Casado intenta evitar una lucha por el poder en el PP
Con las elecciones en el horizonte, y la presidencia regional del partido en juego, el presidente se compromete a contar con Garrido y sus consejeros
Entresijos y gallinejas. Pablo Casado presenta su oferta de paz hablando de casquer¨ªa. El l¨ªder nacional sabe que la unidad del PP de Madrid es imprescindible para evitar una debacle en las elecciones de mayo. Es consciente de que la elecci¨®n de Isabel D¨ªaz Ayuso como candidata auton¨®mica, en detrimento de ?ngel Garrido, ha dolido en el seno del Gobierno regional. Y conoce que en el horizonte ya se vislumbra un posible campo de batalla: habr¨¢ que elegir a un nuevo presidente del PP de Madrid tras los comicios. Por eso, en mitad del mitin con el que ayer presenta a sus candidatos, Casado habla de los entresijos y gallinejas que compart¨ªa con Garrido hace m¨¢s de un lustro en Vallecas. Busca complicidades. Asegura futuros. E intenta cimentar el apoyo de la organizaci¨®n madrile?a, que tantos disgustos le dio a Mariano Rajoy.
Ovaci¨®n a Garrido tras ser relegado
Fundido en un abrazo con Pablo Casado, ?ngel Garrido recibe la ovaci¨®n del p¨²blico mientras intenta ocultar una herida de las que nunca cicatrizan. El presidente de la Comunidad de Madrid ¡ªque accedi¨® al cargo por la dimisi¨®n de Cristina Cifuentes¡ª no logr¨® ser el candidato del PP a la presidencia de la regi¨®n en las elecciones de mayo. Su partido quiso homenajearle ayer. Fue la ovaci¨®n m¨¢s larga de una jornada en la que Casado prometi¨® contar con ¨¦l, con los consejeros de su gobierno, y con otros aspirantes a candidato sin premio ¡ªcomo Antonio Gonz¨¢lez Terol, alcalde de Boadilla¡ª. Con las elecciones de mayo en el horizonte, el l¨ªder nacional intenta as¨ª preservar la unidad del PP de Madrid.
¡°?ngel decidi¨® decir s¨ª en el peor momento¡±, arranca Casado mientras mira a Garrido, que reemplaz¨® a la dimitida Cristina Cifuentes. ¡° Trabaj¨®. Y estoy convencido de que lo va a seguir haciendo, a mi lado, porque no estamos tan sobrados de talento como para no saber que este partido necesita a los mejores y que t¨² eres uno de ellos¡±, remata, subrayando con el tono ese ¡°a mi lado¡±.
Inmediatamente, el presidente se gira hacia los consejeros del Gobierno de Garrido, que apoyaron sin fisuras sus aspiraciones. ¡°Quiero tambi¨¦n darle las gracias a tus consejeros¡±, dice. ¡°Est¨¢is aqu¨ª y vais a seguir estando¡±, recalca, comprometi¨¦ndose con su futuro justo ahora que se est¨¢n elaborando las listas electorales.
No son las ¨²nicas referencias personal¨ªsimas que dirige Casado a los implicados en la guerra por las candidaturas. Hay palabras para Antonio Gonz¨¢lez Terol, el alcalde de Boadilla, que fue uno de los aspirantes a la auton¨®mica ¡ª¡°te pido que te vengas a la pol¨ªtica nacional. Ah¨ª te necesitamos¡±¡ª. Hay, tambi¨¦n, elogios para Adolfo Su¨¢rez Illana, al que el PP incluy¨® en sus encuestas para la capital ¡ª ¡°gracias por tu generosidad y por estar siempre al quite¡±¡ª. Y se reconoce la labor de Alfonso Serrano, vicesecretario de organizaci¨®n y electoral.
La intervenci¨®n de Casado refuerza su v¨ªnculo con el PP de Madrid ¡ªclave en su elecci¨®n como presidente nacional¡ª y refleja el enorme peso interno que tiene esta organizaci¨®n. Durante m¨¢s de una d¨¦cada, Rajoy sufri¨® el desgaste al que le someti¨® Esperanza Aguirre aprovechando el m¨²sculo org¨¢nico del PP de Madrid. Cuando Cifuentes le sustituy¨®, el pol¨ªtico gallego vio c¨®mo esa estructura serv¨ªa para impulsar la candidatura de su l¨ªder a la presidencia nacional. Ahora, Casado parte con el PP de Madrid de su lado, y hace todo tipo de gui?os para evitar que eso cambie.
¡°En el PP no hay edades¡±, dice el l¨ªder nacional, intentando dinamitar la idea de que los j¨®venes casadistas est¨¢n desplazando a los veteranos de los puestos de responsabilidad. ¡°Est¨¢n los de las nuevas generaciones y los de juventud acumulada¡±, bromea. ¡°El PP es la uni¨®n entre generaciones, territorios e ideolog¨ªas¡±.
Guerra generacional
Pero el discurso del l¨ªder no cala. ¡°Es nuestro momento¡±, afirma solo unos minutos despu¨¦s un alto cargo madrile?o. ¡°Es el momento de los j¨®venes de la generaci¨®n de Pablo. Ellos no dar¨¢n la batalla¡±.
Ellos son los consejeros de Garrido y sus fieles. La batalla es por el control del PP de Madrid. Y a ninguno se le oculta que el calendario apremia. Tras la dimisi¨®n de Cifuentes, forzada por el esc¨¢ndalo del caso m¨¢ster, P¨ªo Garc¨ªa-Escudero ocup¨® la presidencia de la organizaci¨®n regional de manera interina. Ese no es un puesto protocolario, sino cargado de poder, como han comprobado los aspirantes a ocupar las candidaturas madrile?as: la opini¨®n del presidente del Senado ha sido decisiva en la elecci¨®n de Casado. Y muchos ambicionan esos galones.
¡°La m¨¢quina se ha tensionado mucho¡±, reconoce uno de los implicados en la carrera. ¡°Terol se interesar¨¢ por la presidencia si Pablo se lo dice. El partido ser¨¢ disciplinado. Si Pablo se?ala un candidato, todos lo apoyar¨¢n¡±, a?ade. ¡°La duda es si D¨ªaz Ayuso o Mart¨ªnez-Almeida ganan las elecciones y con el peso que les dar¨ªa eso deciden luchar por el partido¡±.
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