Tomatito y Merc¨¦, sinergia positiva
Apote¨®sico concierto de los artistas del flamenco en el Palau de la M¨²sica
La receta de tomar dos celebridades musicales y juntarlas en un escenario a ver qu¨¦ pasa casi nunca es efectiva (excepto en su faceta econ¨®mica). Lo habitual es que el choque de egos acabe restando m¨¢s que sumando cuando no acaba todo en franco pugilato que, por muy divertido que sea, poco aporta al factor musical. El anuncio de que probablemente los dos nombres m¨¢s importantes del flamenco actual, el cantaor jerezano Jos¨¦ Merc¨¦ y el guitarrista almeriense Tomatito, un¨ªan sus fuerzas en un proyecto conjunto no auguraba, seg¨²n experiencias anteriores, nada bueno, parec¨ªa un proyecto m¨¢s para ir haciendo caja.
Pero las habituales premoniciones fatalistas, por suerte, comenzaron a hacer aguas hace pocos d¨ªas con la aparici¨®n de un disco fant¨¢stico (con un t¨ªtulo clarificador: De verdad) que ha precedido a la gira actual de los dos m¨²sicos. Y acabaron de desaparecer totalmente ante un Palau abarrotado hasta el ¨®rgano para la ocasi¨®n. Merc¨¦ y Tomatito ofrecieron un concierto directo, tan intenso como fresco y contagioso, saltaron chispas una vez tras otra. La demostraci¨®n papable de que, en cosas de m¨²sica, en alguna ocasi¨®n la sinerg¨ªa positiva existe.
Era noche de gala, el estreno oficial del nuevo trabajo y se not¨® ya en el hall. Antes de comenzar la actuaci¨®n en el Palau se viv¨ªa la atm¨®sfera de fiesta grande, con payos y gitanos en alegre y expectante convivencia. Ya la sola aparici¨®n de los ¨ªdolos sobre el entarimado dej¨® claro que con solo estar all¨ª y sonre¨ªr lo ten¨ªan todo ganado. Pod¨ªan haberse dejado llevar por la comodidad pero no fue as¨ª. Pocas concesiones a la galer¨ªa y un tratamiento muy serio de un pu?ado de palos cl¨¢sicos (con la ¨²nica excepci¨®n del ineludible Al alba de Aute) sirvieron para que cantaor y guitarrista pisaran fuerte y se desmelenaran una vez tras otra. Se notaba la comuni¨®n, el compadreo, entre ambos y la jondura de dos conceptos musicales que esa noche, felizmente, caminaban de la mano.
Comenz¨® Merc¨¦ en solitario pisando fuerte con el martinete de rigor y electriz¨® al personal. Sigui¨® Tomatito tambi¨¦n deambulando por la tradici¨®n hasta bordar una buler¨ªa de ensue?o. Ya juntos atacaron por malague?as y el Palau se vino abajo. Se les unieron ocho m¨²sicos m¨¢s para dar vida a los temas del nuevo disco. El calor iba subiendo por momentos, alcanz¨® el punto de ebullici¨®n por fandangos y acab¨® con un explosi¨®n volc¨¢nica con la rumba final. Un final apote¨®sico para un concierto que merecer¨ªa el mismo calificativo.
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