Fanfarria para un hombre nada corriente
La OSG dedica sus conciertos de abono a Petur Eiriksson, m¨²sico fundador y solista de tromb¨®n bajo de la orquesta e impulsor de la Orquesta Joven de la Sinf¨®nica de Galicia
La Orquesta Sinf¨®nica de Galicia ha dedicado sus conciertos de abono de este fin de semana a Petur Eiriksson (1966-2019), fallecido el pasado d¨ªa 8 en A Coru?a tras una larga lucha contra el c¨¢ncer. Eiriksson fue solista de tromb¨®n bajo de la orquesta, m¨²sico fundador de la orquesta y gran impulsor de la Orquesta Joven de la Sinf¨®nica de Galicia, lo que con el tiempo se convertir¨ªa en la gozosa realidad musical y social que supone a d¨ªa de hoy el proyecto Son Futuro.
Su actividad pedag¨®gica le llevar¨ªa m¨¢s all¨¢ de Galicia, colaborando regularmente con diversas orquestas espa?olas y extranjeras y sembrando su bonhom¨ªa y su maestr¨ªa como m¨²sico. La admiraci¨®n y afecto que produjo su personalidad¨Calg¨²n m¨²sico de la OSG lleg¨® a ella atra¨ªdo precisamente por su prestigio-, se tradujo el pasado mes de enero en un acto de homenaje celebrado en el Hospital de Oza.
Este tributo a Eiriksson, tras las proyecciones de v¨ªdeos de homenaje y las actuaciones de algunos peque?os grupos en el sal¨®n de actos, finaliz¨® en el jard¨ªn del hospital con el concierto de una banda formada por casi 60 m¨²sicos de viento-metal formada por compa?eros y alumnos y dirigida por su amigo y colega James Ross, expresamente llegado a la ciudad para este acto.
La desaparici¨®n de Petur Eiriksson es la tercera de un miembro de la orquesta tras el fallecimiento de Simon Levy y la adi¨®s a David Eth¨¨ve y la Sinf¨®nica le ha homenajeado tocando la Fanfarria para el hombre corriente, de Aaron Copland, antes de las obras previamente programadas. Las secciones de metales y percusi¨®n hicieron una versi¨®n llena de la fuerza serena que Eiriksson irradiaba desde su atril y que se reflej¨® a su final en una emotiva ovaci¨®n del p¨²blico.
A continuaci¨®n, la Sinf¨®nica, dirigida por Jos¨¦ Trigueros, acompa?¨® a Simon Trp?eski (n. 1979) en el Concierto para piano en re menor n? 3, op. 30 de Sergu¨¦i Rajm¨¢ninov (1873 - 1943). Esta obra, considerada como una de las m¨¢s dif¨ªciles del repertorio pian¨ªstico, fue interpretada brillantemente por el pianista macedonio. Desde su inicio, un precioso legato, una riqu¨ªsima paleta de color sonoro y una ampl¨ªsima y muy matizada gama din¨¢mica fueron las armas que Trp?eski puso al servicio de la partitura.
Su capacidad de expresi¨®n y musicalidad se revelaron especialmente en la serena reexposici¨®n del primer movimiento y la rotundidad de su coda. En el Intermezzo, la serenidad como en suspenso lograda de la orquesta por Trigueros, con un precioso color de las violas, allan¨® el camino a la parte solista. El dramatismo sonoro de esta se apoder¨® el Palacio de la ?pera con una presencia esc¨¦nica casi teatral y los sobreagudos del piano tuvieron otra vez la fluidez casi l¨ªquida de su legato. El Finale tuvo de solista y orquesta una lectura llena de belleza y la eficacia conclusiva de que dotan a sus obra los compositores int¨¦rpretes como Rajm¨¢ninov.
Trp?eski obsequi¨® al p¨²blico con una propina poco usual, el Andante de la Sonata para chelo y piano en sol menor, op. 119 del propio Rajm¨¢ninov. Cont¨® para ello con la colaboraci¨®n de Anne Yumino Weber, solista invitada de chelo durante esta temporada, que aport¨® a la versi¨®n su gran control de sonido y su calidez interpretetiva.
Tras el descanso, m¨¢s Rajm¨¢ninov: la versi¨®n de Trigueros y la OSG de su op.29, La isla de los muertos, tuvo esa sensaci¨®n un punto agobiante de la oscuridad y sensaci¨®n de oleaje irregular de su inicio, el brillo de la llegada a la isla y la opresiva presencia en su final del tema del Dies irae. El color y el control sonoro fueron notables en toda su extensi¨®n.
La obra final fue Las alegres travesuras del Till Eulenspiegel, op. 20 de Richard Strauss (1864 . 1949).Trigueros marc¨® el car¨¢cter de la obra en su inicio con una hermosa amalgama de picaresca y poes¨ªa que altern¨® a lo largo de la obra con la descripci¨®n sonora de las aventuras del buf¨®n en palacios y mercados. El tema del brib¨®n tuvo en manos de la concertino invitada, Maaria Leino, un tono un punto tierno inicialmente, que se torn¨® en brillante llamarada tras el trino del viol¨ªn.
La m¨²sica del pat¨ªbulo, a la que orquesta y director imprimieron un sello de terror, se dispers¨®, como est¨¢ indicado en la partitura, en la reiterada reaparici¨®n del tema burl¨®n de Till. Al final de largo concierto, la sonora ovaci¨®n del p¨²blico se elev¨® desde el recinto del Palacio de la ?pera a las alturas en las que, a buen seguro, el esp¨ªritu de Petur Eiriksson la habr¨¢ transformado en m¨²sica y calidez humana. Como todo lo que tocaba.
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