¡°No podemos participar en una manifestaci¨®n que va en contra del Gobierno¡±

Josep Ramon Bosch (Santpedor, Barcelona, 1963), presidente de Societat Civil Catalana. Fue uno de los fundadores de la entidad, cuya presidencia, que ahora ejerce, tambi¨¦n ostent¨® ente 2014 y 2015.

Pregunta. ?Por qu¨¦ han decidido no participar en la manifestaci¨®n convocada por PP, Ciudadanos y Vox?

Respuesta. Primero porque es en Madrid y nuestro ¨¢mbito de trabajo est¨¢ en Catalu?a. Es cierto que su lema es por la unidad de Espa?a y ah¨ª s¨ª que estamos c¨®modos, pero no podemos estar en una manifestaci¨®n que en buena medida se convoca contra el Gobierno. Pedro S¨¢nchez podr¨¢ gustar m¨¢s o menos a la gente, pero es un presidente leg¨ªtimo y tenemos que estar con el Gobierno. Con todo, en la junta hay seis personas y dos participar¨¢n (una es Esperanza Garc¨ªa, diputada del PP en el Parlament). Yo no participar¨¦.

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P. ?Le parece contraproducente celebrar una manifestaci¨®n as¨ª?

R. Todas las manifestaciones sirven si es para canalizar el enfado. Entiendo que la gente quiera manifestarse. Yo no soy partidario de manifestaciones ni banderas y no es bueno ni positivo hacerlo en momentos de tensi¨®n.

P. Su decisi¨®n sorprende¡­

R. Societat Civil siempre ha sido muy transversal. Tenemos gente que procede del catalanismo, del espa?olismo, socialismo o del PP. Queremos representar una pluralidad. Nos definen como muy de derechas y espa?olistas por ir en contra del proc¨¦s. Y hemos defendido que no es as¨ª. Hemos sido fieles a nuestros principios fundacionales: juntos mejor y hablar lo menos posible de pol¨ªtica.

P. Usted ha sido asesor de Manuel Valls, candidato de Ciudadanos. ?Qu¨¦ le parece que haya decidido cambiar de opini¨®n y vaya a la manifestaci¨®n?

R. ?l siempre ha sido muy claro con Vox y en Francia se enfrent¨® a la extrema derecha y a Marine Le Pen. Habl¨¦ con ¨¦l y ten¨ªa dudas: est¨¢ cerca de Ciudadanos y del catalanismo y ten¨ªa esa dualidad. Pero ha dicho que considera que la manifestaci¨®n no es a favor de la derecha sino de la unidad de Espa?a.

P. ?Qu¨¦ le parece que el Gobierno haya suspendido las negociaciones con los independentistas tras aceptar de entrada la figura del relator?

R. Los l¨ªmites del di¨¢logo son la Constituci¨®n. Y ah¨ª no cabe la autodeterminaci¨®n: Catalu?a no es una colonia, ni un pueblo oprimido ni existe en ¨¦l un conflicto armado, que son los supuestos que contempla la ONU. Entiendo que el Gobierno haya roto las negociaciones de forma unilateral. No pod¨ªa aceptar ese chantaje. Yo asumo las palabras de Felipe Gonz¨¢lez. El ¨²nico relator es la Constituci¨®n.

P. ?En qu¨¦ deber¨ªa consistir el di¨¢logo seg¨²n usted?

R. Evidentemente, se tiene que hablar. Los dos Gobiernos son leg¨ªtimos. Se trata de hablar de c¨®mo dar la vuelta a que un porcentaje importante de catalanes ha abandonado la idea de Espa?a. Tengo muy buena relaci¨®n con gente pr¨®xima a ANC u ?mnium. Yo siempre he hablado con independentistas. La inmensa mayor¨ªa de mis familiares y amigos lo son y no son mis enemigos ni rivales. Y no por eso dejar¨¦ de hablar con ellos por tener diferencias ideol¨®gicas.

P. Usted acaba de asumir de nuevo el cargo y da la impresi¨®n de que se ha suavizado.

R. Siempre me he manifestado como un catalanista que defiende Espa?a y he dejado claro que mi naci¨®n cultural es Catalu?a y que mi naci¨®n pol¨ªtica es Espa?a. Defiendo la unidad del catal¨¢n. Cuando surgi¨® Societat Civil, nuestro discurso era rompedor respecto al monol¨ªtico de proc¨¦s y nos acusaban de unionistas y espa?olistas.? Pero nuestro discurso es firme y claro respecto a la unidad de Espa?a. ?De qu¨¦ unidad? Podemos hablar de muchas. Cuando digo que mi lengua y mi cultura es la catalana estoy rompiendo bastantes relatos que hay sobre la unidad de Espa?a.

P. Dijo que le preocupaba el surgimiento de un nacionalismo inflamado espa?ol. ?Qu¨¦ quer¨ªa decir?

R. Es la ley del p¨¦ndulo. El nacionalismo es la guerra. Ante un nacionalismo catal¨¢n, de corte casi identitario, ahora vemos otro nacionalismo castellano, que se enmarca en la bandera espa?ola confundiendo Castilla con Espa?a. Estamos en un di¨¢logo de sordos. Defendemos la catalanidad como nuestra forma de ser espa?oles. Estamos en contra del nacionalismo catal¨¢n que concibe Espa?a como una realidad extra?a y contra ese nacionalismo castellano que se arroga la representaci¨®n de Espa?a, de la corte castellana y de un concepto que considera que el catal¨¢n y la catalanidad no forman parte de ese discurso espa?ol. Mi discurso no gusta a todo el mundo y es inc¨®modo tanto aqu¨ª como all¨ª y es ir contracorriente.

P. ?PP y Ciudadanos se equivocan?

R. No voy a entrar en la cr¨ªtica f¨¢cil a los partidos. No soy partidario de inflamar la calle. No creo que Vox sea de extrema derecha: es una derecha cat¨®lica que podr¨ªa conectar con el concepto carlista del siglo XIX. Y yo con esa derecha no me siento reflejado. No quiero criticar a PP, Vox y Ciudadanos pero no me siento c¨®modo con esta convocatoria.

P. PP y Ciudadanos piden la aplicaci¨®n del 155 de forma permanente ?Est¨¢ de acuerdo?

R. No es bueno utilizar la amenaza del 155 por intereses electoralistas. Estamos a favor siempre que sea necesario. Aplicar el 155 no ayudar¨¢ a solucionar el tema si no va acompa?ado de un relato dirigido sobre todo a los catalanoparlantes que han abandonado la idea de Espa?a.

P. Pero el 155 se aplica cuando se incumple la ley. ?El Govern lo ha hecho?

R. El Govern, al que acusan de abrir embajadas, que en realidad son delegaciones comerciales, no est¨¢ gobernando. Pero no veo a la Generalitat incumpliendo leyes espa?olas ni fuera de la ley en estos momentos. Si hubiera sido una rep¨²blica o un Estado independiente, habr¨ªan liberado a los presos y que los mossos los protegieran. Y no lo han hecho: ha cumplido escrupulosamente los preceptos de la CE y el estatuto.

P. El juicio empieza el martes ?Tiene miedo de que haya tensi¨®n en la calle?

R. No. Vivo a dos kil¨®metros de la c¨¢rcel de Lledoners. Los fines de semana salgo con la bici y paso al lado de la c¨¢rcel. He visto a miles de personas que, aunque tristes por la situaci¨®n, han ido a la c¨¢rcel a ver a los presos con esp¨ªritu festivo y sin tirar un papel al suelo. No veo ning¨²n estado de violencia ni de revoluci¨®n ni de incidentes. Catalu?a no es una sociedad violenta. No vivimos en un estado de guerra como a veces dicen. Vivo en Santpedor, con mayor¨ªa independentista, y nunca he tenido ninguna mala mirada ni incidente. Lo peor fue el 1 de octubre. Lo viv¨ª como un drama muy importante. Fue tremenda la ruptura familiar con varios de mis familiares aunque ahora se ha reconducido. Pero vivo tranquilo. Hay momentos de tensi¨®n y tenemos que rebajarla entre todos. Lamento mucho los actos vand¨¢licos y las agresiones a militantes de Ciudadanos por poner las carpas.

P. Pues Pablo Casado dice que la agenda independentista es la agenda de ETA.

R. No lo es pero es verdad que el independentismo se acompa?a a veces de voces pr¨®ximas a ETA. A Otegi se le tiene como una bandera y nunca se ha aclarado del todo la relaci¨®n de Terra Lliure con los etarras. Pero no es cierto que se pueda comparar una cosa y otra. La inmensa mayor¨ªa del independentismo es pac¨ªfico y tranquilo aunque hay radicales como en todas partes,

P. ?C¨®mo se sale de esta situaci¨®n?

R. Con mucho tiempo. Es un trabajo de futuro. Se sale con un relato. El separatismo ha sido derrotado y la v¨ªa unilateral se ha acabado. Hay un porcentaje alt¨ªsimo de electores (el 47%) que vota a partidos independentistas porque los partidos unionistas no dan salida a la situaci¨®n. Hay que volver a la centralidad y rebajar el porcentaje al 25%. Soy un rara avis, tengo ocho apellidos catalanes y me siento muy catal¨¢n y espa?ol, pero hay muy poquitos como yo. El nacionalismo es un poco como el gatopardo: cambiarlo todo para que no cambie nada. Y el independentismo al final es un grito de desesperanza de la catalanidad. Muchos han abandonado el sentimiento de Espa?a porque no hay un relato espa?ol para los catalanes. No hay una Espa?a para los catalanes. El catalanismo naci¨® con la misi¨®n de conquistar econ¨®micamente pero tambi¨¦n cultural y pol¨ªticamente a Espa?a. Es una forma de sentir Espa?a desde nuestra forma de ser.