Becarios de la UB denuncian que hacen tareas estructurales
Dos denuncias de estudiantes que trabajan con becas de colaboraci¨®n movilizan al colectivo, que se plantea una huelga
La figura del becario de colaboraci¨®n en las universidades p¨²blicas catalanas est¨¢ en cuesti¨®n. Despu¨¦s de la denuncia de una estudiante de la facultad de Psicolog¨ªa, en junio de 2018 la Universitat de Barcelona (UB) admiti¨® que no pod¨ªa acreditar la actividad formativa de la beca que realizaba esta alumna, y reconoci¨®, con el pago de una indemnizaci¨®n, que su relaci¨®n era laboral. Este episodio conllev¨® la modificaci¨®n del reglamento, pero ahora dos estudiantes de la misma universidad han interpuesto denuncias porque consideran que realizan tareas estructurales. Parte del colectivo de becarios llama a la movilizaci¨®n y estudia presentar una demanda colectiva y hasta convocar una huelga.
La universidad le quita hierro: ¡°La mayor¨ªa de los becarios est¨¢n contentos¡±, argumenta Merc¨¨ Puig, vicerrectora de Estudiantes y Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica de la UB. En las grandes universidades p¨²blicas catalanas (UB, UAB, UPC y UPF) hay casi 1.400 estudiantes con estas becas, de los que m¨¢s de 900 est¨¢n en la UB. Puig lamenta que los becarios que denuncian su situaci¨®n no hayan contactado con la universidad y hayan optado directamente por la v¨ªa judicial y por la movilizaci¨®n. Los estudiantes esgrimen que esta es la ¨²nica opci¨®n para defender sus derechos sin arriesgarse a quedarse sin trabajo. El reglamento, adem¨¢s, impide que la beca sea compatible con cualquier otro tipo de trabajo.
Las becas de colaboraci¨®n son ayudas econ¨®micas a la formaci¨®n universitaria que van acompa?adas de tareas en los centros. Los convenios estipulan que deben ser actividades formativas. Se trata de los estudiantes que trabajan en las bibliotecas, en los servicios de inform¨¢tica o en los puntos de informaci¨®n y orientaci¨®n. Las tareas ocupan entre 10 y 25 horas semanales, y tienen una retribuci¨®n de entre 5 y 6 euros euros brutos la hora. Como m¨¢ximo, sale a menos de 600 euros al mes.?
El primer aviso a los centros sobre las irregularidades de esta figura del becario de colaboraci¨®n fue la multa de 300.000 euros que impuso la Inspecci¨®n de Trabajo a la Universidad Aut¨®noma de Madrid, en relaci¨®n a 400 casos. En Barcelona, la UB admiti¨® el problema al pagar una indemnizaci¨®n a la becaria de Psicolog¨ªa para evitar el juicio. ¡°No se pod¨ªa acreditar la formaci¨®n porque no estaba bien hecha esa beca. A partir de ah¨ª, modificamos el reglamento para insistir en que las becas tienen que ser formativas¡±, explica Puig. La vicerrectora considera anecd¨®ticas las dos nuevas denuncias, y defiende el modelo: ¡°En algunos casos la formaci¨®n que hay en las becas est¨¢ muy relacionada con la carrera, en otras tienen m¨¢s que ver con el trabajo en equipo, la inserci¨®n laboral¡±.
Uno de los denunciantes, M. B., de 27 a?os, estudia los grados de Filosof¨ªa y Relaciones Laborales. La beca de colaboraci¨®n con la que consigue una ayuda econ¨®mica de 490 euros brutos al mes consiste en dar apoyo en la conserjer¨ªa de un espacio deportivo de la UB. ¡°Llegas y te toca hacer tareas que no salen en el convenio. Creemos que muchos de los becarios est¨¢n en fraude¡±, asegura.? En su caso, el juicio se suspendi¨® y se aplaz¨® hasta el oto?o que viene. El otro denunciante estudia Ciencias Pol¨ªticas y trabaja de administrativo en Farmacia, y su caso s¨ª fue admitido a tr¨¢mite por el juez, aunque la vista todav¨ªa no se ha celebrado.
Los estudiantes tambi¨¦n denuncian otras pr¨¢cticas que consideran injustas. "Tienes que recuperar todas las horas que pierdes mientras haces los ex¨¢menes o haces otras exigencias curriculares, al final no tienes la flexibilidad que te aseguran", explica una estudiante. Los estudiantes tambi¨¦n citan el caso de una estudiante a la que se le termin¨® el permiso de maternidad y pidi¨® el permiso de lactancia. La respuesta de la universidad, seg¨²n los estudiantes, fue proponer una suspensi¨®n de la beca y del sueldo hasta su reincorporaci¨®n.?
Otro caso es el de C.V., de 20 a?os, que trabaja en la biblioteca de Ciencias de la Tierra de la UB. ¡°Se trata de una beca de formaci¨®n, pero la formaci¨®n dur¨® un d¨ªa. Hacemos lo mismo que la gente que est¨¢ contratada. Para muchos, es nuestro primer trabajo, creemos que se aprovechan de esto¡±, afirma.
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