Una promoci¨®n de 200 pisos desaf¨ªa el impacto ac¨²stico del aeropuerto
La llegada de vecinos y posibles quejas por ruido choca con la voluntad de El Prat de aumentar el tr¨¢fico
El crecimiento del aeropuerto de Barcelona-El Prat queda encorsetado por el impacto que tiene el tr¨¢fico a¨¦reo en los municipios que lo rodean. Para reducir las molestias a los vecinos, durante las maniobras de despegue y aterrizaje los aviones deben respetar unos protocolos que aten¨²an la denominada huella de ruido pero que, a su vez, limitan la capacidad operativa que permitir¨ªan las tres pistas del Prat. Una nueva promoci¨®n en Gav¨¤, de varios bloques de apartamentos m¨¢s un hotel, ha puesto en alerta a la direcci¨®n del aeropuerto por las posibles quejas y reclamaciones que puedan aparecer en el futuro.
Cerca de la l¨ªnea donde Gav¨¤ limita con Viladecans resiste una lozana pineda que tiene los d¨ªas contados. Ah¨ª est¨¢ previsto que se desarrolle Llevant Mar, una promoci¨®n donde se prev¨¦ un complejo residencial, de unas 200 viviendas, m¨¢s un hotel de 5.000 metros cuadrados. A pie de playa, el lugar es un gozo ins¨®lito. Se trata de la ¨²ltima parcela de terreno que queda por urbanizar en esa franja litoral, antes de alcanzar la zona vetada por la proximidad del aeropuerto.
No es necesario agudizar la vista para descubrir la proximidad del campo de aviaci¨®n, el incesante ir y venir de aviones, cada uno con su estela sonora. Desde Aena se apunta que, lejos de tomar decisiones que ayuden a desbrozar el camino para la necesaria ampliaci¨®n del aeropuerto, la construcci¨®n de m¨¢s viviendas en la zona de influencia de las pistas no hace m¨¢s que aumentar el n¨²mero de voces cr¨ªticas que reclaman contra los efectos del tr¨¢fico a¨¦reo.
El Ayuntamiento de Gav¨¤ justifica que las licencias para empezar las obras se conceden porque as¨ª lo permiten todos los informes que se han redactado sobre Llevant Mar, ¡°y no son pocos informes¡±, argumenta Fidel V¨¢zquez, director de los servicios de planificaci¨®n territorial del consistorio. Adem¨¢s de Aviaci¨®n Civil, que debe dar el visto bueno para las obras que puedan quedar dentro del ¨¢mbito de afectaci¨®n del tr¨¢fico a¨¦reo, Llevant Mar ha pasado el filtro de los servicios de Urbanismo de la Generalitat. ¡°Llevant Mar queda fuera de la zona que se conoce como huella de sonido de los aviones¡±, expone Fidel V¨¢zquez. El obligatorio viraje a izquierda que realizan los pilotos al despegar del Prat, deber¨ªa de amortiguar el impacto ac¨²stico por el zumbido de las turbinas.
El proyecto Llevant Mar est¨¢ impulsado por media docena de propietarios, que ya se han puesto de acuerdo para empezar las obras. No ser¨¢ inmediato, pero s¨ª est¨¢ previsto que las m¨¢quinas entren a trabajar a partir del a?o que viene. Fuentes de la propiedad se?alan que no hay motivos para que el aeropuerto tema por una futura revuelta vecinal: ¡°Los materiales que se usan y los requisitos que debe cumplir hoy en d¨ªa una construcci¨®n garantizan menos ruido que los que soporta un piso que est¨¦ a un kil¨®metro de aqu¨ª pero que lleve 30 a?os construido¡±.
Pepe Albadalejo es un camionero jubilado que a diario planta su ca?a de pescar justo enfrente de la pineda. ¡°Cada tres minutos pasa un avi¨®n¡±, indica. ¡°A mi no me molesta pero, seg¨²n como sople el viento, hay d¨ªas que los motores se oyen mucho. Cerca de aqu¨ª hay un par de escuelas que incluso tienen que detener la clase¡±, afirma. A Josep Bosch, residente en Gav¨¤, le choca la actitud de los vecinos que se quejan: ¡°Si te vienes a vivir aqu¨ª, ya sabes lo que hay¡±, apunta, antes de destacar que es ex trabajador de Iberia.
La configuraci¨®n de pistas segregadas que adopt¨® Aena hace m¨¢s de una d¨¦cada, tras intensas reivindicaciones de los municipios vecinos, minimiza el paso de aviones por encima de las viviendas pero impide optimizar toda la capacidad de tr¨¢fico que podr¨ªan absorber las tres pistas del aeropuerto. Los ayuntamientos de Viladecans, Gav¨¤ y Castelldefels coinciden a la hora de avisar de que se opondr¨ªan rotundamente a una revisi¨®n de las operaciones para dar cabida a mayor tr¨¢fico. El ¨²ltimo en destapar la caja de los truenos fue el presidente de Vueling, Javier S¨¢nchez-Prieto, al pedir una menor limitaci¨®n en las maniobras de los aviones para dar mayor agilidad al aeropuerto.
Jos¨¦ Manuel D¨ªez indica que lleva 25 a?os viviendo en Gav¨¤ Mar, en unos chal¨¦s cercanos a la pineda donde se va a construir Llevant Mar. Abandon¨® Barcelona, viv¨ªa en General Mitre, para huir del ruido. Recuerda cuando los vecinos de Gav¨¤ plantaron batalla para alejar a los aviones de los techos de sus casas. Dice que pasaban tan cerca que incluso se mont¨® un jaleo un d¨ªa que la polic¨ªa se present¨® en el barrio porque tiraban cohetes y los pilotos se hab¨ªan quejado por el peligro. Mientras pasea a sus dos perros, los aviones no paran de sobrevolar la playa. ¡°Esto? Nada, esto es calidad de vida¡±, sentencia.
Suelo casi agotado en Castelldefels y Viladecans
Castelldefels es el municipio que tiene a un mayor n¨²mero de poblaci¨®n afectada por el paso de los aviones. ¡°Por eso tenemos una oficina municipal de seguimiento para el aeropuerto, sobre todo por el tema del ruido¡±, explica el concejal Xavier Amate. Repudia el argumento de los que afirman que la queja vecinal no es admisible: ¡°Es inaceptable decir que quien se vino a vivir aqu¨ª, ya sab¨ªa lo que hab¨ªa. La realidad ha sido cambiante¡±. Superada la etapa en la que el aeropuerto operaba con pistas independientes, ¡°inaguantable, los aviones pasaban por encima de las casas, al aterrizar y al despegar¡±, recuerda Amate, Castelldefels no teme por m¨¢s construcciones en zonas de conflicto: ¡°Tenemos pr¨¢cticamente todo el suelo urbanizable desarrollado¡±. En Viladecans es similar. Un portavoz del ayuntamiento asegura que los terrenos m¨¢s cercanos al aeropuerto est¨¢n reservados para equipamientos.
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