Coffee & Wine o el encanto de la parsimonia
El d¨²o madrile?o, pionero del folk-pop, regresa tras siete a?os de silencio con el buc¨®lico ¡®Hirundinidae¡¯
Siete a?os de espera desde el primer disco. 10 nuevas canciones. Media hora escasa de m¨²sica. Si el talento se midiera en t¨¦rminos de productividad, habr¨ªa que convenir en que los madrile?os Ana Franco y Andr¨¦s Cabanes son un fiasco. Por fortuna, en estas cosas de la creatividad confluyen otros valores, y el reci¨¦n alumbrado segundo ¨¢lbum de Coffee & Wine resulta ser una criatura singular, ins¨®lita. El fruto de dos l¨²cidos bichos raros, un par de artistas diletantes y verborreicos que escapan de cualquier categorizaci¨®n urbana al uso. ¡°Encarnamos el idilio del urbanita con la naturaleza. En el fondo, somos unos folkiesde ciudad¡±, resumen, divertidos.
Ana viene escribiendo canciones sin cesar al menos desde 2002, aunque su producci¨®n publicada sea a¨²n m¨¢s bien exigua. Andr¨¦s, el guitarrista, arregla y reestructura el material original. Ambos se dicen ¡°minuciosos y amantes del circunloquio¡±, dos de esos idealistas que prefieren el fuego lento al expeditivo golpe de calor del microondas. ¡°Yo tambi¨¦n he vivido a toda pastilla¡±, admite Franco, ¡°pero acabas no enter¨¢ndote ni de lo que sucede a tu alrededor. Ahora las circunstancias me permiten ir despacio. Incluso estudio Historia del Arte a raz¨®n de cuatro asignaturas por curso¡¡±. ?Una visi¨®n demasiado id¨ªlica de la vida al ralent¨ª? ¡°?No!¡±, objeta. ¡°La lentitud a veces te desespera. Acabas con la sensaci¨®n de que te van a explotar los sesos¡±.
Hirundinidae, el endiablado t¨ªtulo de este segundo ¨¢lbum (en alusi¨®n a la familia ornitol¨®gica de las golondrinas), se ha gestado de una manera tan concienzuda que Cabanes invirti¨® ¡°horas y horas¡± en decidir el orden exacto de las composiciones y los segundos de separaci¨®n entre ellas. ¡°No es capricho. Nosotros no pensamos en un mero pu?ado de canciones, sino en el disco como un todo, con un recorrido y una narrativa propia¡±. Las dos mitades, de hecho, han adquirido personalidades diferenciadas. La cara A es el¨¦ctrica y af¨ªn al g¨¦nero americano. En la B, m¨¢s desnuda y ac¨²stica, se manifiesta de una manera n¨ªtida la pasi¨®n de Ana por el folclor brit¨¢nico y cantantes como Eddie Reader. Pero aqu¨ª y all¨¢ afloran destellos de luz, a diferencia del mucho m¨¢s cariacontecido From the Ground (2012).
¡°Est¨¢bamos acostumbrados a que nos dijeran que nuestras canciones eran bonitas, pero invitaban a repartir cuchillas entre el p¨²blico¡±, recuerdan con guasa. ¡°Ahora conseguimos demostrar que, m¨¢s all¨¢ de nuestros bajones, tambi¨¦n somos gente divertida¡±. Tanto como para que en Old Photographs haya quedado inmortalizada una risita espont¨¢nea de la vocalista.
El precio de tanto primor, autogesti¨®n y artesan¨ªa es, como cab¨ªa sospechar, que Coffee & Wine no supone la principal ocupaci¨®n de sus art¨ªfices. Andr¨¦s Cabanes es periodista, comenz¨® en la rama audiovisual de la agencia Efe y, tras cuatro a?os en la oficina de Vetusta Morla, ha acabado dirigiendo el festival Mallorca Live. Lo de Ana Franco, con formaci¨®n como t¨¦cnico de sonido, tiene a¨²n m¨¢s guasa: trabaja para una empresa de videojuegos que desarrolla proyectos educativos como Nubla, para el museo Thyssen. ¡°Yo no sab¨ªa casi nada de estos juegos, pero me gusta aprender, meterme en embolados, sentirme pulpo en un garaje¡±, admite con humor.
Paradigma de la mujer despistada (¡°soy de las que pierde las tabletas en el tren y llega a los aeropuertos el d¨ªa antes de que salga mi avi¨®n¡±), Ana se sabe tan inmersa en su mundo que recurre a los amigos para que la devuelvan de vez en cuando a este. ¡°Me disciplinan y obligan, por ejemplo, a escuchar el disco de Rosal¨ªa. Que resulta estar muy bien, conste; pero lo que a m¨ª me pide el cuerpo es volver a desayunar cada ma?ana con los Jayhawks¡¡±.
Ellos son as¨ª, ya les ven. Amigos de los rituales, como los inherentes al vino y al caf¨¦ que les sirvieron para bautizarse. M¨¢s predispuestos a tocar en casas particulares, como hicieron en el ciclo Live on the Moon (Jerez de la Frontera), que en las ¡°salas convencionales de siempre¡±. Y capaces a sus 38 a?os, que no son tantos, de presentar Hirundinidae en la sala Costello este domingo¡ a la una del mediod¨ªa. ¡°As¨ª pueden venir tambi¨¦n ni?os o abuelos, todos los p¨²blicos¡±, objetan. Y se sinceran: ¡°Nosotros ya no somos aves nocturnas¡±. En eso tambi¨¦n se parecen a las golondrinas.
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