Junqueras toma la iniciativa para frenar a Puigdemont

Tras unos meses de desaz¨®n por su encarcelamiento, las consecuencias derivadas de la consulta ilegal y la declaraci¨®n de independencia del a?o pasado, Oriol Junqueras ha tomado la iniciativa pol¨ªtica frente a Carles Puigdemont para tratar de convertir a su partido en la fuerza hegem¨®nica del independentismo. La estrategia del l¨ªder de Esquerra Republicana pasa por marcar perfil propio y que su partido deje de aparecer como comparsa del expresidente de la Generalitat, con la vista puesta en las municipales y un posible adelanto electoral en Catalu?a.

La relaci¨®n personal de Puigdemont y Junqueras se acab¨® el 27 de octubre de 2017, tras la proclamaci¨®n de la independencia en el Parlament. El expresidente convoc¨® a sus consejeros al cabo de dos d¨ªas en el sur de Francia, antes de anunciar que hab¨ªa huido, y el l¨ªder de Esquerra no acudi¨® a ese encuentro porque ten¨ªa un compromiso familiar ineludible.

ERC ha acompa?ado estos meses a Junts per Catalunya en su estrategia de intentar investir a Puigdemont o a cualquier otro candidato de su lista, pero la realidad se ha impuesto y quien ocupa la presidencia ahora es Quim Torra. Y no solo eso, sino que Mariano Rajoy ya no est¨¢ en La Moncloa y el escenario de confrontaci¨®n con el Estado que a¨²n defiende Puigdemont no es secundado por Esquerra, que apuesta por ensanchar la base social del independentismo para forzar al Gobierno a negociar un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n.

Esquerra aparece como ganadora en las encuestas si se celebrasen elecciones en Catalu?a y Junqueras pretende llegar a ese escenario de la mejor manera posible. La primera decisi¨®n de calado ha sido colocar de alcaldable de Barcelona al consejero de Acci¨®n Exterior, Ernest Maragall, mientras a¨²n no se sabe qu¨¦ piensa hacer Puigdemont ni cu¨¢l es su candidato.

Lo que s¨ª tiene claro Esquerra es que no se sumar¨¢ a una lista conjunta promovida por el expresidente para las municipales del pr¨®ximo mes de mayo y conf¨ªa en lograr la alcald¨ªa, incluso con el apoyo de la lista de Ada Colau, para aumentar su influencia en el tablero pol¨ªtico catal¨¢n.

El partido de Junqueras ya se plant¨® ante Junts per Catalunya el pasado 18 de julio, cuando el pleno previsto en el Parlament para ese d¨ªa hubo de aplazarse ante las discrepancias de ambas formaciones sobre la sustituci¨®n de los seis diputados suspendidos por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.

Esquerra no piensa dar su brazo a torcer y cree que lo que vale para Junqueras tambi¨¦n ha de valer para Puigdemont, algo que se niegan a aceptar en Junts per Catalunya. El desacuerdo contin¨²a, pero debe estar resuelto para el 2 de octubre, cuando se inicie el debate de pol¨ªtica general. Si no fuera as¨ª se suspender¨ªa la sesi¨®n y la divisi¨®n en el independentismo se har¨ªa a¨²n m¨¢s profunda.

Las diferencias entre ambas formaciones no son nuevas y se arrastran desde hace a?os, pero Esquerra ha ido cediendo una y otra vez con el argumento de no romper la unidad de acci¨®n del secesionismo y, sobre todo, porque los resultados en las urnas nunca la han situado como primera fuerza secesionista. Sucedi¨® en 2015, cuando Junqueras acept¨® a rega?adientes la lista unitaria de Junts pel S¨ª que hizo presidente a Artur Mas.

Sin embargo, ambas formaciones independentistas acudieron por separado a las elecciones del pasado 21 de diciembre. Esquerra confiaba en que, esa vez s¨ª, podr¨ªa pasar por delante de los posconvergentes, pero tampoco sucedi¨®. Puigdemont pudo hacer campa?a desde Bruselas y explotar su desaf¨ªo al Estado, mientras que Junqueras vivi¨® esos d¨ªas en la c¨¢rcel de Estremera. Los republicanos creen que para evitar una nueva derrota es necesario empezar ya a mover ficha y rentabilizar tambi¨¦n las discrepancias que mantiene Puigdemont con el PDeCAT y su intento de liderar una nueva formaci¨®n absolutamente personalista.