Un precedente de la lucha contra la pederastia en la Iglesia
Un sacerdote fue condenado en 1933 a tres a?os de prisi¨®n por abusar de dos ni?as acogidas en un orfanato de Orihuela tras la investigaci¨®n de una comisi¨®n municipal
Un rumor recorre la Orihuela de 1932, en plena Segunda Rep¨²blica. En el asilo de La Beneficencia, un orfanato tutelado por monjas, est¨¢n sucediendo ¡°irregularidades de orden moral¡±. Al parecer, alguna de las ni?as recluidas en la instituci¨®n han sufrido abusos sexuales y ninguno de los responsables del centro se libra de la sospecha. El Ayuntamiento, a instancias del Gobernador Civil de Alicante, Jos¨¦ Echevarr¨ªa Novoa, impulsa una investigaci¨®n que determina que el culpable de violar a dos ni?as menores, de 15 y 16 a?os, es el capell¨¢n del asilo, Jos¨¦ Escurra, que ser¨¢ acusado ante la Fiscal¨ªa, juzgado y, finalmente, condenado a tres a?os de prisi¨®n.
El escritor oriolano Jos¨¦ Antonio Mu?oz Grau ha novelado este suceso en su obra Amores sot¨¢nicos (Editorial Separata) y asegura que es ¡°el ¨²nico caso documentado en Espa?a hasta ahora en el que una instituci¨®n p¨²blica lleva a un sacerdote a juicio ordinario por un delito de abusos sexuales¡±. ¡°Antes de la Segunda Rep¨²blica habr¨ªa sido impensable algo as¨ª, igual que despu¨¦s, durante el Franquismo¡±, se?ala Mu?oz Grau.
El esc¨¢ndalo surgi¨® de la posible violaci¨®n de alguna de las ni?as del orfanato, algo imposible de esconder en la Orihuela del primer tercio del siglo XX. ¡°Como el administrador del asilo estaba en plantilla del Ayuntamiento¡±, explica el autor oriolano, ¡°el alcalde, el socialista Alberto Escudero, crea una comisi¨®n de investigaci¨®n para dejar claro que el empleado municipal no ten¨ªa nada que ver¡±. Esta responsabilidad recae sobre uno de los concejales de la oposici¨®n, Ram¨®n Maz¨®n, ¨²nico miembro del Partido Radical en el consistorio, ¡°de tendencias ultraderechistas y ultracat¨®lico¡±.
Maz¨®n da cuenta de sus pesquisas, que en todo momento apuntan al sacerdote, a quien, no obstante, el edil radical exculpa tras dar validez a su versi¨®n. Pero el caso ya ha llegado a la prensa. El diario Juventud, editado en el municipio alicantino de Crevillent, publica en noviembre de 1932 que las v¨ªctimas de estos abusos son Ana Mar¨ªa, de 16 a?os, y Milagros, de 15. Seg¨²n el peri¨®dico, al ordenar la comisi¨®n municipal un reconocimiento m¨¦dico ¡°de todas las asiladas j¨®venes, con objeto de comprobar su virginidad¡±, ambas tratan de eludirlo para evitar el esc¨¢ndalo. Y declaran ante el administrador del centro que sufren abusos sexuales por parte de Escurra desde hace ¡°dos a?os¡±.
Ana Mar¨ªa declara ante un juez, seg¨²n Juventud, que los abusos tuvieron lugar ¡°en el domicilio particular del sacerdote¡±, al que la llevaba ¡°aprovechando que los familiares estuvieran en la iglesia¡±. Milagros cuenta que Escurra se citaba con ella ¡°en la Casa de los Pepes¡±, un edificio situado justo enfrente del Convento de San Juan en el que el cl¨¦rigo impart¨ªa clases. ¡°En una habitaci¨®n de esta academia, y en una cama situada frente a un altar, fue donde el sacerdote abus¨® de ella¡±, detalla el diario.
A juicio de Mu?oz Grau, la profusi¨®n de detalles dados por las v¨ªctimas y la presi¨®n de la prensa local y nacional son los que fuerzan al Ayuntamiento a apartar a Maz¨®n de la investigaci¨®n y a crear otra comisi¨®n, en diciembre de 1932. En esa ocasi¨®n, el Gobernador Civil acude a la reuni¨®n municipal, seg¨²n consta en las actas encontradas por el escritor en el Archivo Municipal de Orihuela. ¡°Esta segunda comisi¨®n se encomienda a otro grupo de la oposici¨®n, aunque tambi¨¦n socialista, como el alcalde¡±, explica Mu?oz Grau. Los nuevos investigadores determinan la culpabilidad del capell¨¢n del asilo y el pleno decide ¡°ofrecer el expediente a la autoridad judicial¡±. ¡°Es toda una lecci¨®n de la historia¡±, insiste el escritor oriolano, ¡°las ni?as del orfanato estaban desamparadas, se pod¨ªa haber tapado todo el asunto, pero el ayuntamiento decidi¨® sacarlo adelante¡±.
El juicio se celebra en 1933. La sentencia impone tres a?os de c¨¢rcel a Escurra por abusos sexuales contra menores. Las ni?as violadas son enviadas a otro reformatorio ¡°que no est¨¦ dirigido por monjas¡±, seg¨²n un acuerdo municipal. De ellas, poco m¨¢s se sabe, seg¨²n el escritor, salvo que una qued¨® embarazada a causa de las violaciones y dio a luz una ni?a. El sacerdote que cometi¨® los abusos fue liberado al comenzar la Guerra Civil y lleg¨® a ostentar el cargo de can¨®nigo de la Catedral de Orihuela, tras la victoria de las tropas franquistas. El caso se ocult¨® y en Orihuela jam¨¢s se volvi¨® a hablar de ello.
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