El independentismo firma una paz fr¨¢gil hasta la sentencia del ¡®proc¨¦s¡¯

El independentismo escenific¨® este viernes en el Palau de la Generalitat la firma de una paz muy fr¨¢gil y prometi¨® que la estabilidad durar¨ªa, como m¨ªnimo, hasta que se dicte sentencia sobre los l¨ªderes del proc¨¦s, tras el juicio que ha de iniciarse en unas semanas. El presidente catal¨¢n, Quim Torra, y el vicepresidente, Pere Aragon¨¨s, culparon a la justicia espa?ola y especialmente al Tribunal Supremo de la crisis pol¨ªtica que viven Junts per Catalunya y Esquerra Republicana desde hace semanas a cuenta de los seis diputados suspendidos por el juez Pablo Llarena y que volvi¨® a bloquear el Parlament el jueves. El Govern aguanta de momento. Pero ha quedado muy tocado.

El Ejecutivo catal¨¢n se asom¨® el jueves al abismo en la peor crisis desde su formaci¨®n, hace ahora cuatro meses, pero un acuerdo in extremis permiti¨® evitar la ca¨ªda. Torra y Aragon¨¨s quisieron abundar en el mensaje de que se ha sorteado la crisis y comparecieron ante la prensa para mitigar el espect¨¢culo que ambas formaciones independentistas ofrecieron en el Parlament y que deriv¨® en el aplazamiento del pleno, como ya sucedi¨® el pasado 18 de julio.

Pese a la escenificaci¨®, las diferencias persisten y nada indica que se vayan a solventar, pero Aragon¨¨s asegur¨® que Junts per Catalunya y Esquerra se han ¡°conjurado¡± para que no se repitieran esos episodios. A pesar del en¨¦simo cap¨ªtulo de ese sainete, el pegamento que permite sellar esa paz inestable durante unos meses es el juicio por el proc¨¦s y la futura respuesta a la sentencia por parte de la Generalitat.

La celebraci¨®n de elecciones auton¨®micas ¡ªcuando solo ha pasado un a?o desde las ¨²ltimas¡ª parece descartada por diversos motivos: el debilitamiento del PDeCAT y Esquerra Republicana ante la opini¨®n p¨²blica por el espect¨¢culo ofrecido de los ¨²ltimos d¨ªas; el incierto calendario electoral de 2019, con unas elecciones municipales y europeas en mayo y un hipot¨¦tico adelanto de las generales, y, sobre todo, la ausencia de un mensaje pol¨ªtico que permita reemplazar al del pasado 21 de diciembre. El ex presidente Carles Puigdemont prometi¨® entonces que regresar¨ªa si ganaba los comicios, algo que no sucedi¨®, y ERC no consum¨® el sorpasso al PDeCAT.

Una sentencia condenatoria ser¨ªa un potente argumento electoral del independentismo para volver a reclamar el voto a los ciudadanos y de ah¨ª las continuas referencias que hace el secesionismo en las ¨²ltimas semanas: que no aceptar¨¢n ninguna sentencia que no sea absolutoria, que es un juicio pol¨ªtico a partir de un relato construido con pruebas falsas, y que el proceso judicial es una ¡°farsa¡±, en expresi¨®n del president.

Torra enumer¨® las acciones concretas que reclama su Gobierno, entre las que incluy¨® el ultim¨¢tum a Pedro S¨¢nchez: los diputados independentistas en el Congreso amenazan con retirar en noviembre su apoyo al Gobierno si para entonces La Moncloa no presenta una propuesta para reconocer el derecho a la autodeterminaci¨®n

¡°Hemos puesto fecha de caducidad al Gobierno de S¨¢nchez¡±, proclam¨® Quim Torra, quien esgrimi¨® mayor contundencia que Aragon¨¨s para afirmar que las instituciones del Estado ¡°no quitan el pie del pedal de la represi¨®n¡± y reiter¨® que no aceptar¨¢ ¡°ninguna intromisi¨®n de un juez en la soberan¨ªa del Parlament¡±.

El president? record¨® que la C¨¢mara rechaz¨® la suspensi¨®n de los seis diputados que acord¨® el 9 de julio el juez Llarena, pero obvi¨® Junts per Catalunya y Esquerra votaron tambi¨¦n que ¡°designar¨ªan¡± un diputado que ejercer¨ªa los derechos parlamentarios de los afectados. Oriol Junqueras y Ra¨¹l Romeva cumplieron ese tr¨¢mite, pero los cuatro diputados de Junts per Catalunya (Carles Puigdemont, Jordi S¨¤nchez, Jordi Turull y Josep Rull) se niegan a ello y de ah¨ª la crisis vivida del secesionismo, que ha aireado sus diferencias en los ¨²ltimos d¨ªas.