De paseo en Vallecas con las mujeres que han hecho historia
Un programa promovido por el Ayuntamiento reivindica que la historia de una ciudad tambi¨¦n la escriben sus vecinas
Amaya Imaz fue una religiosa vasca y vallecana de adopci¨®n, que fund¨® la hist¨®rica Asociaci¨®n Barr¨®, contribuy¨® a la alfabetizaci¨®n vecinal y promovi¨® la igualdad participando en diferentes grupos feministas. Su nombre fue uno de los cinco propuestos ¨Cy finalmente el elegido¨C por la Junta Municipal del Distrito de Puente de Vallecas para bautizar la plaza situada entre la Avenida de La Albufera n¨²mero 78 y la calle Puerto del Monasterio, una iniciativa que forma parte del programa Vallecas con nombre de mujer, promovido por el Ayuntamiento, con el que se reivindica que la historia de una ciudad tambi¨¦n la escriben sus vecinas.
En torno al 8 de marzo de este mismo a?o, surgieron en el distrito numerosos espacios de encuentro entre mujeres y desde el Servicio de Dinamizaci¨®n Vecinal de Puente de Vallecas se dieron cuenta de que hab¨ªa que hacer algo con todo ese conocimiento sobre la historia del barrio que atesoraban sus vecinas m¨¢s mayores. Recogiendo el testigo de la iniciativa de renombrar la plaza, las asociaciones de dinamizaci¨®n vecinal San Diego y Tri¨¢ngulo del Agua decidieron poner en marcha una serie de paseos para dar a conocer la historia de las mujeres vallecanas. Para crear estos recorridos, se aliaron con Herst¨®ricas, un colectivo que ya realiza paseos dedicados a rescatar la historia de las mujeres en otras zonas de Madrid, e hicieron encuentros y entrevistas con vecinas, sobre todo con aquellas que hab¨ªan tenido alguna vinculaci¨®n con movimientos activistas.
El resultado han sido dos paseos, de aproximadamente tres kil¨®metros y tres horas de duraci¨®n cada uno. En ambos recorridos, los cap¨ªtulos hist¨®ricos se van entretejiendo con las voces de las vecinas, cuyos relatos son los que realmente le aportan un valor a?adido a este proyecto. ¡°Se trata de contar la historia del barrio visibilizando esa parte que hab¨ªa permanecido oculta y que corresponde a la mitad de la poblaci¨®n¡±, explica Sonia Conde, dinamizadora vecinal de Tri¨¢ngulo del Agua.
El primero de los paseos comienza en Portazgo y en ¨¦l se habla, entre otras cosas, de los mercados. ¡°Los mercados siempre han sido lugares de subversi¨®n, en los que las mujeres estaban muy presentes. Una de las vecinas nos contaba que ella, durante la dictadura, repart¨ªa el peri¨®dico Mundo Obrero en el mercado del Pozo del T¨ªo Raimundo. Nadie se imaginaba que lo que llevaba dentro de su carrito de la compra era ilegal¡±, cuentan desde Herst¨®ricas. En la parada del Mercado de Puente de Vallecas se habla tambi¨¦n del estraperlo, de las cartillas de racionamiento o de las vaquer¨ªas, donde las mujeres acud¨ªan casi cada d¨ªa a por leche. Iban con su propio recipiente, un gesto que Herst¨®ricas utiliza para hacer reflexionar a los paseantes acerca de la cantidad de basura que generamos actualmente y c¨®mo las mujeres han contribuido hist¨®ricamente a mantener vivas las redes de reciclaje, incluso antes de que esa palabra se volviera de uso cotidiano. ¡°Siempre hay alguna vecina que nos habla de c¨®mo remendaba los calcetines para poder seguir utiliz¨¢ndolos, en definitiva, de c¨®mo las mujeres estaban muy presentes en esa econom¨ªa del reciclaje¡±.
En este paseo se cuenta tambi¨¦n la interesante historia de la Parroquia San Ram¨®n Nonato, donde un grupo de mujeres antifascistas mont¨® durante la Guerra Civil una improvisada enfermer¨ªa para atender a los heridos que llegaban desde el frente de Vallecas. Se habla del acoso cotidiano que sufr¨ªan las mujeres en el transporte p¨²blico, de los traslados que hac¨ªan a diario a las fuentes cuando a¨²n no hab¨ªa agua corriente en las casas, de los talleres de bordado de la Secci¨®n Femenina o de una de las primeras manifestaciones LGTB de Espa?a, que tuvo lugar en Vallecas en el a?o 78 y a la que asistieron cientos de personas. El paseo concluye en la estatua de la c¨¦lebre ¡°abuela rockera¡± en la calle Pe?a Gorbea. ¡°Nos gustaba la idea de acabar en una estatua dedicada a una mujer, adem¨¢s a una mujer mayor, que afirmaba que le gustaban por igual el heavy, el rock y las sevillanas¡±.
El segundo paseo se inicia en la Plaza Roja y se centra en el asociacionismo vecinal, la infravivienda y la vida en las chabolas. En este recorrido tiene un especial protagonismo el Movimiento de Madres Unidas contra la Droga. ¡°La forma de luchar de estas mujeres fue brutal. Hoy luchamos cada vez m¨¢s desde lo individual, y en este colectivo, muchas madres se met¨ªan a pelear por los hijos de las dem¨¢s, porque los suyos a¨²n eran demasiado peque?os. Pero ellas ve¨ªan que el de la droga era un problema real en el barrio y entend¨ªan que hab¨ªa que luchar por todos¡±.
El pr¨®ximo paseo tendr¨¢ lugar el domingo 28 de octubre, a las 11.00.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.