Vox engulle a Plataforma per Catalunya
El partido xen¨®fobo, que alter¨® el municipalismo catal¨¢n, se disuelve y pide el voto para la formaci¨®n de Abascal
Plataforma per Catalunya (PxC), la formaci¨®n xen¨®foba que alter¨® el municipalismo catal¨¢n y estuvo a punto de irrumpir en el Parlament en 2010, culmin¨® ayer su incesante declive. En un congreso en Matar¨®, el partido aprob¨® su disoluci¨®n, se reconvirti¨® en una fundaci¨®n y alent¨® a sus simpatizantes a pasarse a Vox. La formaci¨®n de Santiago Abascal, con la que PxC comparte la demonizaci¨®n de la inmigraci¨®n irregular, aspira a penetrar en la pol¨ªtica catalana en las elecciones municipales de mayo.
¡°Los partidos pol¨ªticos son herramientas para provocar ciertos cambios en la sociedad. Plataforma lo ha conseguido desde cierto punto¡±, dice M¨°nica Lora, secretaria general de PxC y concejal en el Ayuntamiento de Matar¨®, uno de los pocos municipios donde la ultraderecha conserva representaci¨®n. Lora se jacta de que su formaci¨®n fuese ¡°pionera en abrir debates¡±, como la inmigraci¨®n irregular, y se pone a disposici¨®n de Vox, con el que ha tratado de tender puentes en los ¨²ltimos meses. El partido Abascal ha marcado distancias con PxC, aunque algunos de sus l¨ªderes en Catalu?a, como el de L¡¯Hospitalet de Llobregat, provienen de Plataforma.
Josep Anglada, que fund¨® PxC en 2001 en Vic, se declara ¡°dolido¡± y ¡°sorprendido¡± por la disoluci¨®n. El exvicepresidente provincial de la ultraderechista Fuerza Nueva, que en el pasado visitaba el Valle de los Ca¨ªdos, ataca con dureza a su antiguo partido, que en 2014 lo expuls¨® entre acusaciones de apropiaciones de fondos y divisiones ante el proceso independentista catal¨¢n. ¡°Cuando mataron al padre de la criatura acabaron consigo mismos¡±, se despacha Anglada, que se ha mantenido como regidor independiente en Vic. Y arremete tambi¨¦n contra Vox, que aboga por derogar el sistema auton¨®mico: ¡°No me puedo entender con cualquier persona o partido que desprenda un odio hacia Catalu?a¡±.
Plataforma per Catalunya era hace pocos a?os un quebradero de cabeza para analistas pol¨ªticos y sociales. Observaban at¨®nitos el peligro ¡ªelectoral y en la calle¡ª de la ret¨®rica incendiaria y populista de PxC: con su discurso vociferante contra la inmigraci¨®n a partir del simplista lema Primero los de casa; con v¨ªdeos en los que se acusaba a mujeres musulmanas de apropiarse de recursos p¨²blicos; o atizando la falsa amenaza de que los burkas invadir¨ªan Catalu?a. Tambi¨¦n provoc¨® protestas contra mezquitas en municipios como Salt o Premi¨¤ de Mar. Todo giraba alrededor del personalismo de Anglada, envuelto en un sinf¨ªn de pol¨¦micas, como acusaciones de incitaci¨®n al odio en sus panfletos y agresiones f¨ªsicas.
La estrategia surti¨® efecto. Las elecciones municipales de 2011 fueron el momento ¨¢lgido de PxC: multiplic¨® por cinco sus votos, hasta los 67.000, y se hizo con 67 concejales en 39 localidades, algunas insignias de la izquierda como L¡¯Hospitalet o Santa Coloma de Gramenet. Un a?o antes, hizo temblar la pol¨ªtica catalana cuando, por apenas 5.000 votos, no logr¨® entrar en el Parlament tras sumar m¨¢s de 75.000 apoyos (un 2,42% del total).
La influencia de Anglada
La irrupci¨®n de PxC forz¨® a los partidos tradicionales a girar a la derecha, en un efecto similar al causado por Vox ahora en parte del discurso de PP y Ciudadanos. En Vic, donde el partido de Anglada lleg¨® a ser segunda fuerza, CiU adopt¨® parte de su mensaje de mano dura contra la inmigraci¨®n. Tambi¨¦n lo hizo el PSC en Lleida. Y vincular sin pudor inmigraci¨®n con delincuencia catapult¨® al PP a ganar en 2011 las elecciones municipales en Badalona de la mano de Xavier Garc¨ªa Albiol.
Joan Serra, periodista del portal Naci¨® Digital y autor de un libro sobre el PxC, sostiene que Anglada explot¨® un ¡°c¨®ctel¡± de malestar propiciado por la crisis econ¨®mica y la llegada masiva de inmigrantes en sociedades urbanas conservadoras y ricas, como Vic. ¡°Anglada es muy pobre intelectualmente, no es capaz de articular un discurso, pero tiene olfato y pisa la calle¡±, dice. ¡°Del mismo modo que hizo crecer al partido, lo acab¨® destruyendo¡±.
Tras la convulsa salida del fundador, la formaci¨®n de ultraderecha se desplom¨® en las municipales de 2015: perdi¨® el 90% de su presencia y retuvo solo ocho concejales en cinco ciudades. Cuatro a?os despu¨¦s de aquella debacle municipal, los comicios de mayo calibrar¨¢n el estado de fuerza de la extrema derecha: si, pese a sus diferencias como partidos, el crep¨²sculo de PxC anticipa que Vox apenas tiene espacio en Catalu?a o si la furia antiinmigraci¨®n atrae de nuevo.
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