¡°?Olemos las citas Tinder a la legua!¡±
Adri¨¢n L¨®pez lleva 10 a?os al frente del bar Picnic, en el coraz¨®n de Malasa?a. Su s¨®tano, donde cada mi¨¦rcoles se abre un micr¨®fono para mon¨®logos, se ha convertido en una cantera de c¨®micos
Vino para estudiar cine y termin¨® pinchando de madrugada en el TupperWare, un cl¨¢sico de Malasa?a. Aqu¨ª se instal¨® Adri¨¢n L¨®pez (A Coru?a, 43 a?os) por partida doble. Viviendo y montando su propio negocio: el Picnic. Un bar que ha combinado el ¡®irse de ca?as¡¯ con la promoci¨®n de varias disciplinas art¨ªsticas. No hay d¨ªa en que sus paredes no exhiban cuadros o fotograf¨ªas y el s¨®tano acoge a menudo distintas actividades culturales. La principal, el ¡®micro abierto¡¯ de los mi¨¦rcoles. Noches de comedia sin censura por las que pasan figuras consagradas y noveles. Un vivero de c¨®micos que surte a programas como La Resistencia, en televisi¨®n, o Phi Beta Lambda, en radio. Se dice que ha sido el ¨²nico escenario donde Javier Cansado ha hecho su primer texto en solitario o que es la cantera de futuras estrellas medi¨¢ticas, como pas¨® con Ignatius Farray. Lo mismo da: Adri¨¢n L¨®pez se enfrenta al oficio -junto a Eva del Amo, su pareja- desde la humildad y la cercan¨ªa. Algo que le ha hecho celebrar un d¨¦cimo aniversario rodeado de fieles.
?C¨®mo empez¨® todo?
Gracias a Borja Crespo, un amigo de la escuela donde estudiaba y a quien hab¨ªa conocido antes intercambiando fancines. Me invit¨® a pinchar en su cumplea?os en el TupperWare y les gust¨® la m¨²sica que puse, as¨ª que me llamaron para ir algunas noches. Es donde conoc¨ª a Eva, mi pareja, y donde pensamos en montar algo propio.
?Qu¨¦ tal fue el salto a regentar su propio bar?
Vimos un anuncio del local, que hab¨ªa sido La Teter¨ªa y tuvo otros due?os entremedias. El contrato que nos lleg¨® era de cuando funcionaba como taberna de siempre. La planta de abajo ten¨ªa la bodega y se ven¨ªa a comprar la gaseosa. Con mi hermano y la madre de Eva como socios, decidimos lanzarnos.
?Y lo de la comedia?
Cre¨ªamos que si era un bar sin conciertos, ten¨ªamos que darle una voz propia. Y quer¨ªamos reforzar la escena cultural del barrio. En ese momento no hab¨ªa tantos ¡®open mic¡¯ (micr¨®fonos abiertos) como ahora. Empezamos en 2012. Antonio Castelo nos pregunt¨® si pod¨ªa grabar el programa ¡®Papanatos Cum Laude¡¯ y gust¨® la experiencia.
?De d¨®nde viene esa tradici¨®n?
El ¡®open¡¯, como todo el ¡®stand up¡¯, viene de Estados Unidos. Hab¨ªa antes para grupos de m¨²sica. Con los mon¨®logos es un poco lo mismo. Incluso hay quien viene con guitarra (los que se hacen llamar ¡®music¨®micos¡¯).
?Cu¨¢l es el criterio para participar?
A m¨ª me escriben muchos directamente, pero derivo a quien se encarga esa semana de presentarlos. Al principio lo llevaba Ignatius [Farray] y dejaba subir a todos los que vinieran. Era de risa, porque a veces hab¨ªa m¨¢s c¨®micos que p¨²blico. Y eso que es gratis. Bueno, sugerimos consumir algo, pero hemos visto de todo: gente con bocata y una lata, vasos de agua¡
Tambi¨¦n hacen encuentros, presentaciones de libros¡
S¨ª. Tenemos muchas presentaciones de libros por iniciativa del propio autor o de la editorial. La idea es sacar los libros de las librer¨ªas. En la sala de arriba hacemos exposiciones de fotograf¨ªa o pintura cada 15 d¨ªas. Est¨¢ guay porque te mantiene activo, hace que la gente no se olvide de ti.
?Todav¨ªa hay que recordar que un lugar existe, despu¨¦s de 10 a?os?
Claro. Si no, no hubi¨¦ramos llegado a la d¨¦cada. Adem¨¢s, hacer todo esto te motiva. De hecho, notamos una tendencia en hosteler¨ªa de que no hay relevo generacional. Y s¨ª que estamos preparando un proyecto para analizar qu¨¦ est¨¢ pasando en el barrio.
?Falta alternancia de clientela?
Notamos que la gente m¨¢s joven se queda en casa viendo Netflix o Instagram. O que van de botell¨®n, pero solo eso: beben y a casa. Aqu¨ª vienen los de siempre (hay cierta parroquia diaria), pero no se renueva mucho. Lo que s¨ª vemos mucho es los que vienen de expedici¨®n, con una cita Tinder. ?Las olemos a la legua!
?Se palpa la denominada ¡®gentrificaci¨®n¡¯?
Bueno, con la ¡®gentrificaci¨®n¡¯ del barrio notamos m¨¢s cambio como vecinos que como hosteleros. Eso se resiente en el tejido social: antes ibas a la panader¨ªa de siempre y ahora es una franquicia donde los que atienden van rotando. Tampoco lo digo como si fuera la hecatombe o el apocalipsis.
?Y en el precio de las cosas?
Nosotros tenemos suerte porque pagamos lo mismo desde 2008, pero conocemos a unos carniceros que les pasaron de pedir 1.500 euros de alquiler a 6.000. De un d¨ªa para otro. Es una locura. Y se nota a la hora de ver gente mayor por el barrio: cierran los llamados ¡®bares de viejo¡¯ y los que iban a ellos ya no se acostumbran a los nuevos. Adem¨¢s ¨C como ha pasado con El Palentino- los hijos de muchos hosteleros de vieja escuela no quieren continuar. Porque era una din¨¢mica de levantarse a las ocho de la ma?ana a preparar todo y dormirse a las 12 de la noche, despu¨¦s de todo el d¨ªa.
?Nota mucho el ¡®moderneo¡¯ de aqu¨ª cuando vuelves a Galicia?
No, porque el ¡®moderneo¡¯ ya est¨¢ en todos los lados. Se ha extendido. Es m¨¢s: lo que consideramos ¡®lo moderno¡¯ suele corresponderse con gente que viene de fuera y adopta la caricatura: barba, dilataciones¡ S¨ª que hay gente ¡®old school¡¯ del barrio que reniega de todo esto y reivindica el pasado roquero de Malasa?a. Aunque, si te fijas, muchos de los bares que se mantienen (la V¨ªa L¨¢ctea, el Freeway, el Maravillas¡) siguen con la misma m¨²sica. Por eso me asombra que en 2019 alguien venga a Malasa?a y pregunte: ¡®?Me pones reguet¨®n?¡¯.
'Estirpe', una pel¨ªcula a largo plazo
La afici¨®n de Adri¨¢n L¨®pez por el cine no se diluy¨® cuando entr¨® en la noche madrile?a. A pesar del tiempo que empe?a en el Picnic, ha ido sacando huecos para lanzar un proyecto personal de largo recorrido. Se titula Estirpe y es una pel¨ªcula sobre un c¨®mic que le llev¨® casi cinco a?os (entre escribir, rodar y postproducir). Se financi¨® gracias al micromecenazgo y participaron muchos amigos, como los actores Sergio Peris Mencheta, Nacho Vigalondo o Joaqu¨ªn Reyes. Ahora est¨¢ buscando una plataforma donde se pueda ver, hasta que se atreva con la siguiente.
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