No con ese tono
El autor critica que algunas personas elijan disfraces de Carnaval sin saber el significado que pueden tener para otros colectivos
Llega la hora de tomarse el medicamento. Repaso la lengua alrededor del per¨ªmetro de mi boca, ensuciada con restos del neubrof¨¦n de la ma?ana. Estoy con gripe otra vez. Eso me pasa por salir en carnaval sin chaqueta. Abro el WhatsApp y me escribe A. :¡°?Qu¨¦ tal llegaste anoche?¡±. ¡°Podr¨ªa ser peor, ?Y t¨²?¡±, le contesto mientras me sueno los mocos y siento la nariz irritada. Ayer salimos por Lavapi¨¦s unos viejos compa?eros de clase. Se uni¨® un compa?ero en com¨²n. Nunca hab¨ªa hablado con ¨¦l exceptuando los ¡°me gusta¡± en redes sociales. Nuestra amistad termin¨® cuando termin¨® Tuenti.
Esa noche, el compa?ero en cuesti¨®n iba ¡°disfrazado de japon¨¦s¡±. M¨¢s a gusto que un arbusto, le faltaban los esparadrapos para achinarse los ojos. Y creedme cuando digo lo inc¨®modo que era aquella situaci¨®n. Se trataba de un conocido, y sab¨ªa que si le dec¨ªa algo respecto al disfraz, iba a tensar el ambiente. Ya me ol¨ªa las posibles respuestas: como por mi tono ¡ªcon la rabia y el enfado al intentar explicarle por qu¨¦ estaba mal disfrazarse de japon¨¦s¡ª era imposible debatir conmigo, y c¨®mo de sensibles y victimistas nos ponemos las personas migrantes y racializadas respecto a estas cuestiones, que hay cosas m¨¢s importantes que reivindicar... No dije nada y ahogu¨¦ mis penas en el plato de aceitunas con hueso. Me fui a casa con una sensaci¨®n agria de impotencia, enfadado por no hab¨¦rselo comentado.
Mientras esperaba a que abrieran el metro desde la otra acera, evitando un grupo de hombres cis j¨®venes borrachos, empec¨¦ a recapitular todos aquellos momentos en los que me call¨¦ para evitar la vigilancia del tono, o el tone Policing que tantas veces hemos soportado. La vigilancia del tono es un mecanismo de silenciamiento que permite a las personas privilegiadas a deslegitimizar lo que dicen aquellos oprimidos (por el sistema cisheteropatriarcal, racista o capacitista) criticando la emotividad del mensaje del oprimido en lugar del mensaje en s¨ª mismo. Que anulen nuestro mensaje por el simple hecho de decirlo con desahogo, con enfado, ejerce una violencia hacia nuestros cuerpos. Porque nos ense?an a responder ¡®domesticadamente¡¯, ya que obstaculizar la emocionalidad de un mensaje es anular una parte ¨ªntegra de nuestras experiencias vitales.
Como dice Jota Momba?a, hay que devolver el golpe. La violencia ejercida hacia nuestros cuerpos tiene que repartirse. No es una apolog¨ªa a la violencia, como dice la artista Yos, sino es entender que este mundo no existe sin violencia, es entender que la violencia que recae en nuestros cuerpos racializados, es diferente al que recae sobre cuerpos blancos
Es necesario que reivindiquemos el enfado y la rabia y no lo silenciemos como personas racializadas, porque forma parte del proceso de saneamiento, de deconstrucci¨®n, porque es una respuesta a estar luchando constantemente contra el racismo, la homofobia y la heteronorma.
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