Maria Rius: ¡°Lo mejor es explicar las cosas dibujando¡±
El Premio Nacional de Ilustraci¨®n reconoce la ¡°extens¨ªsima trayectoria¡± de la autora catalana con m¨¢s de 370 t¨ªtulos
¡°Me ha sorprendido, la verdad es que a estas alturas no lo esperaba. Estas cosas ten¨ªan que llegar antes, ahora ... es que es un poco tarde¡±. A sus 80 a?os, la ilustradora catalana Maria Rius Camps explicaba la sorpresa con la que recibi¨® la noticia del Premio Nacional de Ilustraci¨®n que le ha sido otorgado por ¡°su extens¨ªsima trayectoria, la atemporalidad de su obra, el car¨¢cter sereno de su ilustraci¨®n, siempre en di¨¢logo con el texto, y por su implicaci¨®n con el colectivo de ilustradores¡±. Satisfecha por el reconocimiento a lo que ha sido su carrera, la artista se?alaba que lo que m¨¢s le ha gustado y con lo que m¨¢s ha disfrutado ha sido con la ilustraci¨®n de libros infantiles: ¡°No hay mejor forma de explicar las cosas que dibujando, de eso estoy plenamente convencida¡±. Un convencimiento al que lleg¨® despu¨¦s de trabajar durante a?os para libros escolares: ¡°algo que no es muy visible, aunque es un material que lo utilizan muchos¡±.
Rius suma el Premio Nacional a otros reconocimientos, como el de la cr¨ªtica Serra d'Or (1979 y 1981), el Lazarillo de Ilustraci¨®n (1968) o el de Ilustraci¨®n de la Generalitat (1983), a su amplia bibliograf¨ªa con m¨¢s de 370 t¨ªtulos, publicados en una veintena de pa¨ªses. Es, adem¨¢s, autora de ilustraciones con t¨¦cnicas diversas, ha sido profesora y, por si eso fuera poco, cre¨® la Asociaci¨®n Profesional de Ilustradores de Catalunya (APIC): ¡°Eso fue en una ¨¦poca muy dura, los a?os sesenta, en la que las editoriales ni siquiera nos devolv¨ªan los originales¡±, recuerda. Sus primeros t¨ªtulos fueron adaptaciones de cuentos cl¨¢sicos para la editorial Roma en 1956. Sus referentes en la ilustraci¨®n fueron varios, entre ellos Merc¨¨ Llimona, Lola Anglada y Torn¨¦ Esquius.
Mirando atr¨¢s, afirma que la profesi¨®n ha cambiado mucho. ¡°Hace a?os ¨¦ramos unos pocos, las mujeres nos dedic¨¢bamos a la ilustraci¨®n de libros infantiles, mientras que la ilustraci¨®n de los hombres se centraba en los tebeos. Y despu¨¦s todo el cambio tecnol¨®gico, con el dibujo digital que yo lo prob¨¦ pero vi enseguida que no era lo m¨ªo. Reconozco que los ilustradores de ahora saben mucho y que internet ha abierto otras posibilidades, aunque igual no se publican tantos libros¡±. Cuenta que lo del dibujo, en su caso, cree que ha tenido hasta una componente gen¨¦tica: ¡°Mi abuelo dibujaba, mi padre era ebanista y el dibujo era muy importante en su trabajo, un hermano era arquitecto....¡±Junto con Roser, una de sus hermanas, fueron los dos miembros de una gran familia ¡ª11 hermanos¡ª que se dedicaron a la ilustraci¨®n. ¡°Yo recuerdo que de peque?a acompa?aba a algunos de mis hermanos mayores a la biblioteca. Todav¨ªa no sab¨ªa leer pero cog¨ªa los libros para ver las ilustraciones y con mis hermanos nos invent¨¢bamos juegos que tambi¨¦n part¨ªan del dibujo¡±.
Pese a que insiste en que ya no trabaja ¡ªlo que no quiere decir que no siga dibujando¡ª dentro de dos semanas presenta su ¨²ltimo libro, Les finestres de la Maria (Edicions Sal¨°ria) con textos de Joaquim Noguero. Un proyecto con el que quiere celebrar sus 80 a?os de vida y el medio siglo de trayectoria profesional. ¡°Es el libro en el que explico mi vida, a mi manera, desde la casa en la que nac¨ª en Sant Pere de Riudebitlles (Alt Pened¨¨s) y todas las cosas que me han ido pasando¡±, apunta.
Con episodios que reconoce que fueron determinantes en su trayectoria, como cuando se fue a los 22 a?os primero a Suiza y luego a Alemania, dejando sin terminar los estudios en Barcelona: ¡°A Suiza fui porque all¨ª viv¨ªa uno de mis hermanos y mientras estudiaba dise?o en Berna trabajaba como ayudante de cocina en una residencia. Despu¨¦s fui a Alemania donde aprender el idioma me cost¨® perder kilos. All¨ª fui profesora de dibujo y de modelado en una escuela. Fue una ¨¦poca en la que tuve trabajos bonitos¡±.
Cuando regres¨® a Barcelona dud¨® en si terminar los estudios o no: ¡°me tuvieron que convencer¡±. Al final, lo hizo en La Llotja y la Escuela Superior de Bellas Artes Sant Jordi. Con el tiempo, Rius impuls¨® tambi¨¦n una escuela de ilustraci¨®n en Espa?a.
El Premio que ayer le concedieron destaca el ¡°trabajo narrativo de unos personajes de gran delicadeza e ingenuidad¡±. Eso se aprecia en todas las criaturas que pueblan sus ilustraciones, nada estridentes, todas con rasgos suaves, felices. En las de su todav¨ªa in¨¦dito libro, su trazo se dibuja a si misma y a los suyos. Desde su nacimiento prematuro ¡ªnaci¨® sietemesina¡ª, en plena Guerra Civil (1938), la mudanza familiar a Esparraguera, la vuelta a Barcelona en 1944, a un piso de la calle de Elisabets, en Ciutat Vella, donde Maria junto con sus hermanos, es educada por su madre, que fue maestra en los a?os de la Rep¨²blica. Su vida contada a trav¨¦s de las ventanas.
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