¡°Mi discapacidad no es la etiqueta que me define¡±

Eduard Sarrio Ripoll (Valencia, 26 a?os) cambi¨® el deporte por las tablas hace seis a?os. Residente en Alto de Extremadura (Puerta del ?ngel), padece un 75% de discapacidad visual, por lo que solo puede ver a quien tiene enfrente. En respuesta, busca que todas las miradas se dirijan a ¨¦l, uno de los motivos por los que disfruta tanto en el escenario, donde se hace llamar Eduart Mediterrani. Su ¨²ltima obra ha sido Tullidos, dirigida por Manuel Medina en la Sala Tarambana.

?Por qu¨¦ escogi¨® ese nombre art¨ªstico?

Yo me llamo Eduard Sarrio Ripoll, pero en Madrid cuando lo dices se les va la cabeza a los castellanohablantes porque no se llevan muy bien con los nombres catalanes. Cuando dices Eduart, te llaman Eduardo. Quer¨ªa un apellido que representara la influencia art¨ªstica de mis padres: mi madre es bailarina y mi padre es profesor. Y, sobre todo, el lugar de donde vengo: el Mediterr¨¢neo.

Lo que m¨¢s le gusta de subirse a un escenario es...

El momento, que no pasa siempre, pero cuando lo est¨¢s haciendo muy bien y sientes que eres el centro del universo para tu p¨²blico. El mundo se para y soy yo el centro de su vida. Luego eso es peligroso porque sales a la calle y eres alguien normal.

?Cu¨¢ndo decidi¨® probar suerte con la interpretaci¨®n?

Siempre fui una persona muy teatral, pero hasta los 20 estudi¨¦ Educaci¨®n F¨ªsica. Tuve un p¨¢lpito, supe que no era en lo que me quer¨ªa desarrollar profesionalmente. Mi madre llam¨® a una escuela de teatro y empec¨¦. Despu¨¦s me di cuenta de que a escala teatral tengo buenas caracter¨ªsticas f¨ªsicas.

?Ha sentido tener alguna desventaja para actuar?

Hay que aceptar que una discapacidad es una putada, me gustar¨ªa andar en moto o jugar al tenis, pero llega un momento en que desarrollas otras capacidades, como la percepci¨®n espacial.

?Se ha sentido discriminado?

Me parece que me etiquetan cuando me presentan como que tengo una discapacidad visual del 75%, y no me acaba de gustar porque es una etiqueta que me limita y no me define. Mi etiqueta es Eduart Mediterrani.

?Qu¨¦ le sedujo de Tullidos?

Me atrap¨® que me hac¨ªan contrato de trabajo y que iba a cobrar. En un mundo tan precario como este, las condiciones de la Sala Tarambana son muy buenas.

En la obra interpret¨® a un chico con discapacidades no solo f¨ªsicas, sino tambi¨¦n ps¨ªquicas.

El personaje es ciego, va en silla de ruedas y adem¨¢s a veces tartamudea. Ha supuesto una carga muy fuerte porque llega un momento en el que la ficci¨®n se mezcla con la realidad.

El Centro Inclusivo de Artes M¨²ltiples, creado por el director de Tullidos, invita a familiares y amigos de alumnos a participar de las actividades...

Todo el mundo deber¨ªa estar cerca del teatro porque es una experiencia de autoconocimiento muy grande. En mi caso, ha sido guay porque la energ¨ªa me ha llevado a lugares de investigaci¨®n emocional. Esta obra me removi¨® muchas cosas de cuando me vine a vivir aqu¨ª solo desde Valencia.

?C¨®mo fue su llegada?

Venir a vivir a Madrid fue un salto; vine en medio de la nada tras una relaci¨®n muy intensa. Cuando est¨¢s solo en una ciudad tan llena como Madrid la soledad se siente mucho m¨¢s. Yo no estar¨ªa aqu¨ª si no fuera por mis padres: ellos son mis mecenas porque me pagan la habitaci¨®n y me apoyan a nivel emocional.

?Cu¨¢les son sus expectativas en el teatro?

Me gusta el trabajo que hacemos como equipo, pero el que hago yo me flipa, conmigo no va la falsa modestia. Mi expectativa es que a partir de esto solo viene forrarme y que me salga mucho trabajo, porque creo que lo merezco.

?Crees que Madrid es una ciudad amigable con las personas con discapacidad visual?

Madrid es la hostia en todos los sentidos. Tenemos una gran ciudad y a una gran alcaldesa. Para m¨ª es algo m¨¢s que actitud.