La red de albergues de Madrid deja en la calle a familias con ni?os
A solo una semana del comienzo de la campa?a de fr¨ªo, los centros de Madrid que acogen a inmigrantes necesitados est¨¢n saturados a causa de la falta de refuerzo en el sistema de ayuda a solicitantes de asilo
La red de acogida a inmigrantes necesitados est¨¢ saturada hasta el punto de que los albergues de Madrid est¨¢n rechazando a familias con ni?os, embarazadas y enfermos, una poblaci¨®n vulnerable que en a?os anteriores de gran flujo migratorio obten¨ªan protecci¨®n. Familias enteras est¨¢n peregrinando por centros de la capital donde les dicen que no hay sitio para ellos, seg¨²n numerosos testimonios recabados por este peri¨®dico. El Samur Social, el servicio de "emergencias sociales" del Ayuntamiento, puso en la calle a 13 familias el viernes por la noche en su sede central de La Latina con ayuda de la polic¨ªa, seg¨²n varios afectados que hablaron con EL PA?S. [Fotogaler¨ªa: saturaci¨®n de los servicios sociales]
La concejala de Derechos Sociales, Marta Higueras, se?ala que el Samur Social no tiene la competencia del auxilio de personas refugiadas y culpa al Gobierno central de que las familias est¨¦n en la calle. Dice que "no se desahuci¨® a nadie", sino que fueron apartados de la entrada porque la estaban bloqueando, informa Gloria Pina.?Varias familias hab¨ªan dormido en la sala de recepci¨®n la noche anterior.
El Ayuntamiento dispone de 973 plazas repartidas en albergues ¡°de emergencia¡±, ideados para personas sin techo e inmigrantes (con cualquier estatus legal). Fuentes del Ministerio de Trabajo y Migraciones, responsable de garantizar la acogida de refugiados y solicitantes de asilo por medio de albergues gestionados por ONGs, admiten que su propia red est¨¢ saturada.
Las administraciones no han reforzado la red de acogida,?seg¨²n fuentes del sector de ayuda a los inmigrantes, a pesar de que los datos indican desde hace meses el fuerte repunte de la llegada de inmigrantes necesitados. Fuentes conocedoras de los n¨²meros de solicitudes de asilo indican que la Oficina de Asilo y Refugio ya ha recibido m¨¢s de 40.000 solicitudes en lo que va de a?o en toda Espa?a, lo que supondr¨ªa superar el r¨¦cord de 31.120 en 2017.
¡°Hemos cruzado una l¨ªnea roja que nunca hab¨ªamos cruzado: permitir que haya ni?os y ni?as en calle¡±, dice Patricia Fern¨¢ndez, abogada de la Red Coordinadora de Barrios, una asociaci¨®n madrile?a con m¨¢s de 25 a?os de experiencia con colectivos necesitados. Las carencias de la red de albergues son las peores desde mediados de la d¨¦cada pasada, seg¨²n veteranos trabajadores del sector.?Con el comienzo el domingo que viene de la campa?a de fr¨ªo, el Ayuntamiento est¨¢ estudiando una respuesta de urgencia a la situaci¨®n, seg¨²n fuentes municipales.
Varias familias rechazadas el viernes por el Samur Social encontraron cobijo en la parroquia de Vallecas San Carlos Borromeo, que tiene un largo historial como recurso de ¨²ltima instancia para inmigrantes desamparados. Ninguna administraci¨®n hab¨ªa preguntado por ellos, seg¨²n aseguraba en la tarde del s¨¢bado el p¨¢rroco, Javier Baeza. En la sala donde Baeza suele oficiar misa, varios ni?os ve¨ªan una pel¨ªcula de dibujos animados en una tableta y sus padres charlaban sentados en bancos o dorm¨ªan sobre colchones.
Los inmigrantes aseguran haber ido de puerta en puerta por centros de Cruz Roja, la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR), Accem y Samur social, donde les recomendaban que siguieran buscando en otros albergues.
Varios dec¨ªan haber sido expulsados el viernes por la noche de la sede central del Samur Social despu¨¦s de haber dormido el jueves en la recepci¨®n. Un trabajador convoc¨® a una habitaci¨®n aparte a un miembro de cada familia para comunicarles que deb¨ªan salir.
¡°De la nada nos dijeron que no pod¨ªamos seguir ah¨ª. Que era doloroso, pero por seguridad nos ten¨ªamos que ir¡±, aseguraba este s¨¢bado en la iglesia la salvadore?a Nancy Servell¨®n, con su hijo de 3 a?os en brazos. ¡°Le preguntamos si no les importaba nuestra seguridad en la calle pero no sirvi¨® de nada¡±.
Anielka Bustamante, nicarag¨¹ense madre de dos peque?os de 8 y 3 a?os, hab¨ªa salido a comprar algo de comida y cuando volvi¨® a la sede de Samur Social, donde durmi¨® la noche anterior, le dijeron que deb¨ªa irse. Un trabajador le indic¨® la ruta en metro para llegar a la iglesia. ¡°Solo pedimos un poquito de humanidad por parte del gobierno espa?ol, que habiliten carpas al menos¡±, dec¨ªa Bustamante.
La falta de espacio en la red de albergues fue patente durante el boom del ladrillo?previo al desplome econ¨®mico de 2008, pero ahora?la econom¨ªa espa?ola no est¨¢ dando trabajo con tanta facilidad a los reci¨¦n llegados.
Tambi¨¦n ha cambiado el perfil. Si antes abundaban los hombres solos, en los ¨²ltimos dos a?os est¨¢n llegando muchas familias desde Venezuela o Siria. "La respuesta es m¨¢s compleja porque la rotaci¨®n en los centros de acogida es m¨¢s lenta", dice Luis Nogu¨¦s, director general de Emergencia Social en el Ayuntamiento madrile?o.
Las familias de la iglesia de Vallecas no son las ¨²nicas rechazadas por falta de plazas acerca de las que ha tenido conocimiento este peri¨®dico. Una abogada de inmigraci¨®n en Madrid, Cristina Isacura, afirma que varios personas que acuden a ella buscando auxilio han sido rechazadas por albergues de Madrid, entre ellos en septiembre una embarazada de siete meses. ¡°Llamamos a albergues de cinco ONG y entidades distintas. Al final tuvimos que darle dinero para un hotel¡±, dice Isacura. Finalmente la embarazada fue acogida por C¨¢ritas, agrega.
Otra inmigrante, la venezolana Milena Pell¨ªn, cuenta que le negaron plaza por falta de espacio en Samur Social y Cruz Roja. Un familiar en Alicante le dio hospedaje hace una semana: ¡°Mi ni?a de siete a?os, tiene artritis reumatoide juvenil y tanto caminar y el fr¨ªo seguido le afecta. Entonces, decidimos venirnos y que no la pasara mal¡±.
Cola en la calle durante d¨ªas
Otra se?al alarmante se vio en Aluche esta semana donde unos 200 inmigrantes -entre ellos la citada Bustamante- dorm¨ªan en la calle el martes a la espera de conseguir su primera cita con la administraci¨®n, la solicitud de asilo, a la ma?ana siguiente. El Defensor del Pueblo anunci¨® que investigar¨¢ la situaci¨®n. Este peri¨®dico fue testigo de c¨®mo una ambulancia de Samur Social hizo una parada junto a la cola para llevarse a una madre con dos ni?os. Otras familias pidieron un techo a los param¨¦dicos pero no fueron auxiliadas.
Bustamante se pas¨® tres d¨ªas seguidos en la cola de Aluche: ¡°Por lo menos ayer dorm¨ª profundo¡±, dec¨ªa este s¨¢bado en la iglesia de Vallecas con mucha mejor cara.
Fuentes del Ministerio de Trabajo y Migraciones culpan a los servicios que procesan el asilo en el Ministerio de Interior, la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) que, tambi¨¦n saturada, tarda meses en dar una cita de solicitud y hasta dos a?os en resolver un expediente. Por su parte Interior le echa la pelota al anterior gobierno, de quienes dicen hered¨® una Oficina de Asilo y Refugio ¡°en situaci¨®n lamentable¡±.
Las Administraciones que se culpan unas a otras no tienen excusas, critica?Fern¨¢ndez, de la Red Coordinadora de Barrios: ¡°Est¨¢n jugando con las personas refugiadas como si fueran una pelota¡±.
¡°Uno no viene preparado para este fr¨ªo¡±
Nunca hab¨ªan dormido en la calle. Tampoco conoc¨ªan el fr¨ªo. Gerardo Gonz¨¢lez, de 42 a?os, y su familia, entre ellos dos menores, llegaron a Madrid el jueves de la semana pasada en un vuelo desde Colombia. Proceden de la c¨¢lida Buenaventura, una ciudad portuaria azotada por la violencia. All¨ª, Gonz¨¢lez era un peque?o comerciante v¨ªctima de la extorsi¨®n de las bandas criminales que siguen operando a pesar del proceso de paz.
Han pasado tres noches en la calle de Madrid. Buena parte de su tiempo lo han empleado en buscar sin ¨¦xito un alojamiento en los albergues de Madrid. ¡°Uno no viene preparado para este fr¨ªo¡±, dec¨ªa ayer en la parroquia de San Carlos Borromeo. Junto a ¨¦l estaban su esposa, tres hijos, su nuera y un nieto. ¡°Lo primero que hice fue ir a Cruz Roja porque todo el mundo te dice que es ah¨ª donde te ayudan, tambi¨¦n fui a CEAR, pero no hab¨ªa plaza en ning¨²n lado¡±, explicaba.
Seg¨²n les dijeron, sin el documento de identificaci¨®n como solicitante de asilo, la conocida como ¡°tarjeta roja¡±, no pod¨ªan ser admitidos. Seg¨²n abogados de inmigraci¨®n y activistas, esta tarjeta est¨¢ tardando meses en ser entregada por la Oficina de Asilo y Refugio. ¡°En el pasado no hab¨ªan exigido esa tarjeta como condici¨®n para ser acogidos¡±, dice Patricia Fern¨¢ndez, abogada de la Red Coordinadora de Barrios. ¡°Est¨¢n elevando el list¨®n pero en realidad no tienen espacio¡±, a?ade.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.