Barcelona, narcopisos y ¡®top manta¡¯
El aumento de la delincuencia de baja intensidad empuja a simplificar la ecuaci¨®n de aquellos que pretenden sacar r¨¦ditos de connivencias materialmente indemostrables pero electoralmente rentables
Cuando las elecciones asoman, la demagogia se ense?orea de la pol¨ªtica. Barcelona es un buen ejemplo de ello. Que sea visitada anualmente por 14,5 millones de turistas, m¨¢s de nueve veces su poblaci¨®n, es una ventana de oportunidad para negocios como el top manta o la prostituci¨®n callejera. El hecho de que la ciudad sea uno de los grandes hubs europeos de la droga facilita la existencia de narcopisos, gracias al parque de viviendas vac¨ªas en Ciutat Vella. El crecimiento en un 19% de la delincuencia de baja intensidad ¡ªb¨¢sicamente hurtos¡ª empuja a simplificar la ecuaci¨®n de aquellos que est¨¢n dispuestos a sacar r¨¦ditos de connivencias materialmente indemostrables pero electoralmente rentables.
Durante la campa?a que llev¨® a CiU a la alcald¨ªa en 2011, Xavier Trias no ten¨ªa empacho en afirmar que Barcelona iba camino de ser ¡°la capital de la prostituci¨®n, las mafias, las drogas y el botell¨®n¡±. El socialista Jordi Hereu, antecesor del convergente, estaba pol¨ªticamente tocado en las encuestas, y unas fotograf¨ªas de prostitutas ejerciendo bajo los porches del mercado de La Boqueria, en 2009 no le facilitaron la reelecci¨®n. Dos a?os despu¨¦s, en 2011, las escenas de sexo de pago se repet¨ªan en la calle de Petritxol ya con Trias. Solo hab¨ªan cambiado el alcalde y la ubicaci¨®n. Converg¨¨ncia hab¨ªa llegado al poder prometiendo poner fin a la prostituci¨®n y el top manta. La primera sigue ah¨ª, el segundo, tambi¨¦n. Ahora, con la proximidad electoral, la venta callejera ilegal ha servido para reprobar a Ada Colau. Toda la oposici¨®n, salvo la CUP, uni¨® sus votos el pasado 8 de agosto para castigar al equipo de gobierno por un asunto en el que los actuales censores han fracasado en el pasado.
Las soluciones f¨¢ciles solo existen en campa?a electoral. En 2007, la Guardia Urbana interpuso 32.913 denuncias por venta ambulante. En 2009, eran ya 54.020 y en 2012, 69.974. Con el mandato de Trias, en 2014, se lleg¨® a 75.237 denuncias, cifra que solo fue superada por las 79.255 multas de 2016. La impresi¨®n ciudadana es que el top manta ha crecido. Tambi¨¦n ha aumentado la sensaci¨®n de inseguridad en Barcelona. La encuesta de victimizaci¨®n de 2018 coloca el ¨ªndice en un 25,6%. Especialmente alarmante se manifiesta en Ciutat Vella, donde llega al 36,6%, diez puntos porcentuales m¨¢s que en 2017, tambi¨¦n con Colau en la alcald¨ªa. Un an¨¢lisis hist¨®rico permite observar que ese 25,6% alt¨ªsimo de este a?o ya se hab¨ªa alcanzado en Barcelona bajo el mandato de Jordi Hereu en 2009 y que en 2011 se super¨® el 30% de ¨ªndice de victimizaci¨®n en Ciutat Vella.
A la sensaci¨®n de inseguridad ciudadana contribuyen los narcopisos de Ciutat Vella, otra de las cabezas de esa Hidra de Lerna, que, seg¨²n la oposici¨®n, parece haber venido de la mano de los Comunes, aunque la alcaldesa no se canse de pedir 1.500 mossos m¨¢s para Barcelona. Antonio Franco se refer¨ªa a la reciente operaci¨®n contra estos centros de venta de droga en Ciutat Vella y escrib¨ªa el pasado d¨ªa 1 de noviembre en El Peri¨®dico: ¡°Ada Colau no torpede¨® la operaci¨®n, ni se adelant¨® para avisar puerta por puerta de que iban a llegar agentes, ni zancadille¨® los registros y las detenciones. En realidad hizo lo contrario, agradeci¨® p¨²blicamente la operaci¨®n [a la polic¨ªa catalana], aunque lamentase que se hubiese tardado tanto en hacer¡±. A veces, es f¨¢cil olvidar que las operaciones policiales siguen precisando una orden judicial. Por lo menos en un Estado de derecho.
Todo vale cuando soplan vientos electorales. El pasado 25 de octubre el PDeCAT reparti¨® gratuitamente por metros y establecimientos comerciales de Barcelona la revista El Run Run. La publicaci¨®n de los ex convergentes abundaba en el incivismo propiciado por ¡°un gobierno amigo de los okupas¡±. Quedaba en el olvido ese trato paterno-filial dispensado por el equipo de Trias a los inquilinos del Banco Expropiado de Gr¨¤cia. Los convergentes se comprometieron a pagar a los okupas el alquiler, el IBI, la tasa de basuras e incluso las derramas de la comunidad de vecinos.
Cuando las elecciones se acercan, sin duda, hay temas recurrentes de dividendo f¨¢cil. Manuel Valls ha asegurado que su prioridad, si logra la alcald¨ªa de Barcelona, ser¨¢ la lucha contra lo que ¡°representa Ada Colau: narcopisos y el top manta¡±. Una ecuaci¨®n tan simple como reducir la actuaci¨®n de Valls en el Gobierno franc¨¦s a la reforma laboral o a la expulsi¨®n de gitanos rumanos y b¨²lgaros.
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