A qu¨¦ apuestan (y se enganchan) los j¨®venes que juegan
La velocidad y la accesibilidad de los juegos en l¨ªnea disminuyen la edad de los lud¨®patas
Los locales de apuestas deportivas se han convertido en el lugar de reuni¨®n de los j¨®venes y los menores de edad, que tienen prohibido jugar, lo hacen. Adem¨¢s, ahora uno se puede jugar el dinero en una m¨¢quina tragaperras tumbado en la cama; la posibilidad de acceder de manera constante al juego en Internet est¨¢ cambiando tanto el perfil de quien pide ayuda como el de los tratamientos que debe recibir. Las asociaciones de ayuda al lud¨®pata alertan de que la edad de los afectados est¨¢ disminuyendo, mientras que las posibilidades de jug¨¢rsela aumentan.
Aunque las m¨¢quinas tragaperras siguen apareciendo en lo alto de la lista, los lud¨®patas de entre 18 y 35 a?os son quienes se entretienen con m¨¢s juegos diferentes. Es, adem¨¢s, el grupo de edad que m¨¢s se decanta por las apuestas deportivas y por Internet, seg¨²n un estudio de los factores de riesgo del trastorno de juego publicado en 2017 por el Ministerio de Sanidad. Los j¨®venes actuales se enfrentan as¨ª a dos factores esenciales en la formaci¨®n de una adicci¨®n: la velocidad y la accesibilidad.
Primero, la velocidad. Cuanto menos tiempo transcurre entre la apuesta y el supuesto premio, mayor es su poder adictivo. Por qu¨¦ esperar a saber el resultado al final del partido cuando se puede apostar a qui¨¦n meter¨¢ el primer gol. ¡°En el juego presencial, el tiempo que pasa entre que una persona empieza a jugar hasta que desarrolla su ludopat¨ªa, era de entre seis y ocho a?os m¨ªnimo¡±, explica por tel¨¦fono Mariano Guti¨¦rrez, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR). ¡°El problema del juego en l¨ªnea es que ese per¨ªodo se ha reducido: estamos viendo personas que en un par de a?os desarrollan plenamente la ludopat¨ªa. Y es todo porque en este juego todo es mucho m¨¢s r¨¢pido¡±.
Despu¨¦s, la accesibilidad. ¡°La oferta dispara la incidencia de la enfermedad. En ese aspecto se comporta como un agente infeccioso: cuantas m¨¢s oportunidades hay de tener contacto con ¨¦l, m¨¢s gente se infecta. Pues esto es similar, cuando hay una mayor flexibilidad para el acceso al juego, aumenta el n¨²mero de personas que sufren adicciones¡±, comenta Jer¨®nimo S¨¢iz, jefe de servicio de psiquiatr¨ªa del hospital madrile?o Ram¨®n y Cajal. En una ciudad como Madrid, los locales con licencia de juegos de azar no han parado de aumentar en los ¨²ltimos cuatro a?os.
Ambos profesionales no dudan al se?alar la disminuci¨®n de la edad de los pacientes y el juego preferido en la actualidad: las apuestas deportivas. ¡°Lo normal era venir a por ayuda con la pareja; ahora nos encontramos con que son los padres y madres las que vienen con sus hijos. Y el problema es que la vinculaci¨®n y obligatoriedad emocional que se tiene con un hijo no es la misma que la que se tiene con una pareja¡±, concluye Guti¨¦rrez, de FEJAR.
¡°El lud¨®pata muchas veces pide ayuda, m¨¢s que por reconocer el problema, por las consecuencias que este ha generado¡±, explica el psiquiatra S¨¢iz. ¡°Por ejemplo, hemos recibido a un menor de 17 a?os que se gast¨® una elevada cantidad en juegos online, y que jugaba de manera fraudulenta en un sal¨®n de apuestas. Entonces trabajamos en el control externo y la psicoterapia para reconducir la conducta¡±.
El porcentaje de estudiantes que ha jugado dinero en internet ha descendido, de un 10% a un 6%, seg¨²n la ¨²ltima encuesta sobre el uso de drogas en secundaria, publicada el pasado marzo por el Ministerio de Sanidad. El 14% de los estudiantes, por su parte, afirm¨® haber jugado dinero de forma presencial.
Va m¨¢s all¨¢ Mariano Ch¨®liz, catedr¨¢tico de psicolog¨ªa de la Universidad de Valencia. ¡°De los menores de edad a los que hemos preguntado, aproximadamente uno de cada dos hab¨ªan jugado dinero alguna vez. Pero es que cerca de uno de cada tres jugaban una o dos meses al mes, lo que se podr¨ªa llamar regulares¡±, arguye comentando los resultados de una encuesta a m¨¢s de 5.000 adolescentes valencianos. De estos, cerca de un 2% tienen problemas cl¨ªnicos con el juego, explica Ch¨®liz: ¡°Es un problema alarmante".
Las apuestas deportivas tambi¨¦n est¨¢n detr¨¢s de quienes m¨¢s se acercan ¨²ltimamente a una de las asociaciones de ayuda al lud¨®pata madrile?as, APAL. Bayta D¨ªaz, psic¨®loga de la asociaci¨®n, apunta a la f¨¢bula en la que creen aquellos que acaban en sus sesiones: ¡°Dedican muchas horas a consultar foros, estad¨ªsticas, aplicaciones de resultados o encuentros deportivos como forma de supervisar su inversi¨®n. Les proporciona una ilusi¨®n de control que no se corresponde con la realidad.¡±
La soluci¨®n preventiva de Ch¨®liz en las visitas que hace a los institutos valencianos se basa en la informaci¨®n, se centran en contar c¨®mo est¨¢ organizado el juego. "Est¨¢ pensado para el beneficio econ¨®mico de quien lo monta y la p¨¦rdida de quien juega". Simple: el beneficio econ¨®mico de las empresas del juego es lo que pierden los jugadores.
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