Con el perro en el museo
La cr¨ªtica a las instituciones y sus tab¨²es, hilo conductor de la muestra sobre la trayectoria de Eugenio Ampudia en Tecla Sala
Hace a?os que Eugenio Ampudia (Melgar, Valladolid, 1958) se dedica a romper los tab¨²es de las instituciones culturales. En este caso el acceso de los perros al museo. El pr¨®ximo domingo 7 de abril, los propietarios de perros podr¨¢n visitar con su fiel compa?ero la exposici¨®n ?Y tu que has hecho por el arte?, abierta en el centro Tecla Sala de L¡¯Hospitalet de Llobregat hasta el 2 de junio. Los invita El perro de Tonetty,la escultura de un can que orina sin reparo en una pared del centro y que se activa con la entrada del visitante, realizada por Ampudia con motivo de su gran retrospectiva en el Museo Artium de Vitoria en 2006. Seg¨²n los servicios educativos de Tecla Sala, la visita con perros se plantea como una prueba piloto para acercar el centro a los vecinos y viceversa, de modo que no se descarta volverla a realizar tambi¨¦n en otras muestras.
?Y tu que has hecho por el arte?, comisariada por Andr¨¦s Mengs, repasa la trayectoria de Eugenio Ampudia a trav¨¦s de casi tres d¨¦cadas, desde 1991 a la actualidad, en un recorrido que no quiere ser antol¨®gico ni retrospectivo, sino ofrecer una visi¨®n a 360 grados del polifac¨¦tico lenguaje de este artista. Multimedia en el sentido m¨¢s literal del t¨¦rmino, Ampudia toca todas las teclas de la creaci¨®n: desde la pintura cl¨¢sica de la obra que da titulo a la muestra hasta el ordenador de alabastro, reproducido en los m¨ªnimos detalles, que cierra el recorrido apuntando a las nuevas tecnolog¨ªas, protagonistas de sus obras m¨¢s recientes.
Con una iron¨ªa llena de ternura Ampudia plantea un an¨¢lisis profundo y una cr¨ªtica rigurosa de las instituciones art¨ªsticas, el papel de los creadores y su lugar en la sociedad. La tendencia a explotar el arte, someti¨¦ndolo a las l¨®gicas mercantiles como si fuera un producto m¨¢s, toma forma en una sala llena de arena, donde una v¨ªdeo proyecci¨®n de pinturas que llegan empujadas por las olas como restos de un naufragio, apunta a tantos artistas y movimientos ensalzados y pronto olvidados. La lectura can¨®nica de la historia del arte y la legitimidad de la cr¨ªtica especializada protagonizan otra videoinstalaci¨®n, que convierte la sala en un campo de f¨²tbol, donde la selecciones de Brasil y Alemania en vez del bal¨®n patean el controvertido libro The Shock of the New del cr¨ªtico Robert Hughes. Otro v¨ªdeo sumerge el visitante en la atm¨®sfera excitada y expectante que rodea el lanzamiento de una nave espacial. Ruidos electr¨®nicos, astrof¨ªsicos ensimismados, t¨¦cnicos ajetreados y los astronautas sonrientes, con la mirada de quien sabe que est¨¢ escribiendo la historia. Empieza la cuenta atr¨¢s, el lanzamiento es un ¨¦xito, tan s¨®lo un detalle chirr¨ªa: no es una astronave la que ha sido lanzada al espacio sino el Museo Guggenheim.
El Montseny sobre ruedas
A modo de pr¨®logo y ep¨ªlogo de la exposici¨®n Tecla Sala ha producido una gran instalaci¨®n, Paisaje m¨®vil, que plasma la oposici¨®n entre naturaleza y cultura, con el fin de entender si se trata de una divisi¨®n universal o propia del pensamiento occidental. En un acto de interactividad po¨¦ticamente anal¨®gico Ampudia, conocido por sus obras electr¨®nicas, invita el espectador a crear su propio paisaje mental moviendo las piezas, unas rocas del Montseny con ruedecillas, como si fueran skateboards ante litteram.
El Prado y el Palau
No se trata de denigrar las instituciones art¨ªsticas, Ampudia quiere sacarlas del pedestal y ponerlas al alcance de los ciudadanos para que participen de su vida cotidiana. Por eso una de sus series m¨¢s c¨¦lebres, Donde dormir, inmortaliza fotogr¨¢ficamente el artista durmiendo en algunos de los museos m¨¢s importantes del mundo. En Barcelona durmi¨® en el Palau de la M¨²sica y le acompa?aron muchas personas, adultos y ni?os, pero en Tecla Sala se expone la foto del artista en el Museo del Prado, completamente solo, a la merced de sus sue?os, debajo de Los fusilamientos del 3 de mayo de Goya.
As¨ª como el Guggenheim por los aires puede representar el papel del museo como difusor de pensamientos o la duda sobre la eficacia de los espacios asignados al arte, tambi¨¦n las dem¨¢s obras tienen distintas claves de lectura. Es el caso de las nubes que cruzan la gran sala de la Biblioteca Nacional, ?es una ventada de aire fresco o se acerca una tormenta? ¡°En estos a?os Ampudia se ha mantenido fiel a sus intereses, explorando de una forma u otra y con todos los medios y disciplinas a su alcance el significado del arte, las estrategias que lo sustentan y los mecanismos que lo hacen posible, as¨ª como la experiencia de quien lo contempla e interpreta¡±, indica Antoni Perna, director art¨ªstico de Tecla Sala, que acaba de presentar el cat¨¢logo de la muestra.
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