Pedimos a hinchas de Boca y de River que digan algo bueno del rival
'Somos rivales, no enemigos', escriben Pablo y Pablo, que han tenido que separarse en las 'fan zones' antes de ver juntos el partido
Pablo y Pablo tienen muchas cosas en com¨²n, adem¨¢s del nombre. Se conocen desde que ten¨ªan cuatro a?os y esa amistad, a prueba de bombas, no la ha separado ni la rivalidad de?River y?Boca. "Que no es poca cosa", se r¨ªen. Apasionados por el f¨²tbol, no se lo pensaron mucho cuando supieron que la final de la Copa Libertadores se jugar¨ªa en Madrid. Aterrizaron en Barajas el viernes y este lunes se ir¨¢n a Barcelona, "para aprovechar el viaje". "Pero esto ha sido una verg¨¹enza. Ya se sab¨ªa lo que iba a pasar en la vuelta contra Boca, y no hicieron nada para evitarlo. Deber¨ªan haber puesto medidas. La culpa es de los dirigentes, del presidente del pa¨ªs, de la seguridad, de todos". Mientras ellos hablan tranquilamente en la zona reservada para lis aficionados de River, entre la Plaza Castilla y Cuzco, un agente de seguridad se acerca a Pablo, el de Boca, y le pregunta qu¨¦ hace en esa zona. "Es mi amigo, viene conmigo", le defiende el de River. "S¨ª, pero puede no serlo de los dem¨¢s", le espeta el agente. "No te preocupes, me voy a mi zona", dice el de Boca. Los dos se separan. Pero solo por unas horas.
Gustavo es de los aficionados que ha tenido algo de suerte "con toda esta verg¨¹enza que ha pasado". ?l vive a 20 minutos de Marsella desde hace dos a?os y enseguida compr¨® billetes con destino a Madrid. "No ten¨ªa ni boletos para el partido, pero hab¨ªa que intentarlo". Lo consigui¨® y prev¨¦ "una victoria contundente, 3-0, que sea hasta dolorosa", se r¨ªe. "En Argentina hay dos tipos de aficionados, los normales, como yo, y los locos, los que siembran el caos, se arrojan al campo y son capaces de todo. Nos toca sufrir las consecuencias de estos, pero esto ya se sab¨ªa, y si pas¨® lo que pas¨® es porque no se pusieron medidas".
Dar¨ªo, Nicol¨¢s, y Claudio son de los que han aterrizado en Madrid unas horas antes del partido y se ir¨¢n unas horas despu¨¦s. "Por River, cualquier cosa", se justifican. Tambi¨¦n est¨¢n indignados con haberse tenido que comprar un billete a Europa para asistir a la gran final, "al menos podr¨ªan haberlo hecho en alg¨²n sitio de Am¨¦rica, o a puerta cerrada", se quejan. Ya aqu¨ª, poco pueden hacer ya y prefieren no pensarlo m¨¢s. "Nos vamos a recoger las entradas y luego a vivir esto que es muy grande".
Rosela es tan aficionada de River como del "Bar?a de Messi", por eso ha aprovechado la ocasi¨®n para plasmar ambos colores en su bufanda. As¨ª que, ya que "nos han obligado a viajar", ha aprovechado el trayecto transoce¨¢nico para hacer una primera parada en Barcelona, donde tiene familia, y ya de paso ver jugar a los cul¨¦s contra la Cultural Leonesa el mi¨¦rcoles (4-1). "Tengo pocas oportunidades para verlos, as¨ª que por esa parte perfecto". Tambi¨¦n est¨¢ indignada con que la final se juegue en Madrid. Es la t¨®nica general: "No hay nadie contento, de verdad que estamos muy enfadados con nuestros pol¨ªticos y los presidentes de nuestros clubes".
Mariana vive con su marido en Toledo desde hace 20 a?os. Pero tanto tiempo en Espa?a no le ha hecho olvidar su amor por River. "Eso se lleva muy adentro", dice. En cuanto trasladaron la final a Madrid, se lanz¨® al ordenador para buscar un hotel y entradas para el partido del Bernab¨¦u: "Nos cost¨® un poco encontrarlas, pero insistimos y finalmente lo conseguimos". La camiseta ya la ten¨ªan preparada de antes. Ataviada con toda la indumentaria, se lanza a escribir un buen prop¨®sito para Boca. "Fuerza, pero no tanta". No quiere violencia, pero s¨ª quedarse con la victoria.
Flori¨¢n acaba de llegar desde Marsella y a¨²n no ha soltado la maleta en el hostal que ha alquilado para una noche. Se acerca a la zona de fans de Boca Juniors para palpar el ambiente. "Para m¨ª esto es un sue?o", dice este aficionado que vivi¨® 9 a?os en Buenos Aires. "Adem¨¢s, vamos a jugar en el estadio m¨¢s bello", a?ade. Luego de pensarlo matiza, "?despu¨¦s de La Bombonera claro!". De los aficionados de River destaca su "aguante", una palabra que en el f¨²tbol de Argentina es sin¨®nimo de apoyo incondicional al equipo.
Alejandro Ortiz, hincha de Boca residente en Barcelona, ha visto a su equipo por media Sudam¨¦rica: Brasil, Uruguay, Colombia¡ ser¨¢ la primera vez en Espa?a. "Iba a la Bombonera todos los domingos. Es imposible explicar lo que este partido significa. Es una pasi¨®n". Cree que a pesar de la imagen de conflicto que muestran los medios, la relaci¨®n entre las dos hinchadas es buena: "Los problemas son pocos". "Todos somos hinchas y amamos el f¨²tbol", escribe en la pizarra.
Mat¨ªas Tonetto, de Boca, es otro de los hinchas con familias mixtas: "Tengo dos hermanos hinchas de River y los amar¨¦ pase lo que pase". Ellos ver¨¢n el partido en Buenos Aires y ¨¦l en el Bernab¨¦u. Vive en Mallorca desde hace 15 a?os y dice que no quer¨ªa desaprovechar la oportunidad de asistir al estadio estando relativamente cerca. Cree que es injusto que muchos aficionados porte?os se lo vayan a perder. "Para m¨ª este partido significa una alegr¨ªa inmensa aunque me duela que se juegue ac¨¢". En su mensaje, escribe: "Que en alg¨²n momento estuvimos unidos".
Betty ha llegado a la zona fan de Boca con su esposo y su hijo con quienes ha viajado en autob¨²s desde Barcelona. All¨¢ vive desde hace 16 a?os y es dependienta en un estanco. En Buenos Aires sol¨ªa ir a la Bombonera con su padre. "Es una final hist¨®rica. No se va a repetir y disfrutarla en familia es lo mejor". Despu¨¦s de pensar en algo positivo sobre la hinchada rival escribe: "Son igual de aficionados que los de Boca". Su marido que lo ve con cierto disgusto a?ade una "B" grande en referencia al humillante descenso que sufri¨® River en 2011.
Francisco Paganini es un joven jugador de f¨²tbol que desde hace un mes vive en Andorra donde est¨¢ buscando darle continuidad a su carrera. En Argentina jugaba en el Alvarado, de Mar del Plata, de la tercera categor¨ªa. Con un bombo y un mazo en mano se dispone a hacer mucho ruido. De la hinchada de River Plate destaca el apoyo a su equipo cuando juegan en casa. Hoy las dos aficiones competir¨¢n por dar el mayor aliento desde la grada.
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