Puigdemont abre la puerta a un refer¨¦ndum sobre Catalu?a en toda Espa?a
El expresidente insiste en europeizar la crisis catalana en un libro presentado este martes
En holand¨¦s, franc¨¦s y catal¨¢n. Los idiomas en los que est¨¢ disponible el nuevo libro de Carles Puigdemont son una declaraci¨®n de intenciones sobre su inter¨¦s por llevar el discurso independentista a nuevos rincones de Europa. Aprovechando el potente altavoz medi¨¢tico de que dispone en Bruselas, donde hay acreditados m¨¢s de 1.000 periodistas, el expresidente de la Generalitat quiere avivar la vertiente continental del debate catal¨¢n para que no quede relegado a un asunto dom¨¦stico. Y lo hace desde el t¨ªtulo de la obra: La crisis catalana, una oportunidad para Europa. Nacido de sus conversaciones con el periodista belga Olivier Mouton, el escrito incluye alguna revelaci¨®n sorprendente. Entre ellas, su disposici¨®n a dialogar sobre la celebraci¨®n de una consulta sobre la independencia de Catalu?a en la que no solo pudieran votar los catalanes, sino todos los espa?oles. "Si Espa?a lo propusiera, estar¨ªamos dispuestos a hablar de ello. Yo no cerrar¨ªa esta puerta (...). Aunque perdi¨¦semos esa consulta, saldr¨ªamos ganando", afirma.
La frase tiene una apariencia de treta estrat¨¦gica. La consulta en todo el pa¨ªs como primer paso para otra futura ¨²nicamente en Catalu?a. Como si se tratara de un mero entrenamiento democr¨¢tico antes del partido decisivo. Sabe que aunque la votaci¨®n fuera nacional, el resultado en Catalu?a se observar¨ªa con lupa y se leer¨ªa principalmente as¨ª: en clave catalana. En la presentaci¨®n del libro, celebrada en la ma?ana de este martes, Puigdemont ha repetido su oferta. "Nuestro prop¨®sito es hacerla solo en Catalu?a, la mayor¨ªa de referendos se han hecho en el territorio que quiere ser un Estado con la excepci¨®n del sufragio de los ciudadanos franceses sobre la independencia de Argelia. Pero si Espa?a cree que debe ser votada en el conjunto del pa¨ªs, podemos discutirlo. Ser¨ªa un gran progreso", ha se?alado.
Preguntado sobre si aceptar¨ªa que alg¨²n territorio favorable a seguir formando parte de Espa?a dejase la futura Catalu?a independiente ¡ªcomo plantea el movimiento Tabarnia¡ª, record¨® el r¨¦gimen especial de que dispone el Valle de Ar¨¢n, y dijo que las fronteras "no son leyes divinas". Eso s¨ª, se pregunt¨® si esa posibilidad se admitir¨ªa tambi¨¦n en la otra direcci¨®n, poniendo como ejemplo el eventual deseo de alg¨²n municipio valenciano de unirse a la hipot¨¦tica Rep¨²blica Catalana.
En las p¨¢ginas del libro aparecen las dosis de p¨®lvora habituales contra la actuaci¨®n del Estado y la justicia espa?ola tras el refer¨¦ndum ilegal del 1-O. "Ya hace muchas semanas que estoy mentalizado de que estamos en guerra contra Espa?a. Al entrar en la prisi¨®n he tenido la sensaci¨®n de que volv¨ªa a la ni?ez, cuando viv¨ªa en un internado en ¨¦poca de Franco", dice uno de sus fragmentos m¨¢s beligerantes. No es la ¨²nica referencia a su infancia. El agravio m¨¢s antiguo de los que cita lo sufri¨® con su nacimiento, en plena dictadura. "Mis padres no pudieron inscribirme en el registro como Carles, el nombre que deseaban. Tuvieron que llamarme oficialmente Carlos, en espa?ol". Muerto Franco, sus progenitores procedieron a retocar esa vocal para volver a su deseo inicial. Pero como cuenta en el libro, en el renombrado Carles las inquietudes nacionalistas fueron tempranas, y a los 21 a?os se afiliar¨ªa a Conv¨¨rgencia Democr¨¤tica de Catalunya, el partido del entonces intocable Jordi Pujol.
Volviendo a tiempos m¨¢s recientes, Puigdemont no evita en el libro reflexionar sobre el veredicto de la historia sobre la importancia de su figura, en una frase de inicio humilde que acaba siendo todo lo contrario. ¡°No me veo a m¨ª mismo como un l¨ªder. Pero la historia me acabar¨¢ contradiciendo", estima. Otra de sus afirmaciones m¨¢s sorprendentes se refiere a las almas que conviven en su personalidad. "No me gusta nada la idea de los l¨ªderes mesi¨¢nicos; ?la encuentro rid¨ªcula y, sobre todo, antimoderna! Por otra parte, llevo dentro de m¨ª una especie de pulsi¨®n ?anarquista¡±, admite.
La obra no ha sido por ahora traducida al espa?ol, dado que seg¨²n su editor, Maarten van Steenbergen, "no ha habido ning¨²n editor espa?ol interesado". A su presentaci¨®n asistieron en torno a medio centenar de periodistas, entre ellos reporteros de algunas de las principales cabeceras europeas. El centro internacional de prensa fue la sede elegida, cerca de las instituciones comunitarias que hasta ahora han acogido con indiferencia la presencia del l¨ªder independentista en el principal centro de poder europeo. Hacia ellas tiene tambi¨¦n palabras en su libro, donde corteja al polaco Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, del que dice: "Es el ¨²nico que se ha expresado de una manera muy correcta". Un recado contra el claro y expl¨ªcito respaldo a Espa?a de los presidentes de la Euroc¨¢mara, Antonio Tajani, y de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker.
Una celda en pleno coraz¨®n de la UE
Las organizaciones independentistas Asamblea Nacional Catalana y ?mnium Cultural realizaron este martes una performance junto a las instituciones comunitarias para recordar a los pol¨ªticos encarcelados. Un cami¨®n llev¨® desde Vic hasta Bruselas una prisi¨®n simulada en un trayecto de 18 horas por carretera ¡ªinicialmente escoltada por 40 motoristas¡ª hasta la capital belga. La instalaci¨®n, sobre la que se colocaron las fotograf¨ªas de los pol¨ªticos presos, ya estuvo activa en Vic, donde incluso invitaban al p¨²blico a encerrarse en su interior. En este caso permaneci¨® cerrada, y Puigdemont, que evit¨® en todo momento fotografiarse delante de ella, tom¨® la palabra a su lado. "Si Europa no quiere venir a las prisiones, nosotros las traeremos a Europa", afirm¨® en una cr¨ªtica a los organismos comunitarios. Medio centenar de simpatizantes independentistas acudieron al acto, al que tambi¨¦n asistieron un peque?o grupo de eurodiputados, el rapero huido de Espa?a Valt¨°nyc, o el joven de los denominados Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica Adri¨¤ Carrasco, tambi¨¦n fugado de Espa?a. El homenaje a los presos termin¨® con el canto de Els Segadors.
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