Las consecuencias de aceptar los t¨¦rminos y condiciones de las ¡®apps¡¯ sin leer
La exposici¨®n The Glass Room Experience plantea un plan de desintoxicaci¨®n digital en 8 d¨ªas
¡°?A qui¨¦n le importa si me gusta la bachata y me apasionan secretamente las maquetas de trenes?¡±, reza uno de los folletos de la exposici¨®n The Glass Room Experience, presente hasta el domingo en Barcelona, en el congreso Sonar+D y la feria Maker Faire. La muestra inquieta al visitante. Es una reflexi¨®n sobre los efectos del hecho de que los gigantes de internet como Google y Facebook acumulen grandes cantidades de datos sobre nosotros para adquirir ¡°poderes especiales¡± y ofrecernos servicios a medida. Quiz¨¢ la afici¨®n a la bachata y a los trenes sea irrelevante pero, ¡°con el paso del tiempo, de todos estos conjuntos de informaci¨®n emergen patrones digitales sobre nuestra intimidad: h¨¢bitos, movimientos, relaciones¡±. Es la advertencia del texto introductorio del Kit de desintoxicaci¨®n de datos en 8 d¨ªas, el regalo de la exposici¨®n.?
¡°Es com¨²n¡±, asegura Alistair Alexander, director del proyecto promovido por la ONG Tactical Technology Collective y Mozilla, sobre el hecho de que en la mayor¨ªa de casos los internautas no leen los t¨¦rminos y condiciones de los sitios donde se registran. De hecho, el apartado del ¡°internet que no se ve¡± de la muestra incluye un v¨ªdeo de la asociaci¨®n de consumidores australiana CHOICE. En ¨¦l, un actor lee los t¨¦rminos y condiciones del lector de libros electr¨®nicos Kindle de Amazon. Seg¨²n la organizaci¨®n, el tiempo de lectura es de 8 horas y 59 minutos. ¡°Totalmente disfuncional y muy dif¨ªcil de corregir¡±, apunta Alexander.?
¡°Hace 20 a?os en Estados Unidos cada persona pasaba siete horas delante del televisor, ahora las pasa conectado a Internet¡±, explica Alexander. Seg¨²n ¨¦l, la sociedad ¡°se est¨¢ dando cada vez m¨¢s cuenta de las implicaciones¡± de que las grandes compa?¨ªas manejen tanta informaci¨®n personal. ¡°Pueden manipular tus decisiones¡±, advierte, ante una mesa que busca el aspecto de un expositor de tienda tecnol¨®gica minimalista. En ella, varias tabletas advierten al visitante de que, al instalar una app muchas veces le damos acceso a la c¨¢mara y al micr¨®fono sin darnos cuenta. Preguntado por la puesta en marcha del nuevo Reglamento General de Protecci¨®n de Datos en Europa, Alexander opina que ¡°es un gran paso en la buena direcci¨®n¡±. ¡°Las compa?¨ªas que poseen datos han tenido que contactar con la gente para reconocerlo¡±, reflexiona.?
The Glass Room Experience ¡ªuna parte del montaje de una tienda simulada que ha pasado por Berl¨ªn, Londres y Nueva York¡ª? prev¨¦ que en 2030 cada persona tenga 14 aparatos conectados a Internet. ¡°Ser¨¢n nuestras vidas m¨¢s eficientes, saludables y seguras?¡±, lanza al aire uno de los textos del proyecto, que recurre a la pregunta ret¨®rica en un envite a la reflexi¨®n. ¡°Necesitamos una tostadora inteligente?¡±, cuestiona Alexander, que se responde a s¨ª mismo: ¡°No lo s¨¦¡±. Sin embargo, avisa de que ¡°hoy en d¨ªa las placas electr¨®nicas que llevan incorporado un micr¨®fono son m¨¢s baratas de las que no lo llevan¡±. Vaticina as¨ª, en algunos casos de forma no intencionada, un crecimiento de los aparatos conectados al llamado Internet of Things (iOT).?
Un carrito para beb¨¦s que sigue a la madre o al padre ¡ªque no lo tienen que tocar¡ª es uno de los aparatos reales que se mencionan en The Glass Room Expeience. Se llama Smart Be. Otro invento susceptible a generar debate incluido en la muestra es el servicio de la empresa americana Nectome, que guarda los cerebros de sus clientes embalsamados durante a?os, hasta que la ciencia haga posible leer sus datos. Recuerda a la pel¨ªcula Abre los ojos. Otro servicio, que consiste en analizar el cerebro e informatizarlo ¡ªen este caso el sujeto tiene que estar vivo¡ª hace realidad uno de los cap¨ªtulos de la serie Black Mirror.
Buscarse a uno mismo en Google, eliminar el historial de actividad de la plataforma y desetiquetar amigos de Facebook son algunas de las medidas del plan de desintoxicaci¨®n digital que brinda la exposici¨®n al visitante. ¡°Ninguna desintoxicaci¨®n de smartphone ser¨ªa completa sin abordar los datos de ubicaci¨®n: una toxina que crea tu celular todo el tiempo¡±, es otro de los consejos. Los m¨®viles con 80 o m¨¢s aplicaciones instalados presentan, seg¨²n la gu¨ªa, una ¡°muy alta exposici¨®n¡±, los m¨¢s contaminados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.