Una historia marcada a fuego
Una exposici¨®n de la Guardia Civil muestra aspectos desconocidos de la organizaci¨®n, que cumple 175 a?os
La historia de la Espa?a moderna no se entiende sin la de la Guardia Civil. El cuerpo creado en 1844 para combatir a los bandoleros en montes y caminos desperdigados por un pa¨ªs asolado despu¨¦s de varias guerras es hoy una instituci¨®n con cuerpos de ¨¦lite especializados en la lucha contra el terrorismo, la mafia, el narcotr¨¢fico o el rescate en monta?a.
Con la excusa de que se fund¨® hace 175, la Guardia Civil ha montado una exposici¨®n en la sala La Arquer¨ªa, en Nuevos Ministerios, que sirve como relato hist¨®rico de una instituci¨®n que, adem¨¢s de las labores que todo el mundo les conoce, como las de tr¨¢fico, ha batallado en Marruecos y Cuba.
Los aficionados a la lectura ¡ªlos que pasan m¨¢s tiempo leyendo la descripci¨®n que viendo el cuadro en El Prado¡ª podr¨¢n pasarse casi dos horas empap¨¢ndose de informaci¨®n que vertebra lo sucedido en este pa¨ªs con el tricornio de la Guardia Civil como mar de fondo. En una l¨ªnea de tiempo cronol¨®gica no se alude a la sublevaci¨®n militar en ?frica como el comienzo de la Guerra Civil pero un piso m¨¢s arriba, en la segunda planta, se compensa con la historia de los mandos que se mantuvieron leales a la Rep¨²blica ¡ªfactor decisivo para que no triunfara el golpe¡ª que al acabar la guerra fueron fusilados.
A los que no les entusiasma la palabra escrita no tienen que asustarse. Como hoy en d¨ªa todos acaba ficcionado por Netflix, la Guardia Civil no iba a ser menos. En un habit¨¢culo oscuro se puede ver un cortometraje en el que aparece recreado el momento fundacional: una joven con guantes de encaje que representa a Isabel II y un se?or con chaleco ¡ªel duque de Ahumada¡ª firman con pluma el decreto de creaci¨®n del cuerpo en una mesa de madera muy noble. La experiencia queda completa al vivir con las gafas 360 un rescate real en el pico de una monta?a a bordo de un helic¨®ptero. No apto para gente con v¨¦rtigo.
Hay espacio tambi¨¦n para las curiosidades, como conocer la obligaci¨®n que tuvieron los guardias civiles de llevar bigote, eso s¨ª, no uno cualquiera, sino uno que cubriera todo el largo del labio. Sin ninguna clase de patilla ni perilla. El pelo, cortado al cero. Ese look ¡ªquiz¨¢ para apagar el recuerdo del golpista Antonio Tejero¡ª qued¨® superado en los a?os noventa.
Para el final, lo m¨¢s emotivo. ¡°Honor y gloria a todos los ca¨ªdos en acto de servicio de la Guardia Civil¡±, se lee proyectado en la pared. Sobre un muro, el retrato de los guardias asesinados por la banda terrorista ETA, desde el primero, Jos¨¦ Pardines Ascay, en julio de 1968, hasta los dos ¨²ltimos, Carlos S¨¢enz de Tejada y Diego Salv¨¢, en 2010. Entre uno y otros, la cara mirando a c¨¢mara ¡ªignorantes de su destino¡ª de 227 guardias civiles. Su recuerdo queda marcado a fuego.
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