengas la actividad f¨ªsica¡±.
Qu¨¦ r¨¢pido se acaba la tarrina enana del helado de chocolate belga. ¡°A m¨ª no me pasa como en el anuncio de Tarradellas, que con un fuet se harta media casa¡±, explica Juana. ¡°No lo entiendo: yo cojo medio fuet y me lo zampo sola. Siempre pienso que en esa casa del anuncio est¨¢n a dos velas¡±.
Solo se pone seria cuando entra en los motivos reales de su estado, que no est¨¢n en el est¨®mago sino en la mente. Para ella, lo m¨¢s dif¨ªcil es el control de las emociones. ¡°El problema es la parte emocional. La dieta ideal ser¨ªa la que propusiera insertar un chip en la cabeza que te programara y te advirtiera de qu¨¦ es lo que no toca comer. En lugar de comerte la tableta entera, te comes un trocito. La persona que est¨¢ delgada es aquella que tiene la suficiente voluntad de comerse un trocito nada m¨¢s, de comer en plato de postre, hacer ejercicio y beber un litro de agua m¨¢s¡±. Y sube la voz: ¡°Estoy hasta las narices de todas las dietas porque no existe ninguna que te haga cambiar el chip. M¨¦todos que adelgacen son todos buenos, pero pierdes peso, te despistas un poco, te comes una hamburguesa, un plato de pasta y boom, vuelves a ganar. Como has probado, sigues y te vas cargando de kilos otra vez. Toda la gente que pierde peso se mantiene muy estricto de lunes a viernes y el fin de semana se da el fest¨ªn. Y luego, pi?a el lunes porque ha cenado pizza el s¨¢bado. Y luego est¨¢n las que se machacan en el gimnasio. Yo s¨ª voy al gimnasio y me lo paso bomba, hago spinning y sudo como una cerdita... El problema es que al salir no hago lo que tengo que hacer¡±. Porque s¨ª, claro, que Juana es de verdura y un pescadito a la plancha, pero tambi¨¦n es de las que no entiende un postre tras una buena paella. ¡°A m¨ª me han educado de una manera que, claro¡ no puedes dejar nada en el plato, no te puedes ir a dormir sin cenar porque era un pecado..., toda una serie de cosas que han arraigado bien en mi coco. Yo paro cuando se acaba la tableta de chocolate o no quedan m¨¢s magnums en la nevera¡±.
Cuando Juana no quiere pensar en las dichosas dietas, siempre hay alguien en la consulta que se lo recuerda: ¡°Aqu¨ª toda la gente que viene habla de dietas, de f¨²tbol y del proc¨¦s, que estoy tambi¨¦n del proc¨¦s hasta el cogote. Lo peor son las dietas, porque el proc¨¦s se va a acabar ya si Dios quiere, pero las dietas no; bueno, el f¨²tbol tampoco; pero ellas son la historia de mi vida¡±.
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