Energ¨ªa positiva para Aute

Luis Eduardo Aute volvi¨® a arrasar en Barcelona, un vez m¨¢s en su ya larga carrera. La diferencia es que esta vez tuvo que vivir el momento desde la distancia, desde su casa en Madrid donde a¨²n se recupera de los accidentes cardiaco y cerebral que le sumieron en coma en agosto de 2016.

Aute no se desplaz¨® la noche del s¨¢bado hasta el F¨°rum, no ha hecho ning¨²n aparici¨®n p¨²blica desde entonces, pero su presencia sobre el escenario fue m¨¢s que evidente durante las dos horas que dur¨® su homenaje barcelon¨¦s. Una veintena de amigos y disc¨ªpulos se reunieron para recordar su figura tanto musical como humana bajo el lema ?nims, animal! Un desfile de celebridades que m¨¢s que un acto musical, que tambi¨¦n, fue una emanaci¨®n constante de energ¨ªa positiva.

Unas dos mil personas se acercaron hasta el F¨°rum para el homenaje: la sala estaba a dos tercios y los asientos vac¨ªos contrastaban con las m¨¢s de 12.000 personas que acudieron en Madrid hace pocas semanas al, te¨®ricamente, mismo homenaje. Disparidad sencilla de explicar: ninguna de las figuras de relumbr¨®n que pis¨® el escenario madrile?o estuvo en Barcelona. La comparaci¨®n era dolorosa y la sensaci¨®n de vivir un homenaje de segunda se respiraba en el ambiente. Tal vez el problema fue presentar el acto con el mismo t¨ªtulo, imagen publicitaria y formato cuando la propuesta barcelonesa ten¨ªa suficiente calado por s¨ª misma.

Abri¨® la velada un taburete vac¨ªo y la voz en off de Aute cantando Invisible. A partir de ah¨ª se despleg¨® un espect¨¢culo milim¨¦tricamente pensado, din¨¢mico y sin fisuras. Se habl¨® poco y los cambios entre actuaciones fueron ¨¢giles.

Comenz¨® Cristina Narea, compa?era de escenarios de Aute. Els Amics de les Arts pasaron con discreci¨®n con un ling¨¹¨ªsticamente discutible Les quatre i deu. E inmediatamente, uno de los momentos intensos de la velada con Marina Rosell y el solo acompa?amiento del contrabajista Miguel ?ngel Cordero bordando una personal¨ªsima versi¨®n en castellano de De alguna manera.

Seguir¨ªan Estopa alegrando al personal, que no dej¨® de picar palmas, con Una de dos. Qico Pi de la Serra, a solas con su Stratrocaster, convirti¨® una min¨²scula canci¨®n de menos de treinta segundos, Perros, en un airado blues biling¨¹e con toques heavy. Tambi¨¦n pasaron por el escenario Joan Isaac, Suburbano, Quique Gonz¨¢lez, Roger M¨¢s, Depedro, ?ngel Petisme y un provocador Sisa; pero fue la irrupci¨®n de 18 tamborileros de Calanda lo que acab¨® convirti¨¦ndose en uno de los ochomil de una velada entrecortada por la voz del homenajeado recitando alguno de sus Poemigas.

Javier Gurruchaga puso el escenario patas arriba y Maria del Mar Bonet soseg¨® el ambiente recuperando una canci¨®n que Aute escribi¨® directamente en catal¨¢n dedicada a la plaza Rovira del barrio de Gr¨¤cia. Paco Ib¨¢?ez, guitarra en mano, pie izquierdo apoyado sobre la silla, puso la guinda al pastel emocionando con su personal versi¨®n de Al alba. Hasta hubo alg¨²n conato de cantar la canci¨®n con ¨¦l.