Todo Guinovart sin Guinovart
La Fundaci¨®n Vila Casas organiza la ¨²ltima exposici¨®n dentro de la celebraci¨®n del a?o del pintor
Joan Hern¨¢ndez Pijoan, en 2005, Josep Guinovart, en 2007, y Albert R¨¤fols Casamada, en 2009, son tres artistas unidos por la fatalidad de haber fallecido en los a?os en los que la crisis atac¨®, de lleno, al mundo de la cultura; un periodo en el que las urgencias eran tan b¨¢sicas como tener recursos suficientes para poder subir la persiana y abrir al p¨²blico. Por eso, el sistema de arte no ha hecho el esfuerzo necesario para acabar de apuntalar sus trayectorias. Lo recordaba ayer Lluci¨¤ Homs durante la presentaci¨®n de la exposici¨®n Guinovart. La realitat transformada que comisaria en los Espais Volart de la Fundaci¨®n Vila Casas. ¡°Es importante que centros como la Vila Casas respalden proyectos de artistas como Guinovart que representan a toda una generaci¨®n de creadores comprometidos y que lucharon con su arte en momentos tan complicados como fue el franquismo¡±, asegura el experto, que remarca que ¡°algunos de estos artistas que configuran el canon catal¨¢n, se sienten hu¨¦rfanos y no encuentran en las instituciones p¨²blicas el cobijo y el amparo que les corresponde¡±. Y en el caso de Guinovart, seg¨²n Homs, es vital porque ¡°no se puede entender el arte catal¨¢n y espa?ol de la segunda mitad del siglo XX sin su figura¡±.
La exposici¨®n que estar¨¢ abierta hasta el 19 de mayo, pone punto y final a la celebraci¨®n del a?o Guinovart y es ¡°un broche de oro¡±, en palabras de su hija Maria Ginovart, directora de la fundaci¨®n de Agramunt, donde se conserva gran parte el legado del pintor. La muestra, con car¨¢cter retrospectivo, tras las que se celebraron en la Tecla Sala en 1989 y la Pedrera en 2002, es la primera que se celebra sin el artista, tras su fallecimiento en 2007: ¡°Le gustaba controlarlo todo. Seleccionar las obras, estar presente durante el montaje y por su implicaci¨®n, pintaba y retocaba obras e instalaciones hasta el ¨²ltimo momento, hasta poco antes de la inauguraci¨®n, por lo que cada exposici¨®n era una obra m¨¢s¡±, explica su hija y el comisario. Por eso, comentan, ¡°hemos jugado a ser Guinovart¡±.
Compromiso social a trav¨¦s de la uralita
El compromiso social de Guinovart queda patente en obras como las que realiz¨® a partir de uralita, un material que trabaj¨® a lo largo de los a?os 70, utiliz¨¢ndolo como lienzo para algunas de sus obras m¨¢s impactantes, como El gran retorn (1971) que ha prestado el Reina Sof¨ªa de Madrid y que recibe al visitante. Luego, cuando en los a?os noventa se descubri¨® que este material era mortal y que llevaba a la muerte a muchos de los que hab¨ªan inspirado el amianto cre¨® otras obras como Treballadors de la Rocalla (1997) en la que pint¨® a los pobres trabajadores inmigrantes condenados a este trabajo nocivo con las maletas con las que hab¨ªan viajado desde sus lugares de origen.
Y el resultado es satisfactorio porque la exposici¨®n, formada por m¨¢s de 70 piezas creadas entre 1948 y el 2000 que ocupan todos los espacios expositivos, pese ¡°a que no es un compendio lineal que recoge todas las ¨¦pocas del pintor, s¨ª que ayudan a entender c¨®mo el artista parte de la realidad para transformarla¡±. Qui¨¦n la visite podr¨¢ conocer, seg¨²n Homs, ¡°la originalidad del gran alquimista y del trabajador de la pintura que fue Guino [como le llamaban afectuosamente los que lo conoc¨ªan], con algunas de las piezas m¨¢s significativas de sus diferentes etapas, bajo una nueva mirada¡±.
El nuevo enfoque lo da su estructura a partir de una serie de ¨¢mbitos expositivos en los que se recoge el compromiso social y pol¨ªtico del artista. Aqu¨ª pueden verse obras contra el capitalismo, como El tr¨ªptic del poble nou (1976), Homenatge a Allende (1973) o Cap de Franco (1960).
Huyendo de la guerra, el peque?o Guinovart y su familia se refugiaron en la localidad leridana de Agramunt. Y la ruralidad de este lugar id¨ªlico le acompa?¨® el resto de su vida con obras en las que incorpora elementos del campo, como granos de trigo, como elementos m¨¢s de la pintura. Un aspecto que profundiza en otro de los ¨¢mbitos en los que el pintor acab¨® descubriendo, a partir de 1941, que la materia resulta m¨¢s aut¨¦ntica que la propia pintura. ¡°Siempre estuvo m¨¢s interesado en el proceso que en el resultado. De ah¨ª su pasi¨®n por las pr¨¢cticas art¨ªsticas¡±, subraya Homs. ¡°En Guinovart lo ultralocal va ligado a los valores m¨¢s universales de la condici¨®n humana¡±, resalt¨® el comisario.
La muestra prosigue por sus ¨¢mbitos m¨¢s ¨ªntimos, con obras como Signes acumulats (1997) y Pasarela Bagdad (1997) en la que cre¨® exvotos laicos, unas estructuras de r¨ªgido pl¨¢stico que quem¨® y parecen pieles. O su fructuosa carrera internacional, tras sus viajes y estancias en Nueva York, donde ¡°lo pas¨® muy mal¡±, explica su hija; un ¨¢mbito que recoge su participaci¨®n en las bienales de arte m¨¢s importantes del mundo y donde recibi¨® premios internacionales. Aqu¨ª destacan las impresionantes obras Metrop y Nova York, las dos de 1988, en las que no faltan referencias, incluso al poeta Federico Garc¨ªa Lorca, al que admiraba.
La muestra cuenta, adem¨¢s, con dos enormes y bellas instalaciones. Una es Contorn-entorn; un bosque formado por troncos de ¨¢rboles pintados y tallados. Es solo una parte de la enorme instalaci¨®n con m¨¢s de un centenar de m¨¢stiles que present¨® en la galer¨ªa Maeght de Barcelona en 1976 y que muchos de los que la vieron entonces todav¨ªa la recuerdan. La otra es la impresionante El laberint del Monotaure (2001), un aut¨¦ntico lugar para perderse en el que el visitante acaba siendo el protagonista tras interrelacionarse con las pinturas que decoran los muros entre espejos, en un juego de enga?os. En Barcelona es la primera vez que se ve montada as¨ª esta ¨²ltima pieza.
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