¡°A mis hijas les digo que no se pongan barreras¡±

Mar¨ªa del Mar Alguacil L¨®pez (Madrid, 52 a?os) es una de las primeras mujeres pilotos que tuvo la compa?¨ªa Iberia. Entr¨® en la empresa como azafata en 1985. Justo cuatro a?os despu¨¦s le ofrecieron realizar el curso para pilotar aviones. Ahora, con m¨¢s de 14.000 horas de vuelo encima, Alguacil est¨¢ habilitada para pilotar aeronaves enormes como el Airbus 330 y el 340. ¡°Fuimos pioneras, pero ya somos unas 80 pilotas en la compa?¨ªa¡±, dice.

?Por qu¨¦ se mete uno a ser piloto?

En primer lugar, porque te gusta. En mi caso particular, yo hab¨ªa vivido la aviaci¨®n desde muy peque?a y m¨¢s con mi padre. Estaba trabajando en Iberia cuando la compa?¨ªa firm¨® un contrato con Lufthansa para formar a sus propios pilotos. A trav¨¦s de una selecci¨®n que se hizo de habilidades, consegu¨ª pasar esa selecci¨®n y encontrarme seis meses despu¨¦s en Bremen.

?Cu¨¢ntos empleados se presentaron?

Se presentaron 300, de los que fuimos seleccionados 20. De ellos, dos eran mujeres.

Ahora hace vuelos de largo radio. ?Cu¨¢les son sus destinos favoritos?

Creo que todos, porque todos tienen algo, pero las aproximaciones m¨¢s espectaculares son las que est¨¢n cerca del mar, como Vigo, A Coru?a, R¨ªo de Janeiro. Luego tenemos Quito, que no est¨¢ cerca del mar, pero al estar entre volcanes y el panorama que se ve desde arriba es espectacular.

?Es una profesi¨®n machista?

No. Es una profesi¨®n en la que hay un porcentaje mayor de hombres. Nos tratan muy bien. Nuestra situaci¨®n en la compa?¨ªa es la de un trabajador m¨¢s. Hace 25 a?os s¨ª les chocaba o¨ªr una voz femenina en la radio.

?Alguna vez se ha sentido discriminada en su trabajo?

No. He tenido las mismas oportunidades, me he podido presentar a los mismos cuerpos. No es lo mismo Iberia que fuera de otras compa?¨ªas. S¨ª escucho compa?eras que est¨¢n en compa?¨ªas privadas, m¨¢s peque?as, con contratos a trav¨¦s de terceros, ah¨ª la situaci¨®n es mucho m¨¢s complicada.

?Qu¨¦ siente cuando aterriza en Madrid?

Pienso que ya hemos llegado a casa. M¨¢s que llegar a Madrid, es cuando entran los pasajeros al avi¨®n y ya se sienten como en casa, sobre todo, cuando les das un peri¨®dico en espa?ol y les saludas en castellano.

?Ha sentido miedo?

Miedo no. He sentido mucha responsabilidad en momentos determinados, sobre todo, cuando tienes meteorolog¨ªa adversa, viento cruzado o una aproximaci¨®n complicada. Eso s¨ª, para eso estamos entrenados.

?Qu¨¦ siente cuando est¨¢ en la cabecera de la pista y le dan la salida?

Es una sensaci¨®n de poder. Metes potencia al avi¨®n y aplicas las palancas para empezar a rodar. Eso empieza a rugir y a ganar velocidad. Eso s¨ª, la cabeza siempre est¨¢ preparada para cualquier situaci¨®n.

Tiene dos hijas. ?Le gustar¨ªa que fuesen piloto?

Se lo he preguntado y ninguna de las dos ha mostrado inter¨¦s. Lo ¨²nico que les he dicho es que no se pongan barreras. Si yo he podido entrar en un mundo como el nuestro, con mucha presencia masculina, ellas tambi¨¦n pueden hacerlo. La mayor, que est¨¢ estudiando ingenier¨ªa, tambi¨¦n se tiene que preparar para un mundo en el que la presencia de los hombres es mayoritaria.

?Cu¨¢l es el viaje m¨¢s largo que ha hecho?

A Chile. Puede suponer entre 13 y media y 14 horas de vuelo. En esos casos, llevamos tripulaci¨®n doble, dos comandantes y dos copilotos. Mientras uno descansa, otro vuela. El avi¨®n transporta a 356 personas m¨¢s los 14 de tripulaci¨®n.

Es una gran responsabilidad.

Al principio, cuando empec¨¦ a hacer largo recorrido, me iba atr¨¢s del todo en mi periodo de descanso, miraba todas las cabezas y me preguntaba: ¡°?sabr¨¢n que sus vidas est¨¢n en mis manos?¡±. Enseguida me iba para delante de nuevo.

?Han formado alguna asociaci¨®n de mujeres pilotos?

Hemos creado una plataforma en la que tienen cabida todas las aviadoras, como pilotas de helic¨®ptero, instrucci¨®n y formaci¨®n, entre otras. Con ella, damos visibilidad a la mujer dentro de la aviaci¨®n. Vamos a los colegios y animamos a las mujeres a que piensen que se pueden hacer piloto.