Andaluc¨ªa no se vende

El nuevo Gobierno andaluz encarna la expresi¨®n de quienes penetran en las instituciones para ofrecerlas a quienes menos las necesitan; han mostrado demasiado pronto que, lejos de un pretendido gobierno del cambio, da el cambiazo ejerciendo de nuevo r¨¦gimen con las pr¨¢cticas clientelares y partidistas de siempre. Un tripartito de geometr¨ªa variable que desmiente la pretendida regeneraci¨®n democr¨¢tica de Ciudadanos o el esc¨¢ndalo y la pseudoimpugnaci¨®n de Vox coincide en el desguace de lo p¨²blico. El actual presidente del Gobierno andaluz, con estos mimbres, no tiene disfraz que le salve.

Andaluc¨ªa es la segunda comunidad m¨¢s desigual en el segundo pa¨ªs m¨¢s desigual de la OCDE; la brecha de su renta per c¨¢pita por habitante respecto a la media del resto del pa¨ªs no deja de agrandarse. Se acerca al 40% la poblaci¨®n en riesgo de pobreza y exclusi¨®n social, la precariedad laboral caracteriza el nuevo empleo y siguen los niveles de paro siete puntos por encima de la media estatal. La persona desempleada tiene nombre de mujer joven, y la brecha salarial de g¨¦nero su expresi¨®n en el ¨¢mbito de quienes trabajan. Frente a eso, las recetas que la derecha ha anunciado responden a una desarticulaci¨®n del Estado ¨Clas cmunidades auton¨®micas tambi¨¦n lo son- en forma de agujereo fiscal y su correspondiente reducci¨®n de ingresos, que abre la puerta en su relato a la desprotecci¨®n de los servicios p¨²blicos, sanidad y educaci¨®n principalmente, en forma de gran privatizaci¨®n.

Observamos un consenso del tripartito: vender Andaluc¨ªa a precio de saldo. El patrimonio de nuestra tierra es objeto del deseo del mercado, se llame Do?ana y la desecaci¨®n de los humedales, una nueva ley del suelo para una nueva burbuja inmobiliaria, o los conciertos educativos y sanitarios como forma de transferencia de recursos p¨²blicos al sector privado. Pero nada comparable a la p¨¦rdida del patrimonio constitucional del pueblo andaluz: su autogobierno.

No es alarmismo constatar que las instituciones del autogobierno se empiezan a cuestionar para abordar una nueva recentralizaci¨®n. Y conviene tener un diagn¨®stico acertado para abordar la defensa de un modelo descentralizado y que desarrolle nuestro Estatuto de Autonom¨ªa.

Hay esperanza: la de saber que hay mucha Andaluc¨ªa que no se resigna a que se sigan deteriorando los servicios p¨²blicos, que son los derechos de quienes no tienen otro patrimonio.

En Adelante Andaluc¨ªa nos queda una tarea de enorme responsabilidad: la de colaborar con la sociedad andaluza en conformar la alternativa -que no la alternancia- a las pol¨ªticas de PP, Ciudadanos y Vox, que no es otra que una Andaluc¨ªa igualitaria, soberana, feminista, solidaria, mestiza y ecologista, con plenos derechos sociales y libertades para todas y todos los andaluces.

?ngela Aguilera y Antonio Ma¨ªllo son dirigentes y diputados de Adelante Andaluc¨ªa.