Man Ray, el fot¨®grafo de la imaginaci¨®n
Una exposici¨®n en la Fundaci¨®n Canal refleja, con 107 obras, las obsesiones del revolucionario artista del surrealismo
Los manoseados t¨¦rminos de ¡°revolucionario¡± o ¡°artista total¡± para referirse a grandes figuras de las distintas disciplinas son, en cambio, adecuados para definir la obra de Man Ray, quien elev¨® la fotograf¨ªa a la categor¨ªa de arte. Antes de ¨¦l, la c¨¢mara pose¨ªa una funci¨®n documental, la de reproducir monumentos, obras de arte o personas. A partir de ¨¦l, la imagen fija entr¨® en una nueva era, gracias a que, como ¨¦l mismo dijo: ¡°No soy fot¨®grafo de la naturaleza, sino de mi imaginaci¨®n¡±. Una muestra de lo que naci¨® de esa mente brillante y provocadora puede verse desde hoy hasta el 21 de abril en la Fundaci¨®n Canal: son 107 obras, procedentes de colecciones privadas espa?olas y europeas (sobre todo de Italia y Francia), piezas que reflejan sus obsesiones, motivo por el que, en palabras de la comisaria de la exposici¨®n, Pilar Parcerisas, componen ¡°un autorretrato¡±.
As¨ª, Man Ray. Objetos de ensue?o se abre con varios autorretratos en los que el artista se fotografi¨® con algunos de sus objetos, como su pipa o su c¨¢mara, y retratos hier¨¢ticos de artistas de la bohemia parisiense de los a?os veinte, como Picasso, Gertrude Stein, Tristan Tzara, o a Proust en su lecho de muerte. Man Ray los realizaba en una habitaci¨®n de un hotel de Montparnasse. A la capital francesa hab¨ªa llegado en 1921, desde Nueva York, donde hab¨ªa comenzado en la pintura y escultura. Emmanuel Radnitsky (Filadelfia, Pensilvania, 1890-Par¨ªs, 1976) naci¨® en una familia de inmigrantes ucranios que, cuando arreci¨® el antisemitismo, decidi¨® cambiarse el apellido por el anglo de Ray. ?l adem¨¢s acort¨® su nombre, del ¡°Manny¡± con el que era conocido, para crear una marca reconocible.
La muestra, inaugurada por el consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad, Jaime de los Santos, continua con una selecci¨®n de una veintena de objetos (¡°es la primera vez en Espa?a que se exponen tantos¡±, seg¨²n la comisaria) fruto de su imaginaci¨®n de surrealista, como la c¨¦lebre plancha con p¨²as de hierro en la base que regal¨® al compositor Erik Satie, imagen de la perversi¨®n, o el metr¨®nomo con la fotograf¨ªa recortada de un ojo sobre el p¨¦ndulo (que era de su ex Lee Miller) como s¨ªmbolo del amor-desamor. Man Ray modificaba objetos conocidos ¡°para sacarlos de su contexto y darles una nueva dimensi¨®n¡±, dijo Parcerisas, historiadora y cr¨ªtica de arte.
Otro apartado se reserva para su af¨¢n experimental. Una vez cortada su carrera como pintor por el fracaso de su primera exposici¨®n, se hizo fot¨®grafo de estudio, ¨²nico en el reencuadre, la ampliaci¨®n o el retoque. Ensayaba untando la lente con gel o moviendo la c¨¢mara durante el tiempo de exposici¨®n. De ese esp¨ªritu vanguardista nacieron sus ¡°rayograf¨ªas¡±. Son fotos sin c¨¢mara, obtenidas al colocar en el cuarto oscuro objetos sobre un papel fotogr¨¢fico con l¨ªquido de revelado. El resultado, tras golpes aleatorios de luz, eran im¨¢genes, ¡°no de simples siluetas de objetos, sino fotograf¨ªas distorsionadas¡±, dej¨® escrito.
En la secci¨®n Mujeres y Venus hay 25 fotos seleccionadas de la lista de modelos y amantes que tuvo Man Ray. Destaca el largo cuello estirado hacia atr¨¢s, silueta f¨¢lica, de Lee Miller, o el desnudo de Dora Maar, logrado gracias a la t¨¦cnica de la solarizaci¨®n, con la que consegu¨ªa resaltar el contorno. O su conocido Demain (Ma?ana), doble exposici¨®n de un desnudo femenino impresa en un cilindro de cart¨®n. Ese gusto por lo enigm¨¢tico lo llev¨® al cine, como se aprecia en An¨¦mic Cin¨¦ma (1926), pel¨ªcula de seis minutos y medio que realiz¨® junto a su amigo Marcel Duchamp, que le hab¨ªa introducido en el c¨ªrculo surrealista de Par¨ªs. El filme es una sucesi¨®n de espirales, un juego hipn¨®tico. Tambi¨¦n tiene su lugar una de sus mayores obsesiones: los maniqu¨ªes, que le atra¨ªan por su erotismo. Los retrat¨® de manera inquietante para la Exposici¨®n Internacional de Surrealismo en Par¨ªs de 1938. El ¨²ltimo espacio es para otra de sus pasiones y de los surrealistas: el ajedrez. Dise?¨® piezas y tableros para un juego que simboliza la lucha por la vida y en el que se identificaba con la figura del rey.
Man Ray se fue de Francia con la ocupaci¨®n nazi. Regres¨® en 1951 y all¨ª muri¨® en 1976. Su viuda, Juliet, a?adi¨® a?os despu¨¦s un epitafio en la tumba del cementerio de Montparnasse que resum¨ªa su esp¨ªritu y obra: ¡°Unconcerned, but not indifferent¡± (Despreocupado, pero no indiferente).
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