¡°La radio fomenta la imaginaci¨®n¡±
El locutor celebra 45 a?os de su programa musical 'Toma Uno'. Varias bandas le rinden homenaje en el Bogui Jazz
Comenz¨® hace 45 a?os en un peque?o estudio de la calle Manuel Silvela de la desaparecida Onda 2. Desde entonces, Manolo Fern¨¢ndez (1952, Madrid) no ha parado de hacer Toma Uno, el programa musical radiof¨®nico ¡ªreferente en Espa?a del country y dem¨¢s derivados de la m¨²sica norteamericana de ra¨ªces¡ª que dirige ahora en Radio 3 con la voz templada y las botas puestas. Ayer, varias bandas le homenajearon en el Bogui Jazz. Hoy, en la misma sala otro pu?ado de grupos repite tributo a este forajido de las ondas.
?Qu¨¦ te ha dado la radio que te ha enganchado tanto?
Quiero creer que la radio fomenta la imaginaci¨®n. Al menos eso ocurr¨ªa antes que meti¨¦ramos una webcam en un estudio y jug¨¢ramos a hacer televisi¨®n est¨¢tica, viendo a alguien delante de un micr¨®fono, con los auriculares puestos utilizando el lenguaje gestual propio de un medio como este. La voz era el ¨²nico nexo de uni¨®n con los oyentes. Eso es magia.
?Qu¨¦ piensas cada vez que aparece la lucecita roja en el estudio y tienes el micro delante?
Que ah¨ª est¨¢n ¡°los m¨ªos¡±. Cada vez que se enciende esa lucecita roja sigo sintiendo un cierto cosquilleo que tiene un enorme tinte de responsabilidad. Con el paso del tiempo no se me ha pasado.
?Qu¨¦ te llev¨® a hacer radio?
Sobre todo, el transistor que mi madre, una mujer sabia, ten¨ªa siempre encendido en la cocina de casa. Y un programa de ?ngel ?lvarez, amparado siempre por los guiones maestros de Charlie Dom¨ªnguez, llamado Caravana Musical. Yo quer¨ªa ser m¨¦dico, pero por culpa de aquella pareja maravillosa he terminado siendo ¡°radi¨®logo¡±.
?Escuchabas mucha radio de ni?o?
Antes de que la televisi¨®n llegara a mi hogar, fue la radio la que reun¨ªa a la familia. Adem¨¢s del peque?o transistor de la cocina hab¨ªa un enorme aparato de radio de v¨¢lvulas en el comedor de casa que permit¨ªa mostrar la habilidad de cada uno de nosotros para sintonizar una emisora audible. Sol¨ªa ser m¨¢s reconfortante escuchar las de Onda Corta que las oficiales de la ¨¦poca.
?C¨®mo era hacer radio en Madrid en aquellos tiempos con el franquismo?
Como m¨ªnimo era arriesgado. Todas las emisoras ten¨ªamos que conectar a las dos del mediod¨ªa y a las diez de la noche con el Diario Hablado de Radio Nacional de Espa?a. Adem¨¢s, Popular FM ten¨ªa dependencia directa de la Iglesia y a las doce del mediod¨ªa era La Hora del Angelus y a las ocho de la tarde se transmit¨ªa el rosario, al margen de la misa de los fines de semana y ¡°fiestas de guardar¡±. Por otra parte, la censura era constante. Hab¨ªa que entregar un listado de las canciones emitidas, que casi nunca se ajustaban a la realidad. Nos cerraron la emisi¨®n varias veces, pero siempre salimos adelante. Fue un tiempo irrepetible. Ten¨ªamos una cierta sensaci¨®n de ser pioneros en un cambio que se iba a producir irremediablemente.
Cuando todo el mundo estaba con la movida, t¨² ibas hablando de country. ?C¨®mo lo llevabas?
Yo bien, muy bien. La movida nunca me interes¨®. De hecho, cuando se gest¨® aquel supuesto homenaje a Canito, bater¨ªa de Tos (luego Los Secretos), en la Escuela de Caminos de la Complutense de Madrid decid¨ª que aquello no iba conmigo. Quienes hab¨ªan abominado de aquel grupo, e incluso les hab¨ªa insultado a micro abierto, d¨ªas antes de su desgraciada muerte se subieron a aquel escenario. Yo escrib¨ª sobre ello en La Gu¨ªa del Ocio de Madrid donde tambi¨¦n trabajaba¡ y lo censuraron. Lo hab¨ªa titulado Dejadle morir en paz. Tal vez resulte curioso para algunos comentar que tuve un programa semanal en Popular FM que se llamaba La apisonadora (rock and roll por una hora), compartido con Javier Parra, en el que sonaban, en la segunda mitad de los 70, Graham Parker & The Rumours, Nick Lowe, Boomtown Rats, Elvis Costello, Dave Edmunds, Romantics, Ramones, Flash and the Pan, Joe Jackson y muchos m¨¢s.
Entonces, la m¨²sica americana de ra¨ªces no era tan bien vista en este pa¨ªs.
Si no sabes de algo, te preguntan por ello y quieres quedar bien¡ crit¨ªcalo. Esa ha sido norma com¨²n en cuanto a la m¨²sica de ra¨ªces norteamericana. Estoy bastante alejado de los t¨®picos. Por ejemplo, no creo que las pel¨ªculas de Oeste sean un referente imprescindible del country. De hecho, los grandes compositores de las legendarias bandas sonoras de pel¨ªculas del Oeste parecen estar bastante alejados de esos patrones preconcebidos. El mejor ejemplo pudiera ser Dimitri Tiomkin, que era ucraniano y escribi¨® las partituras de S¨®lo ante el peligro, Rio Bravo, Duelo de titanes o El ?lamo.
Una infancia en Ribera de Curtidores
¡°Madrid siempre ha sido tan cambiante como acogedora¡±, dice Manolo Fern¨¢ndez, quien naci¨® en una calle ¡°muy empinada¡± de El Rastro. ¡°Muchas noches de verano jug¨¢bamos al f¨²tbol con una pelota de papeles y trapos. A¨²n me pregunto c¨®mo era posible que lleg¨¢ramos a marcar goles en la porter¨ªa de arriba¡±, cuenta. Y afirma que Madrid es ¡°la gente¡± y no deja de recordar toda aquella que marc¨® su infancia en Ribera de Curtidores: ¡°El panadero, la due?a de la lecher¨ªa, el churrero, mi primer maestro, aquel se?or que en la esquina de la calle vend¨ªa chucher¨ªas, el sereno, los vecinos de la corrala de mi t¨ªa, las ca?as de los domingos en la plaza de Cascorro, los muchos vinilos que compraba en El Rastro¡¡±
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