15 millones de euros para limpiar grafitis de los trenes

Las pintadas de grafiti no solo afectan a Metro de Madrid, son tambi¨¦n uno de los principales problemas de Renfe, que en 2017 destin¨® una partida estatal de 15,7 millones de euros para su limpieza, el equivalente al coste de tres trenes nuevos de Cercan¨ªas. La empresa p¨²blica ferroviaria cree que el gasto total para este a?o ser¨¢ superior. ¡°A estas alturas los casos cuantificados son menores, pero creemos que en los meses de noviembre y diciembre subir¨¢n¡±, dice Domingo Corchado, gerente del ¨¢rea de Seguridad y Autoprotecci¨®n de Renfe, e incide en el aumento progresivo de estos actos vand¨¢licos que se refleja en la extensi¨®n de las pintadas y en la actitud violenta que emplean los grafiteros contra los trabajadores de Renfe o la propia polic¨ªa.

?Seg¨²n datos de la compa?¨ªa, solo en los primeros nueve meses del a?o se han registrado 2.800 actos vand¨¢licos de este tipo en toda Espa?a y se han pintado 73.000 metros cuadrados de trenes. Las ¨¢reas de mayor influencia de estos actos vand¨¢licos son Catalu?a y la Comunidad de Madrid, con un 45 y 20 por ciento de los casos, respectivamente. El 90 por ciento de estos ataques lo recibe el servicio de Cercan¨ªas.

Estos gastos de limpieza incluyen pintura, disolvente, traslados a talleres y movilizaci¨®n del personal. ¡°No es solamente una persona con un cubo y una fregona y a limpiar¡±, matiza Corchado. Y contin¨²a: ¡°Limpiar un tren pintado cuesta unos 6.000 euros. Hay que emplear a varios trabajadores de Renfe y, como m¨ªnimo, a un t¨¦cnico de Adif para que vaya desconectando la catenaria porque en la limpieza que se realiza se emplea agua¡±. La pintura que utilizan los grafiteros es ¨¢cida y de secado r¨¢pido, y suele afectar a la chapa del tren. Los disolventes no son suficientes para borrar de manera permanente estos grafitis, lo que obliga a pintar de nuevo el convoy.

Desde Renfe consideran que la mejor forma de combatir este tipo de vandalismo es retirar los trenes pintados r¨¢pidamente para su limpieza. ¡°Ellos quieren que su obra se difunda, que circule por la ciudad. Cuando terminan, hacen fotograf¨ªas de sus pintadas y las suben a las redes sociales, porque saben que lo vamos a quitar enseguida¡±, explica Corchado. ¡°Lo hacemos tambi¨¦n para cuidar la imagen de la empresa¡±, a?ade. Los trenes afectados ¨Cque se retiran a talleres como el de Atocha Madrid-Sur¨C pueden quedar sin servicio entre uno y siete d¨ªas con el consiguiente perjuicio para la compa?¨ªa y los usuarios. Solo en Cercan¨ªas Madrid, se vieron afectados m¨¢s de 200.000 viajeros el a?o pasado.

¡°Es una lucha continua, sobre todo los fines de semana y las horas nocturnas¡±, apunta el gerente del ¨¢rea de Seguridad y Autoprotecci¨®n de Renfe y explica que la mayor¨ªa de los grafitis se producen cuando los trenes est¨¢n parados en las estaciones. ¡°No damos abasto, los recursos de seguridad tienen un l¨ªmite, tenemos que someternos al presupuesto establecido¡±. A los costes de limpieza hay que sumar, los gastos anuales en medios destinados a vigilancia y seguridad, que en 2017 fueron de 10 millones de euros. ¡°Renfe no deber¨ªa preocuparse ¨²nicamente de los grafitis, tenemos tambi¨¦n temas muy importantes como el terrorismo. Estamos en nivel cuatro por alerta terrorista y, por tanto, parte de los vigilantes que tenemos para grafitis tambi¨¦n tienen que atender otros aspectos de la seguridad¡±, apunta Corchado.

?Renfe colabora con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a los que remite cada caso de vandalismo. ¡°La denuncia solo se puede interponer cuando el individuo ha sido sorprendido in fraganti y, a veces, esa falta de pruebas dificulta el proceso de investigaci¨®n¡±. Estos delitos acaban pag¨¢ndose penalmente con multas y en pocos casos se produce un ingreso en prisi¨®n, aunque, de producirse, ser¨ªa de manera preventiva. Para Renfe, esto lleva a la reiteraci¨®n del delito, por eso muchos de los grafiteros que act¨²an contra sus trenes son ya conocidos por la polic¨ªa.

?En las ¨²ltimas semanas, Metro de Madrid ha denunciado un aumento de esta actividad en sus instalaciones. Aunque Renfe no ha registrado un repunte similar, no descartan que les pueda suceder lo mismo. ¡°Cuando se siente presionados, se marchan a otro lugar donde puedan pintar. Se desviar¨¢n hacia nosotros o hacia otros operadores¡±, concluye Corchado.

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