El d¨ªa en el que el postureo dejar¨¢ de ser una opci¨®n
Una exposici¨®n en el DHUB Barcelona plantea un futuro en el que el m¨®vil ser¨¢ capaz de leer las emociones
Ten¨ªa el reto de crear un nuevo sentido y dise?¨® un vestido con una c¨¢mara t¨¦rmica en la solapa. Est¨¢ expuesto sobre un maniqu¨ª. El peque?o dispositivo m¨®vil capta la temperatura de las personas que pasan por delante e identifica sus emociones. "Si alguien est¨¢ triste, el cuerpo est¨¢ m¨¢s fr¨ªo que si est¨¢ feliz. Si tiene ansiedad, tiene el pecho caliente", cuenta la dise?adora Martina Sol¨¦s. La informaci¨®n de la c¨¢mara desencadena un efecto t¨¦rmico en la espalda de quien lleva el vestido, que va aprendiendo a ser m¨¢s emp¨¢tico porque identifica la emoci¨®n del interlocutor.
Sol¨¦s es dise?adora de interacciones y exalumna de Neil Harbisson, el primer hombre c¨ªborg. Su obra est¨¢ expuesta en el Museo del Dise?o de Barcelona y es parte de la muestra impulsada por la Mobile World Capital Nuestra sencilla relaci¨®n con la tecnolog¨ªa. "Sus emociones quedar¨¢n registradas", advierte un cartel junto al vestido. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si gigantes como Google o Facebook tuvieran acceso a estos datos? "Si saben que est¨¢s triste, te ver¨¢n m¨¢s vulnerable para colocarte un determinado tipo de anuncios", explica Sol¨¦s, que augura el fin de la privacidad de las emociones, idea que da t¨ªtulo a su propuesta. Su obra plantea la llegada de un d¨ªa en el que el postureo ya no ser¨¢ posible porque los m¨®viles podr¨¢n desenmascarar a todo el mundo.
El DHUB Barcelona queda expuesto completamente a la jungla de datos que corren por la red m¨®vil. Los tel¨¦fonos, que hist¨®ricamente han provocado miradas censuradoras en los centros de arte, son omnipresentes y bienvenidos a la muestra, que se podr¨¢ visitar gratuitamente hasta el 16 de marzo. Muchos visitantes graban qu¨¦ pasa con el m¨®vil. De hecho, desde la misma instalaci¨®n bastan poco m¨¢s de tres clics para iniciar una conversaci¨®n con Sol¨¦s, el tiempo de encontrarla en Instagram y mandarle un mensaje.
Mientras esperamos respuesta, la voz sint¨¦tica de otro montaje recita las coordenadas GPS del parador de Miguel Solim¨¢n, autor de Inverse Triangulation. Cada cuatro minutos y medio el dato se va actualizando y el visitante puede copiar las coordenadas a su m¨®vil para averiguar donde est¨¢. ?El resultado nos revela que se encuentra en el mismo museo! El autor reflexiona sobre una tecnolog¨ªa que cada vez hace que los humanos estemos menos acostumbrados a las ausencias o a los momentos de retiro y silencio. Los datos no nos dejan tranquilos.
Unos cuantos pasos m¨¢s all¨¢ una instalaci¨®n recuerda a una conversaci¨®n entre vecinos en un patio de luces mientras tienden ropa. Pero no hay ning¨²n humano. De una especie de tendedero hecho con cuerdas de escalada cuelgan cuatro peque?os robots que se van desplazando de un lado al otro emulando una sesi¨®n de radio patio. Susurran frases como "¨¦l nunca est¨¢ en casa por la noche" o "estoy robando m¨¢s datos de esta persona ahora mismo". Data Gossiping, de M¨®nica Riki?, representa a una microsociedad de bots en la que la comunicaci¨®n se basa en rumores sobre datos personales sustra¨ªdos de perfiles en las redes sociales.
La relaci¨®n entre los humanos y unos m¨®viles que ir¨¢n tomando personalidad y tendr¨¢n m¨¢s rasgos rob¨®ticos es un tema recurrente en la muestra. Si el trabajo en grupo entre humanos a menudo ya es lo bastante complicado, ?c¨®mo ser¨¢ cuando los equipos sean mixtos? Es la pregunta que evoca el trabajo de la dise?adora Karin Fischnaller, que se ha creado un ¨¢lter ego con el que ella interact¨²a en un montaje de luz y sonido. Y, ?qu¨¦ pasar¨ªa si cuando vamos a comprar un m¨®vil en un centro comercial pudi¨¦ramos escoger el que nos cae mejor en vez de guiarnos por las especificaciones t¨¦cnicas?
"Puedo ayudarte a gestionar mejor el tiempo y vivir una vida sin estr¨¦s. ?Qu¨¦ te parece?", pregunta uno de los tel¨¦fonos del expositor MatchPhone. Hay cuatro modelos. Cada uno lanza un cuestionario al supuesto comprador. Al final, calcula un porcentaje de match, al estilo de la aplicaci¨®n para citas Tinder. Con uno de ellos ¡ª hemos probado tres porque el cuarto, a pesar de tener destellos de inteligencia artificial se ha quedado sin bater¨ªa¡ª conseguimos un 99,8% de compatibilidad.?????
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