La chica de campo que arrasa entre los adolescentes de la gran ciudad
Mar¨ªa Jos¨¦ Llergo, de 24 a?os, reivindica con sonidos profundos del flamenco las ra¨ªces de su pueblo cordob¨¦s, Pozoblanco
En la gran ciudad, en uno de los barrios m¨¢s populares de Madrid, la cantante Mar¨ªa Jos¨¦ Llergo se re¨²ne con un grupo de adolescentes interraciales de institutos del sur de la capital. Se han juntado en la sala Cuarta Pared, un lugar que la mayor¨ªa de ellos no hab¨ªa pisado nunca, para escucharla y conocerla m¨¢s de cerca. Ella est¨¢ en Madrid porque forma parte del programa del festival de Arte Sacro en el ciclo de M¨²sicas infinitas e interpret¨® anoche el espect¨¢culo "Ni?a de la verdad. Juego y teor¨ªa del duende III / A?o Lorca" con canciones que ha ido componiendo para su disco junto a otros temas del repertorio popular lorquiano.
Tiene pocos a?os m¨¢s que sus espectadores, 24, y les cuenta c¨®mo tuvo que salir de su pueblo cordob¨¦s, Pozoblanco, para seguir estudiando. Se fue a Barcelona con 20 a?os y con becas y ayudas econ¨®micas pudo acceder a profesores de canto para aprender a mover esa voz que emociona, que sale de lo m¨¢s profundo de sus entra?as y es capaz de silenciar en segundos a un centenar de j¨®venes de 16 a?os.
-?Cu¨¢ndo empezaste a cantar? Le pregunta los chicos con cierto desparpajo.
-No recuerdo cu¨¢ndo no he cantando. He aprendido de mi abuelo, Jos¨¦ S¨¢nchez Mu?oz, me ha insuflado las esencias del flamenco del pasado siglo. ?l es un hombre de campo que me ha ense?ado lo importante de la vida, aquello con lo que caminas a lo largo de tu existencia.
Mar¨ªa Jos¨¦ Llergo se confiesa una mujer curiosa desde chiquita, les habla a los muchachos con su mismo lenguaje, de c¨®mo fue aprendiendo nuevas palabras gracias a un viejo diccionario de papel, antes de que los ordenadores llegasen a su pueblo. Fue entonces cuando se top¨® con la palabra 'blues'. Empez¨® a escuchar las canciones recogidas por Alan Lomax, ese m¨²sico que recorri¨® Estados Unidos para grabar y documentar m¨²sicas que sin ¨¦l hoy estar¨ªan olvidadas. "Fue una revelaci¨®n. Ah¨ª me di cuenta de que ese tipo de m¨²sica era el flamenco de los negros, que las distintas culturas estamos unidas por los sonidos y las letras de los m¨¢s oprimidos, de aquellos que se revelan contra los sistemas establecidos". Naci¨® con el cante en sus o¨ªdos , pero ella lo expresa de una manera diferente. Su cara ani?ada oculta una voz aguda que mece en "Nana del Mediterr¨¢neo" y rasga en "Ya se sabe la Luna".
Una veintena de chicas acuden a ella cuando termina su actuaci¨®n, junto a los m¨²sicos Marc L¨®pez y Carlos R. Pinto,ha estado realizando pruebas de sonido para su pr¨®ximo concierto. Su agenda hasta fin de a?o est¨¢ repleta de actuaciones y entonces sacar¨¢ su primer disco. Las chicas van confesando, poco a poco, lo cercanas que est¨¢n a ella. "Yo bailo flamenco, yo estudio piano, yo viola", dicen una tras otra. T¨ªmidas a esa edad, se han sentido incapaces de hablar en p¨²blico, pero se confiesan cuando la tienen cerca y le conf¨ªan que la siguen en las redes, que les gusta lo que hace. "Ten¨¦is que buscar lo que os emocione, aquello que os haga disfrutar. Yo estudie durante 10 a?os viol¨ªn , pero lo que m¨¢s me quer¨ªa era cantar. La m¨²sica alimenta mi alma y eso es lo que me gusta del arte. Ser m¨²sico no es una profesi¨®n f¨¢cil", sentencia. "Si persigues lo que quieres se suele hacer realidad. Igual en unos a?os, vosotras est¨¢is en el escenario y yo de espectadora", les anima convencida de ello.
?El discurso de Llergo es claro. No quiere letras machistas en las canciones, no est¨¢n justificadas bajo ning¨²n concepto. Se manifiesta contraria al consumo desaforado. Elijamos por nosotros mismos y no por lo que nos impongan a golpe de tecla. Ella, que ha nacido en un pueblo, sabe lo que significa tener que salir. "Hay que dotar a lo lugares peque?os de los necesario para que la revoluci¨®n tecnol¨®gica no nos lleve a la emigraci¨®n a las grandes ciudades como la revoluci¨®n industrial" y, sobre todo, "No a los estereotipos y a los t¨®picos como los que existen en nuestro pa¨ªs contra el pueblo gitano que nace de una cultura milenaria". No hacen falta adjetivos a sus manifestaciones, es una joven que tiene claro lo que no quiere en esta vida y no est¨¢ dispuesta a que elijan por ella.
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