¡°Me pon¨ªa el despertador a horas intempestivas, de madrugada, para ir a jugar¡±
La ludopat¨ªa acorta distancias con la coca¨ªna en demanda de tratamiento por el auge del juego 'online'
La expansi¨®n de las salas de juego y apuestas ha puesto en pie de guerra a ciudades como Madrid. A barrios enteros como el de Tetu¨¢n. Sus vecinos lamentan que las calles se hayan convertido en un ¡°casino al aire libre¡±. El incremento exponencial de este tipo de negocios es generalizado. En la provincia de Castell¨®n hay ya diez casas de apuestas. En 2013 hab¨ªa una. A ellas se suman las 781 m¨¢quinas y terminales de apuestas ubicadas en otros espacios como bares, bingos o recreativos, sin olvidar la facilidad de apostar hoy en d¨ªa desde cualquier lugar con el dispositivo m¨®vil, el ordenador o la tableta. Una lanzadera para la que se est¨¢ convirtiendo en una de las adicciones m¨¢s importantes del siglo XXI. Y que prev¨¦ hacerse m¨¢s s¨®lida si cabe: en 2017 se emitieron m¨¢s de 2,7 millones de anuncios de juego online en todos los soportes en Espa?a, seg¨²n la consultora InfoAdex.
?¡°Lo veo perfecto y comparto totalmente esta reacci¨®n vecinal. Especialmente las quejas por la proximidad y cantidad de casas de apuestas que se est¨¢n abriendo en muchos barrios. Estar¨ªa bien que las instalaran alejadas de los centros escolares, que se trasladaran fuera del casco urbano, a los pol¨ªgonos industriales, por ejemplo. Adem¨¢s, habr¨ªa que regular la cercan¨ªa entre ellas y limitar su accesibilidad de una forma real y eficaz¡±. Es Nacho. Prefiere no dar su apellido. Naci¨® en Valencia hace 52 a?os y hace seis meses termin¨® su programa en la comunidad terap¨¦utica de la fundaci¨®n Patim en Castell¨®n, tras cinco meses en tratamiento por su adicci¨®n al juego. Se inici¨® en ¨¦l a los 19 a?os. ¡°Primero era una distracci¨®n, un pasatiempo. Pero hace cuatro a?os me desbord¨® por todos los lados: tensiones constantes con la familia, pr¨¦stamos que no puedes devolver, problemas con la justicia. Lo que era algo ocasional se convierte en costumbre¡±, explica a EL PA?S.
El juego invadi¨® todas las esferas de la vida de este empleado del sector sanitario con 27 a?os de experiencia y dos hijos. ¡°Me pon¨ªa el despertador a horas intempestivas, de madrugada, para ir a jugar. Por el miedo a que me viera la gente. Y sin ser muy consciente de lo que hac¨ªa comenc¨¦ a jugar muchas m¨¢s horas intentando recuperar el dinero perdido, pero al final siempre pierdes¡±, apunta.
La realidad del juego en Espa?a ha centrado una jornada reciente sobre adicciones en la era de internet celebrada en la Universitat Jaume I de Castell¨®n, en la que los profesionales han mostrado su preocupaci¨®n. Urgen la regulaci¨®n del juego online pese a los 45.000 millones de euros que supone el sector para las arcas del Estado anualmente. Un 3,1% del PIB.
Son algunos de los datos y reflexiones extra¨ªdos de la sesi¨®n organizada por Patim y la sociedad cient¨ªfica Socidrogalcohol en la UJI. En ella se ha constatado que mientras las loter¨ªas y los bingos se mantienen estables, los casinos sufren un incremento del 7% y las apuestas registran una subida del 18¡¯8%. Seg¨²n la Direcci¨®n General de Ordenaci¨®n del Juego (2015) entre un 3,5% y un 6,3% de las personas que juegan, tienen riesgo de padecer una enfermedad a lo largo de su vida. Entre 1,6 y 2,9 millones de personas en Espa?a.
Seg¨²n el informe de percepci¨®n del juego de la Universidad Carlos III, alrededor de 230.000 personas menores de 35 presentan un ¡°alto riesgo¡± de adicci¨®n en Espa?a, y los j¨®venes se inician cada vez antes en esta actividad.
En los ¨²ltimos dos a?os el juego se ha convertido en la segunda causa por la que demandan tratamiento las personas atendidas por Patim y acorta las distancias respecto a los casos de coca¨ªna. En 2017 representan el 26% del total. El 40% de quienes acuden a su recurso por adicciones sin sustancia presentan un problema con las tragaperras y el 33,3% con las apuestas. ¡°El juego se est¨¢ convirtiendo en la adicci¨®n m¨¢s importante del siglo XXI, asumiendo el protagonismo que en su d¨ªa tuvieron la hero¨ªna, despu¨¦s la coca¨ªna, y m¨¢s adelante tanto el alcohol y el cannabis, podemos hablar que existe una cuarta ola cuando nos referimos al juego y a las adicciones¡±, advierte el presidente de Patim, Francisco L¨®pez y Segarra.
En Patim recal¨® Nacho en busca de ayuda. Cinco meses de tratamiento que completa ahora con una estancia en un piso de inserci¨®n que la asociaci¨®n gestiona en Castell¨®n.
El aumento de personas con problemas de adicci¨®n al juego ha hecho que los profesionales de las adicciones se muestren preocupados y reivindiquen, entre otras cosas, una regulaci¨®n publicitaria efectiva y real: ¡°El juego en menores incrementa la probabilidad de desarrollar una adicci¨®n en la edad adulta¡±, se?ala Francisco Pascual, presidente de Socidrogalcohol.
En 2017 se emitieron m¨¢s de 2,7 millones de anuncios de juego online en todos los soportes, seg¨²n la consultora InfoAdex. Adem¨¢s, hay evidencia cient¨ªfica de la asociaci¨®n directa entre la exposici¨®n a la publicidad y la frecuencia e intensidad de juego en adolescentes. Existe un consenso entre profesionales y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) de la capacidad adictiva que tiene el juego de apuestas. Sin embargo, y pese a toda esta evidencia, el negocio del juego no deja de crecer, ni tampoco la publicidad en los medios de comunicaci¨®n en horarios infantiles. Los famosos y deportistas son los protagonistas que incitan a entrar y probar en los portales, que como gancho regalan una cantidad econ¨®mica.
La misma cr¨ªtica comparte Nacho. ¡°La publicidad sobre el juego es muy agresiva. Continuamente podemos ver anuncios de personas populares que promocionan el juego, mandando mensajes que resultan enga?osos. No se dan cuenta, o quiz¨¢s s¨ª, de que los j¨®venes se fijan m¨¢s en ellos porque los consideran un referente¡±, lamenta.
Indica tambi¨¦n que las facilidades que ofrece el juego online ¡°lo est¨¢ cambiando todo. Ya no hace falta ir a ning¨²n local para jugar, tienes el sal¨®n de juego en tu bolsillo, en tu m¨®vil, y est¨¢ abierto todo el d¨ªa. Adem¨¢s, basta con tener el DNI de una persona mayor de edad o el n¨²mero de la tarjeta de cr¨¦dito de un familiar para seguir adelante. Y no faltan las empresas de cr¨¦ditos o microcr¨¦ditos para que el problema crezca sin control¡±.
Para Nacho, ¡°bastar¨ªa con poner en pr¨¢ctica de una manera efectiva las medidas que contempla la ley del juego para frenar el acceso de menores y el cumplimiento de la autoprohibici¨®n, un documento que firmamos de forma voluntaria las personas que decidimos que se nos impida el acceso a lugares donde se juega, pero hoy por hoy resulta poco efectivo¡±. E incidir en la educaci¨®n. Informar ¡°a los ni?os y adolescentes de los riesgos que supone el juego patol¨®gico. Hay que romper esa falsa sensaci¨®n de que pueden ser unos expertos a la hora de realizar apuestas deportivas porque ven mucho deporte¡±.
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