Arrancan las obras en los Roxy, dos cines hist¨®ricos que se convertir¨¢n en un espacio comercial

La semana pasada arrancaron unas obras en la calle Fuencarral. Concretamente en el n¨²mero 123, donde abr¨ªan sus puertas las salas de cine Roxy A y Roxy B. La primera fue inaugurada en 1953 ¡ªera una de las salas cl¨¢sicas de la capital¡ª; la otra, en 1996. Ambas hicieron fundido a negro en 2013 y ahora, tras un cambio de uso realizado por el Ayuntamiento a finales de 2015, han comenzado las obras para que se conviertan en un gran espacio comercial.

Los casi 4.000 metros cuadrados (3.965) que suman ambas salas se convertir¨¢n en una enorme galer¨ªa comercial, con cuatro alturas (s¨®tano, planta baja y dos m¨¢s por encima, seg¨²n los planos que adelant¨® SomosChamber¨ª). El inmueble es propiedad de la familia Hern¨¢ndez-Beitia, que hizo su fortuna gracias a las salas cine, pero que diversificaron sus inversiones dedic¨¢ndolas tambi¨¦n al negocio inmobiliario. Tanto el Roxy A como el B est¨¢n gestionados por la empresa de la familia, Gorbea de Arrendamientos.

El cambio de local cin¨¦filo a comercial (el paso de uso recreativo a comercial) se realiz¨® a finales de 2015, cuando el pleno del Ayuntamiento aprob¨® la propuesta con los votos a favor de Ahora Madrid y el Partido Popular. Ciudadanos se abstuvo y el PSOE, socio principal del Ejecutivo de Ahora Madrid, vot¨® contral del cambio de uso: ¡°Fuencarral estaba viva culturalmente. Ahora depende de las tiendas. Cuando los comercios cierran, la calle est¨¢ muerta¡±, dijeron entonces fuentes socialistas que ya adelantaron que se iba a erigir un supermercado. Tambi¨¦n hubo movilizaciones vecinales contra el cambio de uso

Las Roxy no fueron las ¨²nicas salas de cine que sufrieron el azote de la crisis. En la calle Fuencarral, que se caracteriz¨® por ser un eje cin¨¦filo ¡ªhubo hasta ocho salas en la zona¡ª, acoge ahora mismo solo dos abiertas (Paz, que acaba de cumplir 75 a?os, y Proyecciones) y una en remodelaci¨®n (Palafox que tras anunciar su cierre fue adquirida por la cadena Yelmo).

Las salas de cine estaban protegidas por el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) hasta el a?o 2005, cuando el Ayuntamiento, gobernado por Alberto Ruiz-Gallard¨®n (PP) modific¨® la norma. Un cambio que rompi¨® el blindaje cultural de las salas de cines y permiti¨® su transformaci¨®n en comercios o viviendas siempre y cuando se respetasen los elementos arquitect¨®nicos as¨ª como ¡°palcos, tramoyas y escenarios¡±. Solo un a?o despu¨¦s de su aprobaci¨®n, 11 salas cerraron.

Si en 2003 hab¨ªa, en la comunidad 123 salas de cine, actualmente solo quedan 76, seg¨²n los datos del INE. A pesar de ese recorte en espacios, un estudio de la consultora PriceWaterHouseCoopers espera que el sector crezca un 3,6% hasta 2022. En la Comunidad de Madrid hay 486 pantallas de cine, el 98,8% digitalizadas, seg¨²n datos de FECE. El ¨²ltimo a?o se facturaron 128 millones de euros, a una entrada media de 6,58 euros.